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«Llévese un árbol canario a su casa»

Los visitantes del centro ambiental La Tahonilla recibirán una faya hasta el 14 de diciembre

Ejemplar de faya canaria (Myrica faya) en época de madurez. El Día

El Cabildo regala ejemplares de faya para celebrar el Día del Árbol Canario, una de las especies de mayor aprovechamiento forestal y sus frutos tienen un sabor dulzón ya maduros.

El Cabildo regala ejemplares de faya para celebrar el Día del Árbol Canario que se conmemora el último domingo de noviembre. Las personas que visiten el centro ambiental de La Tahonilla, en La Laguna, hasta el próximo 14 de diciembre podrán llevarse un ejemplar de esta especie propia del monteverde, el entorno de los pinares y las zonas húmedas del bosque termófilo.

La iniciativa insular se desarrolla a través del área de Gestión del Medio Natural y Seguridad. Comenzó el pasado día 24 con este obsequio individualizado de una faya canaria (Myrica faya)

«Volvemos a celebrar este importante y bonito día para difundir la relevancia de nuestras especies e implicarnos en su conservación». La reflexión es de la consejera del departamento, Isabel García, quien resalta que, como el año pasado, «regalaremos fayas, un árbol propio del monteverde, de tamaño mediano, característico de los bosques termófilos y presente en buena medida en Tenerife, aunque no es endémico de la Isla».

En la celebración de este año se distribuirán, de manera gratuita, ejemplares de esta planta. Se trata de un árbol de porte mediano muy ramificado y siempre verde. La faya está presente en los dominios potenciales del monteverde, pinar mixto y las zonas húmedas del palmeral-sabinar. Geografía típica, por la distribución estratográfica en pisos climáticos, de Tenerife. Según altura, de la cumbre a la costa, alta montaña, pinar, fayal-brezal, laurisilva, bosque termófilo y cardonal-tabaibal.

Frutos con historia

Los frutos de este árbol se conocen popularmente como fayos, creces o erúes. Tienen un sabor dulzón cuando se comen maduros, aunque son algo astringentes –dificultan la evacuación de los excrementos–. En la época aborigen se llegó a elaborar con ellos una especie de gofio tras secarlos al sol y molerlos. Según la tradición, la infusión de sus flores tiene propiedades anticatarrales.

Esta es una de las especies de mayor aprovechamiento forestal. De ella se obtienen varas para cultivos, mangos de herramientas y aperos de labranza. Antiguamente su madera también se empleó para fabricar muebles.

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