GÜÍMAR | Una zona protegida con poca vigilancia

Otra herida en el Malpaís

En Amogio se admite roturar y cultivar afectando a flora y fauna | En el norte hay un colmenar y una pista en zona con protección

Otra herida en el Malpaís

Otra herida en el Malpaís / El Día

El colectivo ecologista Tabona denuncia una actuación particular autorizada dentro del área protegida y advierte de que hay indicios, en otros puntos de esta reserva natural especial, que producirán más daños sin que las adminsitraciones competentes controlen e intervengan para evitarlo.

Los ataques al Malpaís de Güímar van intrínsecamente ligados a su protección. Una paradoja que la hemeroteca avala; caminantes y ecologistas, también. El colectivo Tabona acaba de lanzar un «SOS» en el que señala al Gobierno de Canarias como responsable al incumplir la legislación vigente por no redactar el nuevo Plan Director en el plazo del año siguiente al que le obligaba la ley, cuando en 2006 se produjo la ampliación de la reserva natural especial a la totalidad del espacio que ocupa el Malpaís.

Otra herida en el Malpaís

Otra herida en el Malpaís / J. A. M.

Mónica Díaz, portavoz del grupo ecologista del Sureste, denuncia que la ausencia de ese documento «fundamental por perceptivo» lleva a la administración a tomar decisiones «erróneas». Cita el caso de la autorización para roturar y cultivar una franja de suelo que se realiza en Amogio, «dentro de la reserva natural especial». Además, en el lado Norte se encuentra un colmenar con una pista de acceso «dentro de la reserva natural especial». Por el Sur, el Ayuntamiento de Güímar proyecta urbanizar para uso público «un trozo de la reserva natural especial» como parte del Plan Parcial Puertito de Güímar.

Otra herida en el Malpaís

Otra herida en el Malpaís / J. A. M.

Ampliación.

Fue el 29 de diciembre de 2006 cuando el Parlamento de Canarias aprobó la Ley 13/2006, de 29 de diciembre, de ampliación de la reserva natural especial a la totalidad del Malpaís de Güímar, un texto por el cual se establecía la desaparición del Área de Sensibilidad Ecológica (ASE) emplazada hacia la autopista y las zonas «de escasa categoría de protección» que están situadas por el lado mar. Todo ello elevaba a 2.903.000 metros cuadrados la superficie protegida desde hace 16 años. El acuerdo fue publicado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) el 27 de febrero de 2007. El Gobierno canario tenía un año desde entonces para elaborar el nuevo Plan Director del Malpaís de Güímar. No existe.

Otra herida en el Malpaís

Otra herida en el Malpaís / J. A. M.

Finca.

Este hecho, alerta Tabona, lleva a autorizar la roturación de un área incluida en el Malpaís por la zona denominada Samarines, «aunque los trabajos se llevan acabo en Amogio». Ahí, un empresario del sector primario emplea una pala mecánica y prepara «un trozo amplio de suelo protegido» para cultivar. Se da la circunstancia de que la obra está autorizada en base al Plan Director del 2 de junio de 2004, «pero sin ajustarse a lo que requiere ese documento desfasado para otorgar la autorización». El colectivo ecologista afirma que se requiere que esa superficie hubiera estado en producción de forma reciente, «pero ahí no se cultiva desde hace lustros». Esa franja estaba en fase de recuperación, con flora y fauna colonizando este suelo convertido, además, en un espacio predilecto para las aves, según Tabona.

Colmenas.

En otro punto del Malpaís de Güímar, al Norte, se encuentra en producción un colmenar. El grupo ecologista avisa de dos cosas: «Estas abejas afectan a ejemplares de una raza endémica y de menor tamaño así como a los insectos del lugar, por una parte y, por la otra, el tránsito frecuente del colmenero forma una pista hasta el emplazamiento de las colmenas. Todo ello, en pleno Malpaís», comenta Mónica Díaz.

Plan parcial.

Aunque la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) obliga a aprobar un nuevo proyecto de compensación del Plan Parcial Puertito de Güímar por sentencia del 2 de julio de 2010, Tabona advierte contra la pretensión del Ayuntamiento de Güímar de urbanizar la parte del Malpaís que limita con esta zona urbana en desarrollo. Una ocupación de suelo que la misma sentencia deniega por ilegal ya que considera que la superficie afectada forma parte de la reserva natural especial. Además, por la franja Sur también se registran vuelos rasantes frecuentes de helicópteros militares «que aterrizan cuando quieren en el Malpaís».

Tabona entiende que «permiten atentados por inacción e incumplimiento de la ley. Es incomprensible tal actitud de dejadez, por lo que estudiamos adoptar medidas legales para frenar el mal que ocasionan al Malpaís y que el Gobierno canario asuma sus responsabilidad y cumpla la ley».

Arriba, parte del Malpaís afectada por la roturación del suelo; abajo, cómo estaba la zona (izquierda), flora dañada (centro) y Malpaís destruido (derecha). |

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