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Candelaria

Las microalgas serán más frecuentes y causarán más problemas en las playas canarias

El Gobierno canario aclara que es una consecuencia del cambio climático en las costas | Los técnicos ven difícil predecir en tiempo real la playa que puede resultar afectada

Microalgas en el litoral de la playa de Candelaria. E. D.

Las proyecciones de cambio climático actuales en Canarias apuntan a un aumento progresivo de la temperatura del agua del mar, lo que presagia que la aparición de concentraciones de microalgas en los próximos años «es esperable». El viento es el factor que determinará su presencia en el entorno de las Islas y la llegada a sus costas. Así lo exponen desde el Servicio de Biodiversidad de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial.

Las acumulaciones de Trichodesmium erythraeum registradas durante la última semana en el este y sureste de Tenerife «son las mayores detectadas en una imagen de alta resolución después del evento de 2017», considerado como «el episodio más intenso y duradero de todos» los que se conocen en Canarias durante los últimos 15 años. Agosto de 2004 y octubre de 2011 fueron, también, meses de una notable presencia de microalgas en las costas del Archipiélago.

Aunque Candelaria, y algún punto de Santa Cruz (San Andrés y Añaza), fueron los lugares más afectados visiblemente, «los blooms de microalgas no son un fenómeno local, aunque creen alarma social allí donde se acumulen las manchas o filamentos», apuntan técnicos del Gobierno regional. Esta cianobacteria es común en mares subtropicales y tropicales cálidos, como el caso de Canarias. «No está considerada como nociva por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Unesco (IOC-Unesco, por sus siglas en inglés).

La acumulación en determinados puntos del litoral «está condicionada por la dirección del viento, las corrientes y la presencia de obstáculos en el litoral, que generan zonas de calma que pueden actuar como trampas de los filamentos de Trichodesmium». Su dinámica de formación y dispersión es muy rápida, «del orden de horas o días, de la misma forma que su transporte y alcance a la costa». Las corrientes costeras son complejas y cambian constantemente, «por lo que es difícil la predicción en tiempo real de la playa que pueda ser afectada. En cuestión de horas pueden detectarse y desaparecer», apunta el Servicio regional de Biodiversidad.

Recomendación vigente

El pasado domingo fue cuando las autoridades municipales desaconsejaron el baño en todas las playas de Candelaria, debido a la presencia de microalgas. Una semana después, la recomendación sigue vigente, si bien la ausencia de manchas por la concentración de esta cianobacteria no impide el uso de cualquier zona de baño de la Villa Mariana. El caso de Santa Cruz fue más leve, no teniendo que usar la recomendación de no bañarse en San Andrés (no en Las Teresitas) ni en Añaza.

Aunque no se sabe exactamente el mecanismo o la combinación de mecanismos que desencadenan el desarrollo de los blooms de Trichodesmium, «en todos los casos se ha observado que coinciden con un incremento de la temperatura superficial del mar (más de 22,5° C), una disminución drástica del viento (menos de 5 m/s), una formación acusada de capas de la columna de agua e intensas deposiciones de polvo mineral sahariano (calima abundante), aunque si bien este último parámetro influye en el crecimiento, no parece ser determinante».

Desde 2019, la consejería realiza muestreos periódicos en Tenerife, El Hierro y Gran Canaria; se obtiene información sobre la presencia puntual a través de la colaboración ciudadana mediante RedPROMAR, colaboradores y el servicio de seguimiento y control ambiental que realizan las embarcaciones de Lucha contra el Cambio Climático, además de la colaboración de otras administraciones. Cuando se observan floraciones, se procede a tomar muestra y el Observatorio Marino de Algas Nocivas las analiza e informa sobre el organismo que lo forman, la intensidad del bloom, su posible toxicidad y las recomendaciones.

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