Están entre los 100 ordenadores más potentes del mundo, juntos forman el número 1 de España y tienen una capacidad de cálculo que equivale a 20.000 ordenadores convencionales. Los superordenadores Teide y Anaga, que trabajan codo con codo y son capaces de realizar billones de cálculos matemáticos por segundo, son una de las grandes ventajas de Tenerife en su deseo de atraer agencias nacionales o internacionales de investigación que creen desarrollo, prestigio y riqueza.
Estos gigantes llenos de cables, desarrollados por la empresa pública Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Tenerife (ITER), se encuentran entre los argumentos de más peso para lograr al menos dos de las sedes a las que aspira el Cabildo, la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial y la Agencia Espacial Española, candidaturas que presentó la Corporación insular al Gobierno nacional el pasado jueves.
El pionero fue el Teide HPC (High Performance Computing, en español computación de alto rendimiento). Entró en funcionamiento en el año 2013 y desde entonces, esta megamáquina ofrece a investigadores, empresas y universidades un medio de alta capacidad de proceso para mejorar y ampliar el alcance de las investigaciones. El Teide HPC es capaz de alcanzar una potencia de cómputo de 260 teraflops. Teraflop es una unidad que se utiliza para medir los cálculos matemáticos que puede hacer cada superordenador por segundo. El Teide se va a cifras billonarias.
Múltiples aplicaciones
Vigilancia volcánica, simulación meteorológica, generación de animaciones en tres dimensiones para el sector audiovisual, investigaciones astrofísicas, proyectos de todos los campos, inteligencia artificial... El superordenador Teide se puede utilizar para múltiples facetas gracias a un núcleo de cientos de nodos de computación formado por los servidores Fujitsu Primergy CX250 S1, que incorporan la última tecnología en procesadores.
Ha sido tan variopinto su uso que hasta se puede decir que el Teide HPC tiene un premio Goya del cine español. El superordenador fue utilizado en la realización de la banda sonora del tinerfeño Diego Navarro para Atrapa la bandera, galardonada con el premio Goya a la mejor película de animación en 2016. También se utilizó en otra película de animación, Ozzy, dirigida por el canario Alberto Rodríguez.
Si ya el Teide tiene esa enorme capacidad, hace poco más de tres meses se le unió el Anaga. El ITER ponía en funcionamiento a finales de junio este otro superordenador que complementa y amplía las prestaciones del Teide, que pasa de tener una capacidad de 260 teraflops a 1.000, con lo que multiplica por cuatro su rendimiento.
Estos equipamientos constituyen una pieza fundamental del proyecto ALiX de desarrollo de infraestructuras para la creación de un tejido industrial en torno a las nuevas tecnologías en Tenerife. La disponibilidad de estos dos superordenadores trabajando en equipo es fundamental para que la Isla aspire a ser la primera región de Europa con una entidad de ámbito nacional que vigile la combinación de algoritmos necesarios para crear máquinas con las mismas o similares capacidades que el ser humano. Es el objetivo de la creación en España de la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial.
La inteligencia artificial ha abandonado el terreno de la ciencia ficción para entrar de lleno en nuestras vidas y, aunque todavía en una fase inicial, está llamada a protagonizar una revolución equiparable a la de internet. Sus aplicaciones en múltiples sectores –salud, economía, transporte, educación, comunicación, ciencia, cultura...– han provocado que los países y los organismos internacionales empiecen a desarrollar sus propias normas para regular la robótica.
De forma paralela, harán falta mecanismos de vigilancia. Ahí surge la necesidad de crear una agencia de supervisión, que tendrá como principal misión minimizar los riesgos que pueden traer estos algoritmos en campos como la seguridad, la intimidad y la salud de las personas, así como sobre los demás derechos fundamentales.
El Gobierno insular cree que estos superordenadores y los numerosos centros de investigación de la Isla son fundamentales para aspirar con argumentos sólidos no solo a acoger las sedes de la Agencia de la Inteligencia Artificial y la Agencia Espacial, sino también la europea de turismo y la nacional de vulcanología.
Ahí están las instalaciones del propio ITER, del Parque Científico y Tecnológico de Tenerife, del Instituto Tecnológico de Canarias y de los diferentes centros de investigación de la Universidad de La Laguna, en especial el Instituto de Astrofísica de Canarias, que gestiona uno de los centros de telescopios más importantes del mundo. El Observatorio Astronómico del Teide, uno de los mayores de Europa, ha jugado un papel importante en la carrera de la investigación científica desde los años 60.
Posee 13 telescopios para la observación nocturna y 3 solares entre los que destacan los telescopios robóticos Stella I y Stella II, ambos inaugurados en 2006. Ambos incorporan programas de inteligencia artificial que recopilan información astronómica y atmosférica que se transmite diariamente al Centro de Comunicación en Potsdam (Alemania).
Actividades en el espacio
Si la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial vigilará a los robots, la Agencia Espacial igualará a España al resto de países de su entorno que cuentan con figuras y organismos similares para orientar y dirigir las estrategias y actividades en el ámbito del espacio. Este organismo público, con un componente dedicado a la seguridad nacional, permitirá coordinar de forma eficiente las actividades y políticas nacionales sobre el espacio, así como la participación de España en programas internacionales en este ámbito. A esta agencia aspiran Tenerife y Gran Canaria.
