Seis municipios de Tenerife se unen para afrontar en común los 47,4 millones de euros que cuesta el nuevo servicio de recogida de residuos para los próximos siete años. La Mancomunidad del Nordeste es un ente supramunicipal que integra a El Rosario, Tacoronte, El Sauzal, La Matanza, La Victoria y Santa Úrsula. Juntos suman 83.300 vecinos, algo más del 9% de la población de la Isla (927.993 habitantes, según datos de 2021). El eje de la iniciativa es que unidos son más fuertes.

El salón de plenos del Ayuntamiento de El Rosario –su alcalde, Escolástico Gil, preside la entidad– acogió la Comisión Ejecutiva que aprobó el expediente de contratación del nuevo servicio de limpieza viaria y recogida de basura que dará cobertura a los seis municipios. Este documento, que regirá el concurso público, dispone de un presupuesto base de licitación cercano a los 50 millones de euros que afrontará cada municipio en función de su población. La Mancomunidad ahorra los costes de una licitación en solitario de cada una de las localidades.

Escolástico Gil (IR-Los Verdes) explica: «El diseño y la redacción de los pliegos técnicos y administrativos del contrato se adecuan a la nueva Ley del Sector Público, con el objeto de ofrecer los mejores servicios de calidad». Incluye, además de las pertinentes especificaciones técnicas, criterios de selección de servicios con la mejor calidad-precio, así como perspectivas sociales, medioambientales y de innovación.

La Comisión Ejecutiva contó también con la participación de los alcaldes de Tacoronte, José Daniel Díaz (Nueva Canarias); Santa Úrsula, Juan Manuel Acosta (Agrupación Independiente de Santa Úrsula AISU), y El Sauzal, Mariano Pérez (Coalición Canaria). Representaron a sus respectivos municipios en esta cita los concejales de Servicios Públicos de La Matanza, Miguel Ángel Pérez (PSOE), y de La Victoria, José Daniel Izquierdo (PSOE).

La isla, y por ende la Mancomunidad del Nordeste, se enfrenta a un importante reto para adecuar su política de gestión de residuos a la nueva normativa que emana de la Unión Europea y traspasa el ordenamiento nacional. Va en la línea de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU y de la Economía Circular. Más concretamente, de los requerimientos en prevención-reducción y preparación para el reciclaje de residuos.

Como novedad importante respecto a los servicios que se prestan está la obligación de los licitadores de presentar una estrategia para la implantación de la recogida de una nueva fracción de residuos, la materia orgánica, que constituye hasta casi el 40% de las basura doméstica. Como respuesta al problema del abandono de enseres en espacios públicos se requerirá a las empresas candidatas, además de la disposición de los medios necesarios para gestionar correctamente dichos residuos, la planificación de actuaciones que sensibilicen e informen a la población.

El expediente de contratación va en la línea de dar un impulso a la separación de envases ligeros, papel-cartón y aceite doméstico usado. La exigencia al concesionario es adaptarse a los nuevos canales de recogida de residuos (metales, colchones, aparatos eléctricos y electrónicos, etcétera) y gestionar correctamente los especiales como escombros, aceites negros o neumáticos. Resultará crucial la movilización de la ciudadanía, por lo que se valorará el grado de implicación de las empresas.

Entre las cuestiones a valorar figuran el desarrollo de nueva contenerización, la capacidad técnica para ejecutar acciones específicas de limpieza, la maquinaria a utilizar o el número de operarios que integrarán la plantilla.