El Cabildo de Tenerife comenzará a abonar en las próximas semanas la subvención de 140.000 euros a las diez cofradías de pescadores de la Isla anunciadas a principios de verano para contribuir a sufragar sus gastos corrientes y de esta manera impulsar la actividad de la pesca artesanal y garantizar su viabilidad. Esto anunció ayer el presidente insular, Pedro Martín, que indica que «desde el comienzo del mandato uno de nuestros objetivos principales ha sido la defensa del producto local y del trabajo de los profesionales del sector primario, en este caso hablamos de la pesca, pero también del aceite, del vino, de la papa o de la miel, entre otros».

Martín incide en «la importancia» de dinamizar las cofradías, promover los productos pesqueros artesanales y contribuir al sostenimiento de la pesca profesional, y recuerda que «en estos tres años de mandato hemos más que triplicado el presupuesto para pesca». «De hecho, en total, este gobierno ha dedicado más de dos millones de euros al fomento de la pesca artesanal», puntualizó el presidente del Cabildo. Por su parte, el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, señala que cada cofradía recibirá un total de 14.000 euros. En este sentido, recuerda que «las cofradías de pescadores garantizan las condiciones sanitarias de los productos pesqueros y suponen la herramienta inicial contra el furtivismo, que destruye nuestra economía y nuestro medio ambiente».

Las cofradías de pescadores asesoran y orientan a sus miembros sobre los trámites que los pescadores han de llevar a cabo, como la gestión diaria de permisos, autorizaciones y trámites ante diferentes administraciones, además de informar, gestionar y tramitar ayudas, programas y subvenciones. Del mismo modo, son las entidades autorizadas para realizar el trámite de la primera venta de los productos pesqueros del archipiélago, un procedimiento por el que deben pasar todos los productos pesqueros para ser legales antes de entrar en la cadena de comercialización.

La actividad pesquera en Tenerife se caracteriza por el tamaño mediano de sus embarcaciones, por la limitada potencia de sus motores y por unas tripulaciones compuestas, en la mayoría de los casos, por miembros de una unidad familiar. Las embarcaciones artesanales desarrollan estrategias polivalentes de captura, todas ellas sostenibles, para aprovechar la diversidad de los ecosistemas insulares.