El consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena Alonso (PSOE), considera que la variante de La Laguna, concebida para ayudar a desviar parte del tráfico que colapsa cada mañana la autopista del Norte (TF-5), es “una obra necesaria porque evidentemente va a ayudar a reducir la afluencia de vehículos en la TF-5 justo en la zona del aeropuerto de Los Rodeos, que es donde coinciden los vehículos que vienen del norte de la isla y los que se incorporan desde La Laguna”.
“Ese proyecto está en la actualidad en trámite de evaluación ambiental, su plan ya lo tenía y respecto al proyecto hay que hacerlo. Y esperamos concluirlo lo antes posible”, apuntó Valbuena en declaraciones de este viernes a la Cadena Ser. Su departamento recibió este proyecto en el pasado mes de julio y explicó que “se están poniendo todos los esfuerzos habidos y por haber con el objetivo de que en el plazo más breve posible se pueda emitir esa declaración de impacto ambiental y se pueda licitar”.
El responsable regional recalca que ese proyecto para construir una nueva carretera "es en estos momentos una prioridad para el servicio de impacto ambiental del Gobierno de Canarias”.
“Se están poniendo todos los esfuerzos habidos y por haber con el objetivo de que en el plazo más breve posible se pueda emitir esa declaración de impacto ambiental y se pueda licitar”
El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos ha mostrado sus discrepancias respecto al proyecto de la variante de la autopista del Norte (TF-5) tal y como está planteada, y entiende que no supondría una solución a las colas. En mayo formularon alegaciones a esta vía también denominada desdoblamiento o baipás, consistente en una autopista que bordea el aeropuerto desde Guamasa hasta Lora y Tamayo. El coste previsto ronda los 400 millones de euros y supondría al menos 200 expropiaciones.
Este colectivo de especialistas reclaman que se analice el trazado y modifique la rasante de los túneles, enlaces y ramales “adecuándose a la normativa vigente”; que se adecúe el proyecto a la planificación insular actual (el Plan Insular de Ordenación de Tenerife y el Plan Territorial Especial de Ordenación del Sistema Viario del Área Metropolitana de Tenerife), y que se plasme el enlace a la futura Vía Exterior en una siguiente fase, incorporándose al proyecto todos los elementos necesarios para realizar este entronque, «de forma que pueda desarrollarse de una forma sencilla en un futuro sin que esta actuación pueda quedar comprometida». Hay tres aspectos más que ponen en duda los ingenieros: que se revisen las conexiones con la TF-5 para permitir la futura conexión con el bus-VAO, que se incluya en el proyecto un estudio de tráfico y que se realice un estudio coste-beneficio de la infraestructura.
En un informe de alegaciones de 16 páginas, firmado por el decano Luis Alberto Pintor, se recoge que la propuesta realizada «no cumple con la visión global del esquema viario planteado de modo insular, sino que se centra en una solución lineal para una vía concreta, contraviniendo lo recogido en el PIOT al no conectar la TF-5 con la TF-1, y comprometiendo esta posibilidad en un futuro». Además, el Colegio de Ingenieros entiende que se traslada el problema de tráfico «hacia Santa Cruz».
