Los expertos calculan que el precio de las flores ha aumentado hasta en un 20% desde 2020. La reducción de superficie cultivada en la Isla y el encarecimiento de los costes de las mercancías que se importan, entre otras razones por la Guerra de Ucrania, son los factores que originan el aumento del coste en un producto que estos días se hace imprescindible para honrar a los muertos por el Día de Todos los Santos (hoy) y de los Difuntos (mañana). Este sector de las plantas características de esta época del año multiplican su venta de manera exponencial, más de un 50%, respecto a otros periodos.
Silvia es hija de la fundadora de Flores Amparo, uno de los puestos clásicos en el exterior del cementerio de Santa Lastenia, en Santa Cruz. Expresa «sus nervios y un poco de temor, porque en estos días nos jugamos todo el año. La inversión es grande». Pero, aclara: «Como decía mi madre, si no arriesgas, ni ganas ni pierdes».
Diez euros un ramo de rosas o cinco el de crisantemos, la flor de finados, son ejemplos de la subida
Reconoce el aumento del precio, porque «lo que valía un euro ahora cuesta tres o cuatro». Pero eso «no echa para atrás a la gente». De hecho, los dos últimos años –y este se nota aún más, con el fin de las restricciones por la pandemia– «viene, incluso, más gente, aunque de forma escalonada, porque hay un fin de semana antes». Valora, quien lleva años dedicada a esta profesión, el «buen dispositivo de seguridad y transporte». Recuerda asimismo que «antes todo se concentraba en un día pero ahora es distinto». De hecho, añade, «hoy (por ayer) es el día más intenso, con trabajo toda la jornada». Mañana (por hoy), «la gente viene más tranquila, casi a pasear y terminamos al mediodía», apunta. Silvia tiene una empleada fija y estos días ha contratado a dos personas. El crisantemo es la flor más vendida, «pero la gente pide de todo», concluye.
En el otro lado está Ana. Ha comprado en una floristería, que no es la de Silvia, un ramo de diez rosas que le ha costado diez euros y otro de crisantemos, a cinco. Para un solo familiar. Lo considera «caro, sobre todo los crisantemos, una flor muy común, que crece casi en cualquier sitio y cuyo cultivo no es tan costoso como el de la rosa o el tulipán. Dios nos libre, si hablamos, por ejemplo, de orquídeas». Aporta un dato: «Mi madre tiene aquí cinco hermanos, su padre y su madre. A veinte euros –como mínimo dos ramos de crisantemos–, basta sumar para obtener una cantidad: 140 euros».
Pese a todo, los tinerfeños van a honrar hoy a sus difuntos con flores. Es la tradición y no se va romper con ella. Por muy caras que cuesten y aunque todo el mundo no se lo pueda permitir.
