La XXXVII Feria de Artesanía de Pinolere se inauguró este viernes 2 de septiembre de 2022 en La Orotava con la ilusión que genera el regreso sin restricciones de la muestra artesanal más importante de Canarias, pero también con la preocupación que anida en un sector en crisis que ve desaparecer oficios con siglos de historia por la falta de oportunidades, la escasa rentabilidad y el tantas veces inexistente relevo generacional. Pinolere regresó con brío y más público del que solía ser habitual en su primera jornada, pero con una preocupante reducción de alrededor del 30% en el número de puestos. Tras lo peor de la pandemia de Covid-19, la suspensión de decenas de ferias y las actuales dificultades económicas por el aumento de precios, Pinolere ha logrado reunir a 151 artesanos, 59 menos que en la edición de 2019, con el firme objetivo de empezar a remontar.

El gerente de la Asociación Cultural Pinolere, Jesús García, conoce a fondo el sector y no oculta su preocupación por el futuro de la artesanía en Canarias: «Hay que reconocer que el sector está pasando por un momento muy malo. La pandemia ha jugado una mala pasada y la crisis actual tampoco ayuda al sector artesano, al que también afecta mucho la subida generalizada de precios. A eso hay que añadir que la gente no está comprando artesanía, ya que no se considera un producto prioritario. Eso implica que muchos artesanos hayan tenido que cerrar sus talleres y dedicarse a otra cosa. Esa es la realidad y hay que reconocerlo».

García también destaca que «el golpe es mayor en los oficios más tradicionales, como la cestería, la carpintería o la alfarería. Cuesta que la gente le dé la importancia que tienen y hay otros oficios que han tenido más fácil adaptarse a la nueva sociedad y las nuevas demandas. Son oficios tocados, aunque veamos que la gente aún compra cestería, la realidad es que compran sobre todo productos de fuera y de bajo coste». El aumento del consumo es clave para que la situación empiece a cambiar desde este fin de semana.

Patafísica interpretó la canción Tesoros vivos, creada para esta edición de la Feria de Pinolere, antes el homenaje institucional a artesanos y artesanas de las ocho islas, y también a sus alumnos o aprendices. Tras la entrega de los Cho Feriantes de Honor y del XIX Premio Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava, el alcalde villero, Francisco Linares (CC), puso el dedo en la llaga y lanzó «un SOS» a todos los partidos y a todas las administraciones públicas. «Hay que proteger y apoyar a los artesanos» para evitar que continúen desapareciendo oficios que conforman la identidad canaria y que forman parte de la historia y del patrimonio común. El presidente insular, Pedro Martín (PSOE), compartió esta preocupación por la artesanía y su futuro, «un valor que entre todos debemos proteger». Y recordó que el Cabildo ha incrementado un 157% las partidas destinadas al sector artesanal en el año 2022.

“Lo de este año es una advertencia”

El alcalde de La Orotava, Francisco Linares (CC), dio ayer la voz de alarma durante la inauguración de la Feria de Pinolere y subrayó que la reducción de 210 a 151 puestos de este año «es una advertencia», consecuencia de los daños colaterales de una pandemia que «se ha llevado por delante a muchos artesanos» que, al no poder hacer frente sus gastos más básicos, han abandonado la actividad. Linares pidió unidad a todos los partidos «para proteger y dignificar este sector», comprometer más fondos públicos y evitar la desaparición de tantos oficios artesanales que representan la identidad canaria. «Es un SOS, una alerta a los responsables públicos para que pongamos las fichas financieras necesarias», advirtió.


Para Pedro Martín, el relevo generacional es «el gran problema de futuro» y mostró su compromiso para, desde la administración insular, hacer lo posible para ayudar a que se produzca. La consejera regional de Turismo, Industria y Comercio, Yaiza Castilla, también remarcó la implicación del Gobierno de Canarias para que, con la colaboración de todas las administraciones, «el sector se sienta respaldado y pueda seguir adelante». Un objetivo para el que las nuevas tecnologías serán un potente aliado, a juicio de Castilla, quien resaltó que «en los momentos más duros de la pandemia el sector de la artesanía en Canarias ya mostró su resiliencia».

«En los momentos más duros de la pandemia, el sector mostró su resiliencia»

Yaiza Castilla - Consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias

Pese a la reducción en el número de puestos, la Feria de Pinolere no ha perdido atractivo ni interés y, si el tiempo acompaña, espera reunir a miles de personas hoy y mañana en el recinto ferial de las medianías de La Orotava. Como en ediciones anteriores, la feria combina la artesanía con una importante oferta gastronómica y de productos locales: quesos canarios, mieles, repostería, delicias de La Palma y de Los Realejos, quesadillas herreñas, turrones tradicionales, almendras garrapiñadas, cervezas y licores artesanales, bizcochos y suspiros de Moya, mojitos, zumos naturales y productos tan novedosos como el helado con leche de cabra y fresas o los vinos de plátano. Tampoco falta el tradicional ventorrillo donde reponer fuerzas con los platos de siempre.

