El año del centenario del Tenerife está teniendo un poco de todo, un uniforme, un himno, un libro, varias exposiciones, foros, charlas... y también una visita a Ciudad del Vaticano para participar en la audiencia general del papa Francisco, celebrada ayer. Allí, una representación del club, encabezada por el presidente Miguel Concepción, tuvo la oportunidad de compartir unos minutos con el pontífice. Un momento «entrañable y bonito» –contó el dirigente–, una breve charla futbolera, dado que su santidad domina el tema, y la entrega de regalos blanquiazules.

Por si acaso, Concepción se animó a pedirle a Francisco que le eche «una manita con alguna oración» para que el equipo entrenado por Luis Miguel Ramis –se quedó en la Isla preparando el partido del domingo ante el Lugo– llegue más lejos que la campaña pasada, es decir, a la Primera División.

El objetivo no es otro que recuperar el estatus de los mejores tiempos, a ser posible, los de la década de los 90, cuando el Tenerife estaba de moda y cruzaba fronteras, entre otras cosas, por la presencia en su plantilla de técnicos y jugadores argentinos del prestigio de Jorge Valdano o Fernando Redondo, compatriotas de Francisco. Ese fue el enlace perfecto para romper el hielo ayer. Para su santidad, el club representativo no es ningún desconocido. «No hay que olvidar que por nuestro equipo han pasado figuras importantes de su país y que seguimos siendo una referencia en Argentina», indicó Concepción haciendo un balance del encuentro con el pontífice. «Fue todo muy agradable y, de paso, le pedimos que nos eche una manita para poder lograr el ascenso en este año del centenario», confesó el empresario.

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Visita del CD Tenerife al Papa El Día

Concepción explicó que la visita a Ciudad del Vaticano se programó hace tiempo, cuando en 2021 se creó la comisión que se iba a encargar de los actos relacionados con el centenario del club. La posterior intervención del obispo de la Diócesis Nivariense, Monseñor Bernardo Álvarez, resultó esencial para que la entidad deportiva pudiera estar presente en la audiencia de ayer. «Ha sido algo entrañable, estamos todos emocionados», insistió el presidente. «Que nos haya dado audiencia su santidad, es una satisfacción para nosotros; y, sobre todo, en esta efeméride del centenario. Ha sido muy agradable y estamos muy contentos», declaró Concepción.

En plena semana de competición, no pasó por alto el reciente estreno del equipo en Liga, con derrota en el estadio del Eibar. «Un partido no te dice nada, podía haber ocurrido cualquier cosa y quizás lo más justo hubiera sido un empate», advirtió para situar el objetivo de la temporada en «competir bien» y «luchar por los puestos altos para lograr el ascenso», meta para la que será esencial tener un «equipo compensado».

Por parte del club también asistieron los consejeros Conrado González, Samuel Gómez y Juan Manuel Quintero, así como el director deportivo Juan Carlos Cordero y los accionistas de referencia José Miguel Garrido, Amid Achi y Juan Pelayo. Con ellos, los presidentes del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife, Ángel Víctor Torres y Pedro Martín; el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga; y el obispo Bernardo Álvarez.

Invitado a Canarias

Ángel Víctor Torres calificó como «histórico y muy emotivo» el acto desarrollado en el aula Pablo VI, ya que el papa «es una personalidad que va más allá de lo religioso». En esta línea, opinó que Francisco es «un ejemplo en el aspecto ético y moral, y en su mensaje de trabajar para los más vulnerables». Por todo esto, afirmó que el Tenerife acertó al solicitar su presencia en la audiencia. «Coloca a Canarias en el mapa», añadió. Precisamente, el jefe del gobierno autonómico aprovechó la ocasión para invitar al pontífice a visitar el Archipiélago. «Sería un honor», aseveró. «Compartimos la lengua y muchas más cosas con Argentina y Latinoamérica, y ha sido un momento especial para el club, para el deporte y para Canarias», dijo.

Por su parte, Martín puso de relieve la sencillez que mostró Francisco en una charla con la delegación blanquiazul que resultó «breve, pero muy cercana». El presidente del Cabildo de Tenerife reveló que el pontífice tuvo tiempo para compartir alguna broma y que condujo el intercambio de impresiones con un «tono distendido», principalmente para trasladarle al club «sus mejores deseos».

Un papa futbolero

La visita del Tenerife no es la única de un club de fútbol que ha tenido Francisco en los últimos meses. Sin ir muy lejos, el pasado mes de marzo bendijo los cien años de existencia de uno de los rivales del equipo blanquiazul, la SD Ponferradina. En realidad, su vida ha estado vinculada a este deporte, ya fuera como jugador amateur –portero– o como seguidor confeso del San Lorenzo de Almagro (Argentina) y, cómo no, de la selección albiceleste, a la que también ha recibido en el Vaticano, así como a la absoluta de Italia, a clubes como San Lorenzo –por supuesto–, Boca Juniors, FC Barcelona, Lazio o Roma, a dirigentes de FIFA y UEFA... Su afición ha sido el reclamo perfecto para elegir el regalo ideal en cada visita: una camiseta de fútbol. Ahora tiene otra dentro de su extensa colección, la del Tenerife.

Regreso a Roma

Por un motivo diferente, el Tenerife viajó a Roma hace 26 años. El sorteo de los emparejamientos de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA había cruzado al equipo insular con la Lazio. El 15 de octubre de 1996, celestes y blanquiazules se enfrentaron en el estadio Olímpico de la capital italiana en el duelo de ida. Ganaron los locales por un único gol anotado por Nedved. La vuelta, disputada en el Heliodoro Rodríguez López el 29 de octubre de 1996, dejó para el recuerdo uno de los encuentros más espectaculares de la centenaria historia del Tenerife. La escuadra preparada por Jupp Heynckes se impuso por 5-3 y pasó a octavos.

Los regalos y la anécdota de la bufanda

El papa Francisco tiene desde ayer una camiseta del CD Tenerife, con el diseño exclusivo del centenario, serigrafiada con su nombre y con el número 10 a la espalda, un dorsal relacionado con estrellas argentinas como Maradona o Messi. La delegación tinerfeña también le hizo entrega de un banderín, del libro de los cien años del club, de una pintadera y de una bufanda. Este último obsequio sacó a relucir el sentido del humor del pontífice, quien cuestionó a los visitantes si en Canarias hacía falta llevar una prenda como esa. Ángel Víctor Torres, presidente del gobierno autonómico, compartió esa anécdota. «Nos preguntó, bromeando, si hacía tanto frío en Canarias». Asimismo, Torres apuntó que las pintaderas «reflejan la realidad canaria prehispánica».