Unas 5.500 personas acompañaron ayer a Nuestra Señora de Abona en uno de los últimos actos de las Fiestas Lustrales en su honor y después de casi un mes y medio de celebraciones. La localidad de Punta de Abona vivió la última parte de una bajada que arrancó a las 8:00 horas de la mañana en la Villa de Arico. La devoción y el espíritu festivo fueron las notas predominantes en un día para señalar en el calendario de este municipio del sur de la Isla.
La casualidad -y la necesidad de retrasar las Lustrales del año pasado a este 2022 debido a las limitaciones de la pandemia- hicieron que estas fiestas coincidieran con el 300 aniversario de la aparición de la venerada imagen en la costa de la localidad. El alcalde de Arico, Sebastián Martín, celebró el éxito del que han gozado los festejos. «Este es sin duda un día especial. Después de haber tenido que aplazar los actos por el covid, se nota que todo el pueblo tenía muchas ganas de celebrar y honrar a Nuestra Señora de Abona. Todos los barrios se han volcado», destacó el dirigente. «Hemos tenido una peregrinación que ha pasado por los 20 núcleos de la localidad», recordó. Por su parte, la concejal de Fiestas y Cultura, Dácil Cano, quiso agradecer a todos los vecinos y vecinas su colaboración en los actos. «La gente tiene ganas de fiesta y eso se nota. Todo ha salido según lo previsto y además estamos disfrutando de una jornada excepcional», dijo.
Tras salir desde la Villa de Arico acompañada de unos 30 vehículos -muchos de ellos carrozas engalanadas y con grupos de vecinos ataviados con las vestimentas tradicionales- la imagen de la Virgen llegó a la entrada del Porís en torno a las 13:00 horas. La de ayer fue la edición número 13 de este recorrido de la talla mariana hasta el punto donde fue hallada hace ya tres siglos. La primera vez que se organizó fue al inicio de los años 60. Nuestra Señora de Abona ostenta el rango de alcaldesa honoraria y permanente del sur de la Isla y es, además, la patrona de Arico.
«Tras aplazar los actos por el covid, se nota que el pueblo tenía muchas ganas de celebrarlo»
Asimismo, la bajada sirvió para que la Virgen volviera a pasar por algunos de esos más de 20 núcleos por donde ha sido llevada en peregrinación durante las últimas semanas. Desde la Villa se dirigió hasta La Cisnera, El Río, de nuevo a La Cisnera y la Villa, a Teguedite, a Arico Nuevo y a Arico Viejo para ser conducida hasta la entrada del Porís de Abona. Allí, junto a la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, fue descendida de la carroza en la que había sido transportada para ser portada a hombros por los fieles hasta el cercano núcleo de La Punta. Tras un emotivo descenso desde el vehículo que la portaba, la talla comenzó su recorrido entre gritos de «¡viva!» y folías entonadas en su honor.
La peregrinación que durante semanas protagonizó la talla por toda las localidades de Arico se completó ayer con la que discurrió entre el Porís y La Punta. Según las autoridades locales, se completaron un total de más de 80 kilómetros a pie en honor de la imagen en esta edición.
«Todo ha salido según lo previsto y disfrutamos de una jornada excepcional»
A su llegada a La Punta, fue trasladada al interior de la Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes. Allí permanecerá hasta hoy, momento en el que volverá a ser trasladada hasta la Villa de Arico. La jornada festiva continuó en horario de tarde con la actuación de uno de los grupos más emblemáticos de las Islas: Los Sabandeños. La misa en honor a la Virgen se celebró a las 20:00 horas para continuar con la procesión de las candelas y una impresionante exhibición de fuegos artificiales.
Hoy, la localidad de La Punta se despertará para asistir a una luchada institucional, la posterior misa, el acto de despedida en la plaza y la subida de la imagen, que está vez no hará paradas en los barrios e irá directamente hasta el templo de San Juan Bautista, morada habitual de la talla.
Tres siglos después de que la imagen de Nuestra Señora de Abona apareciera en las costas de Arico, los vecinos de la localidad volvieron ayer a entonar canciones en honor de su patrona y acompañarla en su bajada desde la Iglesia de San Juan Bautista hasta la hermosa costa del Porís y La Punta.
