Dácil León, Sebastián Roque, Yurena García, Pura Martín, Elena Cabello y José Luis Gómez abandonan el PSOE y el Grupo Municipal Socialista y solicitan su pase a la condición de concejales no adscritos. Justifican su decisión argumentando «los continuos incumplimientos y la alarmante falta a la verdad por parte del Partido Socialista, la poca voluntad de asumir y tomar decisiones por el bien de Ayuntamiento, del municipio y de los ciudadanos de Arona». Los reproches a la formación política llegan al extremo de sentirse engañados por los órganos supramunicipales del PSOE y afirman que «las mentiras, los engaños y la falta de información ya no se sostienen».

Mientras las secretarías de Organización de las ejecutivas insular y regional callan ante lo que en ámbitos del PSOE se considera un ejercicio de transfuguismo, los «exconcejales socialistas», según se autodefinen, explican que «abandonamos el PSOE, pero mantenemos nuestras actas porque el compromiso adquirido en 2015 y 2019 era con el municipio y los vecinos, compromiso que se mantiene firme e intacto y que nos permitirá continuar trabajando y defendiendo nuestro municipio como hemos hecho siempre».

Los seis concejales reiteran que «los órganos de decisión del PSOE» les transmitieron en numerosas ocasiones «la retirada del apoyo a Mena» y criticaron «su nefasta gestión de la crisis interna del grupo de gobierno».

Los ediles se quedan con las actas porque su compromiso es «con el municipio y los vecinos»

El «sorprendente» apoyo del partido a José Julián Mena como candidato socialista a la Alcaldía el próximo 28 de mayo contradice lo que estos seis concejales escucharon del PSOE durante los dos últimos años, según exponen en un comunicado. «Nos manifestaron en diferentes ocasiones que Mena actuaba al margen del partido, haciendo caso omiso de las directrices, de los estatutos y del reglamento y utilizándolos en base a su propio beneficio y no del partido», sostienen. «Se ha faltado a la verdad y a la palabra dada y están permitiendo que continúe el desgobierno en Arona», con el agravante de que «el PSOE ha permitido, con su posicionamiento de perfil, una situación de grave fractura que ha derivado en una inexistente gestión pública y nula atención a los ciudadanos».

Acusan al alcalde de que «no ha mostrado la voluntad de unir al grupo, ni de dialogar en el seno del partido, ni de propiciar un acercamiento de posturas». Le atribuyen, «siendo consciente el PSOE, una caza de brujas. Alejaba, aislaba o revocaba delegaciones de áreas de gobierno a todo aquel que quisiera reconducir la situación en el Ayuntamiento».

Este es el enésimo episodio en la crisis del socialismo aronero que se hizo pública el 22 de junio de 2020, cuando Mena destituyó de su cargo de concejal de Urbanismo y Patrimonio Histórico a Luis García, por «un conjunto de actuaciones adoptadas que superan los límites de la confianza depositada en la gestión de cualquier edil». Una decisión que generó la división por la mitad del gobierno de mayoría absoluta que tenía el PSOE. Luis García pasó a liderar el grupo contrario a José Julián Mena, ahora unificado en los no adscritos.

Para los seis concejales que abandonan el Partido Socialista, el origen del problema está en «las injerencias externas, con la complicidad del alcalde, de personas ajenas a la Administración pública. Creemos que buscaban una posición ventajosa para intentar hacer negocios con la información urbanística. Nuestra única petición a Mena fue la de alejar de las oficinas técnicas a cualquier agente externo a la administración y que pudiera perjudicar la gestión pública. El intento del control de la información y la tramitación urbanística, conocido hoy por muchos vecinos y empresarios en Arona, se mantiene. Y esto es, precisamente, lo que hemos puesto en conocimiento de los órganos el PSOE en numerosas ocasiones». Así lo afirman en su comunicado de ayer, en el que dicen sentirse «enormemente decepcionados» con el PSOE, pero «con la cabeza alta por haber demostrado que nuestro único interés es mejorar Arona y trabajar por el bienestar de los vecinos».

Los concejales hablan de «injerencias de personas ajenas a la administración» en la formación socialista

La primera escenificación de las discrepancias en el gobierno de Arona se registró el 9 de marzo de 2020, cuando Luis García convocó al grupo para expresar malestar y dar a conocer una grabación entre empresarios y un abogado externo al Consistorio. El día 22 de junio fue destituido de su responsabilidad como edil de Urbanismo. García puso en conocimiento de la Fiscalía presuntas irregularidades en la gestión municipal (2 de julio de 2020) –asunto archivado en mayo de 2021–, antes de que el PSOE pidiera su acta y la del alcalde (10 de julio de 2020), que derivó en la expulsión de ambos. García la aceptó, Mena acudió a la vía judicial y ganó, por lo que permanece en el PSOE. El pasado 17 de agosto, el juez archivó la denuncia de varios de los ahora no adscritos contra el alcalde y el secretario accidental por impedir el paso de Mena a no adscrito.