La Laguna se convertirá el 1 y 2 de julio del próximo año en «el mejor paraíso del perreo». Esto ha anunciado la promotora del mismo festival de reguetón que fue cancelado el pasado 30 de julio en San Miguel de Abona al no cumplir con los requisitos de seguridad. La empresa mantiene su objetivo de celebrar un festival en Tenerife y ha elegido para la que sería su primera edición en la Isla a La Laguna como su sede después del fiasco de este verano en el Sur, tal y como adelantó el portal digital atlanticohoy.com.

El Ayuntamiento de La Laguna confirmó ayer que la promotora del Reggaeton Beach Festival le ha comunicado que va a pedir permiso para celebrar la edición de 2023 en algún punto del municipio por determinar. «El evento se celebrará en La Laguna, ciudad universitaria y considerada Patrimonio de la Humanidad. Desde ya nos ponemos a trabajar para convertir Tenerife en el mejor paraíso del perreo de toda nuestra historia», aseguran los organizadores en el mensaje enviado a las miles de personas –casi 20.000– que se calcula compraron la entrada para la cita de este año en Amarilla Golf y se quedaron finalmente sin festival.

Volvería J. Quiles, denunciado por el recital del 31 de julio en el paraje protegido de la playa de La Tejita

Los promotores han ofrecido entre las opciones para la devolución del dinero canjear la entrada del evento suspendido por un abono de la misma categoría «para los dos días de festival de 2023, sin ningún coste adicional». Por el precio de un día, pues el festival del Sur cancelado se iba a concentrar el 30 de julio, los afectados que elijan esta opción disfrutarán de dos jornadas «con grandes artistas y un sinfín de sorpresas» para la edición lagunera de 2023. La promotora, una empresa con sede principal en Barcelona, promete que los principales artistas que estaban invitados a San Miguel de Abona este año –Anuel AA, Myke Towers o Justin Quiles– «ya están confirmados para 2023».

La empresa anunció la cancelación del festival que tenía previsto para el 30 de julio solo 13 horas antes de su celebración y después de que el Ayuntamiento de San Miguel mantuviera la suspensión de la autorización porque la documentación no cumplía con la ley ni garantizaba la seguridad. Uno de los artistas invitados, J. Quiles, estadounidense de origen puertorriqueño que se encontraba en la Isla cuando se conoció la suspensión, decidió organizar por su cuenta un día después, el 31, un recital en la playa de La Tejita, en el municipio de Granadilla de Abona. Tuvo que suspenderlo ante el colapso de tráfico que se formó. La asociación ecologista Salvar La Tejita ha denunciado a J. Quiles por los daños causados por su concierto improvisado en un espacio de El Médano que está protegido.