La oferta de puestos de esta edición incluye numerosos ejemplos de nuevas artesanías adaptadas a los gustos y necesidades actuales, con una importante presencia del sector textil, la marroquinería y la joyería. Se puede encontrar prácticamente de todo: carros y vehículos de verga y latas que elabora el veterano Rafael Bello; las riñoneras, bolsos y maletas de marroquinería moderna de Dimas León y su Arte con Jeito; las joyas de Juli Ruiz; la moda de Jonathan Barroso; la alfarería tradicional de Imil; los instrumentos musicales de Domingo Martín; los esmaltados de Emma Vilageliu, o los cuchillos canarios de Felipe Ojeda y Daniel Castro El Pete. Una lista interminable que incluye juguetes, telas decoradas, cerámica, materiales reciclados, pirograbados de papel y cartón, libros convertidos en obras de arte, encuadernación artesanal, almazuelas, muñequería, miniaturas, calado contemporáneo, vestimenta tradicional, cosmética y perfumes, jabones, cuero, plata, instrumentos musicales, macramé, cestería o lana.

Artesanos y artesanas regresan a Pinolere con la ilusión de dar a conocer su producción y obtener los necesarios ingresos para poder seguir adelante. Una labor que no siempre es sencilla, tal y como explicaba la alfarera Imil, de Arona. Ella ponía el foco en las dificultades burocráticas a las que también se enfrenta el sector: «Pinolere no pone tantas trabas ni requisitos para poder asistir a la feria, pero en otras no ocurre lo mismo y nos encontramos con dificultades. En mi caso, como alfafera tradicional, conservo todo el proceso, desde la búsqueda de material hasta el horno de leña, pero lo cierto es que a veces tenemos problemas para extraer el material, ya que se considera una extracción de áridos que también implica más burocracia». A su juicio, una de las maneras de ayudar al sector sería, precisamente, simplificar los tediosos trámites a los que muchas veces deben enfrentarse.

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La Feria de Artesanía de Pinolere estará abierta este sábado 3 y domingo 4 de septiembre, de 10:00 a 20:00 horas. La entrada al recinto cuesta 2,5 euros (1,5 euros para los menores). Un año más se ha puesto a disposición del público un servicio gratuito de guaguas, con dos micros que saldrán con frecuencia hacia el recinto ferial desde la avenida Sor Soledad Cobián, en el casco de La Orotava. La jornada de hoy estará dedicada a las tradiciones de Los Realejos, su sello gastronómico y el 400 aniversario de la primera siembra de papa bonita en Icod el Alto. Además, podrán verse las exposiciones dedicadas a los instrumentos musicales guanches, y a botellas, galones, garrafas y garrafones.

Homenajes y premios

La inauguración de la Feria de Pinolere comenzó este viernes con un homenaje a ocho artesanos de todas las Islas Canarias y a algunos de sus alumnos o aprendices. Se reconoció a Juan Ramírez Pérez e Iván María Quintana Ramírez, artesanos de Gran Canaria dedicados a la cestería de junco, anea y lino; a Maura Padrón Acosta y Venancio Acosta Padrón, tejedores de lana de El Hierro; a María Solbeida Marante de Paz y Elisa Pérez González, tejedoras de seda de La Palma; Carmen Betancort Romero y Antonio Emilio Betancort Fernández, roseteros de Lanzarote; Marcelino Reyes González y David Guijarro del Castillo, artesanos tinerfeños de cestería de castaño; a título póstumo a Josefa Acosta Rodríguez, locera-alfarera de Fuerteventura, y a su alumna María Victoriana García Acosta; a las artesanas de indumentaria tradicional de La Graciosa Carmen Hernández Álvarez (que no pudo asistir por cuestiones de salud) y a María Jesús Páez Páez, y a José Correa Méndez y María de la Candelaria Luis González, de La Gomera, dedicados a la cestería de mimbre y caña.


Cho Feriantes de Pinolere

La Asociación Cultural Pinolere también entregó durante la inauguración sus premios Cho Feriantes de Honor 2022 a la Asociación de Vecinos Maninindra de La Florida (La Orotava), en la modalidad institucional, por «llevar las riendas de diversos proyectos para enaltecer las tradiciones y la cultura popular de Tenerife y Canarias»; a la Asesoría Cayetano Méndez (La Laguna), en la modalidad empresarial, «por su constante apoyo y fe en el trabajo de Pinolere», y a Juan Manuel Delgado Hernández, vecino del barrio, por «su trabajo desde los inicios de esta asociación cultural».


XIX Premio de Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava

El Ayuntamiento de La Orotava entregó además su XIX Premio de Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava, que en este 2022 recayó en dos colectivos de apicultores de Tenerife, a los que se ha querido reconocer su dedicación y entrega en el mantenimiento de la elaboración artesanal de mieles. Se trata de la Asociación de Apicultores del Norte de Tenerife, representada por su presidente Juan Jesús Ramos González, y la Asociación Tinerfeña de Apicultores (ATA), que recibió el galardón en manos de Manuel Marrero Fariña.