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Hartos de las colas de la TF-5

Residentes en el norte de Tenerife muestran su hartazgo en las redes sociales ante los atascos, y unos 2.000 han firmado ya para exigir soluciones inmediatas

Uno de los habituales atascos en la autopista del Norte (TF-5). María Pisaca

Después de más de 30 años de atascos continuos, promesas y soluciones que nunca llegan a la TF-5, parte de los 226.000 habitantes del norte de Tenerife utilizan en estas semanas las redes sociales para mostrar su hartazgo ante una situación que, en el mejor de los casos, podría mejorar a partir de 2028, según anunció a principios de mes el consejero de Carreteras del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga (Cs). Prácticamente cada habitante mayor de edad de los 15 municipios norteños podría contar su propia historia de sufrimiento por las colas de la TF-5, y unos 2.000 han firmado ya, a través de Change.org, para reclamar «soluciones urgentes» para acabar con unos atascos que consideran un problema«inhumano», «vergonzoso», «insoportable», «infumable», «intolerable», «angustioso» y «terrible» o, simplemente, un enorme sufrimiento colectivo.

La gente del Norte se muda al área metropolitana para no tener que levantarse tres o cuatro horas antes del inicio de la jornada laboral o de las clases; renuncia a ofertas laborales porque resulta inasumible el estrés y el exceso de tiempo que requiere recorrer cada mañana la impredecible TF-5; se levanta a las cinco de la mañana para evitar los atascos y terminar sus horas de descanso tirados en un aparcamiento en Santa Cruz o en La Laguna; añade un margen de seguridad de entre una, dos y tres horas «por si hay cola» antes de salir hacia el aeropuerto o el hospital, o directamente renuncia a cualquier cosa que requiera enfrentarse a la TF-5 en hora punta.

En las últimas semanas, este histórico problema de movilidad ha vuelto a la primera línea mediática y política aunque date de los años 90 del siglo XX. Ciudadanos, asociaciones y partidos han vuelto a exigir soluciones y, además, se generado una catarsis colectiva en la que muchas personas han expuesto de forma privada o pública lo que suponen para sus vidas las colas de la TF-5.

«He compartido coche, he cogido la guagua y ahora me levanto a las 5:30 de la mañana»

Calixto Sosa - Usuario habitual de la TF-5 desde hace 26 años

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Personas como Calixto Sosa, que gracias al teletrabajo y a la flexibilidad de su empresa, ha podido librarse de los peores días de atascos a partir de 2020. Licenciado en física e ingeniero técnico en Obras Públicas calculaba en 2015 que había perdido unos 108 días de su vida metido en los atascos de la TF-5. Unas 2.592 horas en cola en 20 años. Tiempo suficiente para viajar de Madrid a Nueva York 324 veces, o para ver 1.728 partidos de fútbol. Una media de 5,4 días (unas 130 horas) perdidos en las colas cada año. A finales de 2022, el número de días perdidos por este tinerfeño en la TF-5 ronda los 130. Más de 4 meses de su vida en cola. El sufrimiento para él empezó hace 26 años, cuando se matriculó en la ULL, y continúa en la actualidad: «He compartido coche, he cogido la guagua y ahora me levanto a las 5:30 de la mañana si quiero llegar a tiempo».

O como Fidela Velázquez, exalcaldesa de San Juan de la Rambla y presidenta de Tagoror Norte, quien advierte de que los vecinos del Noroeste, entre San Juan de la Rambla y Buenavista, son los que más sufren los problemas de la TF-5, ya que para poder llegar a la autopista deben recorrer primero kilómetros de una carretera de doble sentido «mal llamada TF-5». Y no oculta el hartazgo general: «A los residentes de esta zona no se nos puede pedir más paciencia en lo que se refiere a la calidad de las comunicaciones. Hemos aguantado como buenamente hemos podido décadas de falta de inversiones y de parcheos, soportando con resignación vías y carreteras insuficientes, que no cumplían con los parámetros de calidad y seguridad exigibles. Ya es hora de poner fin a esta mansedumbre histórica. Esta comarca despierta y exige. Porque es de justicia».

«A los residentes en esta zona de la isla no se nos puede pedir más paciencia»

Fidela Velázquez - Presidenta de Tagoror Norte

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Alisios Norte ha tratado de canalizar toda esa rabia de nuevo a través de una recogida masiva de firmas en la plataforma Change.org. En 2017, José Manuel Hernández reunió casi 11.000, pero no obtuvo respuesta de las administraciones implicadas: Gobierno de Canarias y Cabildo de Tenerife. La iniciativa de Alisios comenzó hace menos de una semana y este miércoles 16 de noviembre sumaba ya unas 2.000 firmas.

A continuación se exponen algunas de las razones publicadas por los firmantes de esta iniciativa en Change.org, como Rocío Mejía, quien asegura que lleva «20 años haciendo este trayecto; he perdido años de vida, y hay soluciones que se pueden aplicar sin necesidad de grandes obras y no se aplican. ¡Ya está bien!». O Francisco Velasco: «Llevo más de 30 años soportando estas colas de ida a Santa Cruz y la vuelta sobre las 15:00 horas. Me levanto a las 5:30 horas para estar a las 8:00 en mi trabajo por un trayecto que debería durar 30 minutos como máximo. Soluciones ya, basta de promesas y engaños de todo color político. A trabajar, soluciones hay». O Cipriano García que, simplemente, confiesa que «no se puede vivir así».

Esteban Rodríguez asegura que lleva «30 años en la cola»; Beatriz Rodríguez es «usuaria habitual» y define la situación como «vergonzosa», y Juan José Orta sólo espera «poder ir tranquilo al hospital sin tener que levantarme tres horas antes de la cita». Como Ana María Moreno, que clama por una solución y un reparto más justo de las inversiones: «Es una vergüenza, para ir al hospital o a cualquier sitio hacia Santa Cruz, hay que salir con horas de antelación. ¡Y todas las inversiones van al Sur!».

«Es una vergüenza, para ir al hospital o a cualquier sitio hacia Santa Cruz, hay que salir con horas de antelación. ¡Y todas las inversiones van al Sur!»

Ana María Moreno - Usuaria de la TF-5

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Francisco Javier Salgado es usuario de la TF-5 por las mañanas y lo define en pocas palabras: «Es un horror». Antonio Miguel Reyes opina que «se están cargando física y mentalmente a la población del Norte», y no es el único que lo considera un auténtico problema de salud. Susana Heras lamenta los efectos de la situación en los trabajadores: «Es imposible llegar temprano a trabajar. Horas y horas de atascos imposibles».

Candelaria Rodríguez cree que «ya es hora de resolver este gran problema de movilidad en la isla», y Macarena Luis detalla que circula por esa vía a diario para ir a trabajar y «un trayecto de media hora se convierte, con suerte, en una hora y 30 minutos». Nuria Pérez exclama: «¡Pierdo tiempo y dinero, para ir a trabajar!»; Tania Peraza recuerda «el sufrimiento del Norte cada día con colas interminables», y Daniel Yonte sentencia: «Perdemos media vida en la autopista».

La triple insularidad del Noroeste

Tagoror Norte denuncia la «triple insularidad» que sufren los municipios del Noroeste de Tenerife. «La doble insularidad de las islas no capitalinas al menos tiene mecanismos de compensación, pero la triple insularidad del Noroeste no tiene ese privilegio. Un desvío en la antigua C-820 por desprendimientos, accidentes o factores climatológico obliga a tomar la TF-352 hasta el casco de La Guancha, para acceder a la tortuosa e insegura TF-342 hasta Los Realejos, desde donde se accede a la TF-5. Unos 15 kilómetros más. Más tiempo perdido detrás del volante», lamentan. A su juicio, «aquí todo se multiplica por el cuello de botella de la vieja C-820, cuya capacidad de carga está al límite y colapsará cuando acabe la obra del cierre del anillo insular por el Sur».

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