El campo urge medidas para frenar la caída de la ganadería tinerfeña

Daniel Millet

Daniel Millet

La ganadería tinerfeña va camino de la extinción si se mantiene la caída de su cabaña. Los datos son elocuentes: la Isla ha perdido 292 explotaciones ganaderas desde 2014, cuando se contabilizaban 881, y 6.670 cabezas de ganado, cuando hace nueve años tenía censadas 75.467. Ante estas pérdidas alarmantes, reflejadas en los datos oficiales del Instituto de Estadística de Canarias (Istac), el campo tinerfeño exige medidas urgentes para mantener la producción.

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) exige «una reacción para evitar la desaparición del sector». Lo hace a través de un comunicado en el que denuncia el retraimiento que padece la cabaña ganadera de Tenerife, agravada en este último año por el alza de los precios de los insumos (energía, combustible y cereales) y con ello de la alimentación animal, que representa un 60% del coste de producción de las explotaciones. «Esta situación se ha acelerado con la inflación, al no poder repercutir estos sobrecostes al precio de venta de la leche o la carne», apunta Asaga.

Aunque por número de explotaciones es el sector caprino el más perjudicado, al disminuir en 119 granjas su presencia en la ganadería local de las 343 instalaciones registradas en 2014, seguido del bovino (-71), ovino (-66) y porcino (-36), por especies es el cerdo el que, con diferencia, pierde representación restando 3.959 cabezas a un total de 27.441 en 2014. «Esto se debe a que las granjas porcinas suelen ser mayores en tamaño y, por tanto, albergan un mayor número de animales», apunta el colectivo. Le siguen el caprino y ovino, que descienden en 2.937 y 510 cabezas, respectivamente. Únicamente «se salva» la cabaña ganadera bovina, que experimenta un incremento en el número de cabezas del 17,8%.

Asaga apunta, además, que en ganado menor (conejos y gallinas de puesta) se dan dos escenarios opuestos. Uno negativo que afecta al tejido productivo del sector cunícola (conejos) con el cierre de 25 de las 49 granjas, arrastrando consigo al 63,9% de su cabaña ganadera; es decir, de las 26.293 cabezas solo quedan 16.808 unidades. Y otro positivo donde cabe destacar la recuperación del sector avícola que suma un 20,5% de gallinas.

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias, para intentar frenar el declive de la actividad ganadera, propone al Cabildo de Tenerife activar de «manera urgente» las siguientes medidas: agilizar la tramitación, abono de ayudas y resolución de expedientes de explotaciones ganaderas; abonar la ayuda adicional a la alimentación animal con una cuantía similar a la que aportan otras corporaciones insulares; crear un bono social para familias vulnerables destinado a la adquisición de productos locales como quesos y carnes; o incentivar la compra de carnes y quesos locales en la hostelería y restauración mediante unos bonos para empresas. También solicitan la suspensión de las tasas del matadero insular por un periodo de 12 meses, una promesa del Área Insular de Agricultura, Ganadería y Pesca que no se ha cumplido todavía; o facilitar a los comedores públicos de centros sanitarios, sociales y educativos, instituciones públicas, residencias de mayores, así como empresas de servicio de caterin, la adquisición de carne y queso local a través de la empresa pública Gestión del Medio Rural.

Los informes de los mataderos de Canarias, entidades de los cabildos, también ponen de manifiesto que la ganadería de las Islas se hunde. A falta de disponer de la información de los últimos meses de 2022, durante todo este año los datos de sacrificio de caprino mayor y bovino en el Archipiélago (mayoritariamente animales de leche) han sido superiores a los de años anteriores. Así, en caprino se ha sacrificado un 70,6% más comparando 2022 y 2017 y en bovino, un 41,6% más en el mismo periodo.

Suscríbete para seguir leyendo