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Los cazadores saldrán a la calle contra la Ley de Bienestar Animal

El colectivo isleño expresa «incredulidad e indignación» por que sus perros deban ser registrados como animales domésticos

Manifestación de cazadores por las calles de Santa Cruz, el pasado 20 de marzo. Carsten W. Lauritsen

El Gobierno del Estado dio el pasado lunes otro impulso a la implantación de la nueva la Ley de Bienestar Animal al aprobar el Consejo de Ministros un borrador que despierta la oposición frontal del sector de la caza en Tenerife. Sus representantes manifiestan «incredulidad e indignación» ante un documento que «simplemente no hay por donde cogerlo». Por ejemplo al convertir a sus perros «en un animal doméstico, una mascota». Manifiestan su voluntad de volver a salir a la calle como ya hicieron en marzo pasado.

Jorge Alonso es presidente de la Asociación Sociocultural Cazadores de Canarias que aglutina a aficionados a la cinegética de todas las islas. Entiende que «queda un tiempo para que entre en vigor esta ley y aún esperamos una rectificación». Alonso dirige un colectivo que, como muestra, el próximo fin de semana reúne en el Campo de Tiro de El Ravelo (El Sauzal) a más de cien escopetas.

Alonso resume en una frase: «Si esto se aplica al pie de la letra, un cazador estaría cometiendo un delito con solo practicar la actividad». Lo explica: «Lo sería usar munición contra animales vivos. Entonces qué hacemos».

En cuanto a que los perros de caza sean considerados como mascotas, argumenta: «En primer lugar, perros, burros, vacas, conejos o el animal que sea deben estar en las mejores condiciones, bien alimentados, cuidados y alojados, además de con revisiones periódicas del veterinario». Y añade: «Así lo hacen los cazadores, salvo excepciones, que nosotros denunciamos, o furtivos que existen y hay que perseguir».

Alonso incide en que «los perros son perros, tal y como defienden expertos del nivel de César Millán, no nuestros hijos». Añade: «En nuestro caso son perros de caza, genéticamente hechos para eso. Salgo al campo con los dos míos –caza perdices y puede llevar hasta tres– y no tengo que decirles nada, ellos van a lo que van».

Valora el presidente del colectivo que «si lo perros de caza se rigen por el reglamento de cualquier mascota esta actividad está abocada a desaparecer». Alonso subraya: «Aquí un cazador con podenco y hurón puede salir hasta con seis perros, pero en la península los rehaleros –mayoral de un grupo de perros de caza– sueltan entre 40 y 60 en las monterías. Y ese es su trabajo».

Aprovecha para dar algunos datos: «La caza y todo lo que la rodea puede mover 6.500 millones de euros en España con 180.000 puestos de trabajo». En Canarias, añade, «llegaron a moverse 100 millones hace unos años con 20.000 cazadores que hoy han bajado a 14:000. En Tenerife llegaron a ser 17.000 y ahora están sobre los 5.000». Al respecto valora: «En esta Isla de 20 millones de euros se ha pasado a unos 10, pero se mantiene un enorme gasto que genera economía: gasoil, alimentación, viajes entre islas...».

Alonso reivindica al cazador como «el principal ecologista porque respeta el medioambiente y los ciclos naturales». Pone el ejemplo de los bebederos, incluidos en el proyecto Más por Canarias, cofinanciado por la Federación de Caza y el Gobierno de Canarias. Allí se acercan, y sostienen el ciclo vital, reptiles, roedores o aves.

Recuerda Jorge que «hace doce años que no se utilizan escopetas en la caza del conejo en Tenerife, al contrario que, por ejemplo, en La Palma. Hay otras especies con moratoria caso de la codorniz o la tórtola. Y están el arruí en la Isla Bonita o el muflón para cuya caza hay 1.100 escopetas».

Jorge Alonso lo tiene claro. «Ya salimos a la calle en marzo, en otro momento del proceso de esta ley, y estamos dispuestos a hacerlo de nuevo. Entonces fuimos a Madrid otros se manifestaron aquí. No nos vamos a quedar de brazos cruzados, incluidas cuantas acciones legales sean necesarias para defender nuestros derechos» .

Una reflexión final: «Si hay casos de maltrato somos los primeros en denunciarlos y caer sobre el responsable. Si no puedes tener y mantener diez perros, ten cinco».

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