En su última sesión, el Pleno del Ayuntamiento de Güímar reprobó al concejal de Personal, el socialista José Miguel Hernández, con los votos favorables del PP (grupo proponente) y de Raquel Díaz (Cs), además de las abstenciones de Coalición Canaria (CC), de los concejales Airam Puerta y Beatriz Perdomo (PSOE) y de SSP-IU. Solo sus otros dos compañeros de grupo, Patricia Encinoso y Cándido Gómez, lo apoyaron al votar contra la propuesta del Partido Popular.

El PP solicitó la «apertura urgente» de un expediente para depurar un presunto acoso laboral sobre la secretaria general de la Corporación y la reprobación del concejal José Miguel Hernández, al que atribuye tal actitud «por no plegarse a sus peticiones», especifica la moción popular.

Estas peticiones, expone el PP, serían firmar un decreto para abonar 59.000 euros de subvención a una persona, informar con carácter desfavorable el expediente de reducción de la jornada laboral del personal municipal «al no constar la debida recuperación del horario, como obliga el ordenamiento jurídico», y «la actitud reiterativa, a través de la plataforma de administración electrónica, exigiendo las firmas de documentos con carácter inmediato».

Asimismo, el PP recuerda que el anterior concejal de Personal, el también socialista Cándido Gómez, planteó expedientar a la misma funcionaria, «a solicitud de la Policía Local de La Laguna», por la «indiferencia» que atribuyen a la secretaria municipal «ante las críticas a la citada Policía» mientras presidía un tribunal de pruebas de acceso al cuerpo güimarero.

Así lo incluye la propuesta del PP aprobada de forma íntegra, acuerdo adoptado después de que el gobierno municipal diera el visto bueno a «iniciar el protocolo de acoso laboral» con que se dota el Ayuntamiento de Güímar. Planteamiento este expresado por el alcalde, Gustavo Pérez, que contó con el rechazo del PP y las abstenciones de Cs y SSP-IU.

«Damos auténtica vergüenza para los vecinos de Güímar en una cosa tan seria como es el acoso, que en este Ayuntamiento tiene un protocolo, pero aquí quieren un espectáculo, aquí lo que interesa es montar un teatro», dijo el alcalde, Gustavo Pérez. El mismo dejó en el aire una cuestión: «¿Cómo reprobamos algo que no se ha demostrado?».

José Miguel Hernández, el concejal afectado, aseguró al Pleno que los técnicos «no encuentran indicios» de acoso. «Aquí se ha intentado dejar la duda de que los hay», añadió antes de afirmar que el protocolo de acoso se activó por insistencia del alcalde y suya.