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granadilla de abona

Los criadores demandan respaldo para salvar a la abeja negra canaria

Emprenden acciones para que Tenerife sea declarada reserva de

la especie | Las autoridades ni siquiera responden a la propuesta

Un enjambre de abejas negras canarias. | | E.D.

Gobierno de Canarias, Cabildo y a los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como de Transición Ecológica y Reto Demográfico no han respondido a la propuesta de impulsar la declaración de Tenerife como reserva única para la protección, conservación, recuperación y selección de la abeja negra canaria. Lo asegura el colectivo que aglutina a los apicultores en Canarias, Crianca, cuyo presidente, Juan Vicente Morales, anuncia que «se van a iniciar una serie de medidas legales y administrativas» por tal motivo.

El 16 de marzo fue cuando la Asociación de Criadores de Abeja Negra Canaria presentó la iniciativa de forma oficial, con el apoyo de 1.500 firmas (hoy ya superan las 2.200) y el arrope institucional de ayuntamientos como Granadilla de Abona, San Miguel de Abona, Arona, Adeje, Guía de Isora y Santiago del Teide. El objetivo es «lograr la protección, conservación, recuperación y selección de esta especie única y autóctona, que se encuentra en grave peligro de extinción».

Los criadores de abeja negra canaria entienden que «las autoridades no han cumplido con las normas, ni con la legislación vigente, que les obliga a actuar y promover la creación de la normativa que se demanda desde Crianca para proteger a nuestra abeja negra canaria». Juan Vicente Morales califica de «vergonzoso, injusto, despreciable, reprochable... sería quedarse muy corto a la hora de calificar la incapacidad, mezquindad, incompetencia y falta de escrúpulos que tienen los mandatarios y políticos que nos desgobiernan».

El hecho de que las autoridades no respondieran a la propuesta lleva a Crianca a anunciar que «se van a iniciar una serie de medidas legales y administrativas para protestar contra esta falta de respeto hacia la ciudadanía y contra el incumplimiento de las obligaciones de las autoridades», apostilla la asociación.

Juan Morales argumenta que la abeja «está considerada el insecto más valioso para el ser humano y la naturaleza, como anillo fundamental de la cadena alimentaria». Gracias a su trabajo de polinización, garantiza más del 40% de la producción de alimentos y el 80% de las plantas dependen de este proceso. Es el primer eslabón de la vida, el más estudiado y el menos conocido. «Está claro que las instituciones públicas no van a hacer nada al respecto», reflexiona el presidente de Crianca.

En los últimos 20 años, debido al contacto de la apicultura isleña con la de otras latitudes, así como por la instalación, en el pasado, en Canarias de iniciativas empresariales relacionadas con la cría de abejas, se ha producido la llegada de ejemplares seleccionados pertenecientes a otras razas, con finalidades de tipo productivo.

La existencia de explotaciones apícolas de razas foráneas en Tenerife genera la hibridación de nuestra raza local, lo que se traduce en abejas más agresivas a corto plazo y un deterioro continuo de su pureza y su extinción a medio plazo. «La abeja negra canaria forma parte de nuestro patrimonio y es nuestro deber protegerla. En este sentido, vamos muy por detrás de La Palma, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, donde ya existe una legislación como la que reclamamos».

El principal objetivo de la asociación Criadores de Abeja Negra Canaria es la protección, conservación, recuperación y selección de este endemismo.

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