La Consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias ha decidido ampliar el plazo de exposición pública del borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional del Teide hasta el próximo 15 de septiembre. Desde el anuncio inicial de este nuevo proceso, el pasado 23 de mayo, es la cuarta fecha definida como final. Desde el 5 de julio pasando por el 22 y el 26 del mismo mes a la de ahora. Este hecho demuestra la contestación al documento de personas y colectivos pese a la intención del ente autonómico de que tuviera «el máximo consenso posible».
El borrador define, entre otras cosas, tres puntos, previstos en Chío, Vilaflor y El Portillo, donde se ubicarán áreas de servicio que serán la base de unas guaguas lanzaderas de uso obligatorio para visitar el Parque Nacional tras dejar el coche aparcado allí. Esta previsión ha originado una gran polémica. Será posible el tránsito en vehículo privado por el espacio natural protegido a través de las tres carreteras dorsales que lo atraviesan. No se van a cerrar porque permiten el paso de una vertiente a otra de la Isla. La intención de la medida restrictiva es acabar con las aglomeraciones que se producen en los márgenes de las vías cuando hay nevadas.
El documento actualmente en información pública también restringe la práctica deportiva de montaña, el senderismo o la escalada así como la posibilidad de los rodajes audiovisuales. Esto también ha contribuido a aumenta la controversia respecto al diseño del borrador del plan.
Cualquiera puede participar
El consejero Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, hace hincapié en que el objetivo de esta ampliación es que cualquier persona, entidad o administración canaria que lo desee pueda realizar sus aportaciones para enriquecer este documento base, «que únicamente es un punto de partida y distará bastante de la versión final que se apruebe», afirma.
Valbuena lamenta «los intereses electoralistas de algunos partidos políticos que han vertido y vierten mentiras sobre este documento». Señala afirmaciones como que «se cobrará por el acceso o que se habilitarán macro construcciones dentro de los límites del Parque, dos aspectos que se prohiben taxativamente». Valbuena apostilla: «Las aclaraciones ya las hizo este consejero en el Parlamento de Canarias, donde definió lo que se refleja y lo que no el borrador del PRUG, pero algunos alcaldes como el de La Orotava insisten en querer crear confusión entre la población tinerfeña a base de mentiras».
Antes no pero ahora sí
El consejero recuerda que en 2020 se hizo llegar el documento a ayuntamientos, como el mencionado de La Orotava o el de Los Realejos, para que realizaran sus aportación, pero «entonces no quisieron realizar ninguna alegación». Añade: «Hace apenas unos meses, el Ayuntamiento de La Orotava votó a favor de este borrador del PRUG en la Comisión de Parques Nacionales Canarios, donde están representados a todos los consistorios que tienen parte de uno en su territorio».
El responsable regional incide en que este proceso no se va a reiniciar ni a paralizar y que el procedimiento «no es un capricho sino una obligación nacional que Canarias tiene que cumplir para adaptar esta herramienta de gestión a las necesidades actuales».
Valbuena informa que su departamento ha mantenido ya reuniones con colectivos para alcanzar acuerdos sobre el Plan y analizar las alegaciones presentadas en la exposición pública actual. Estos encuentros de trabajo se prolongarán a lo largo de los próximos meses, incluso cuando concluya este periodo de alegaciones.
Múltiples respuestas
El pasado 23 de mayo, la Consejería ponía a disposición pública la información referida a la aprobación provisional del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide. A partir de ahí personas y entidades interesadas pudieron consultar el documento por un plazo de 30 días, así como realizar observaciones y sugerencias. Las respuestas y los rechazos a determinadas medidas llegaron desde casi todos los ámbitos de la sociedad con especial incidencia en lo que se entendía como «un exceso de prohibiciones».
Transición Ecológica ha defendido siempre que «el Plan contribuirá a la conservación de la biodiversidad y del paisaje natural del Parque Nacional del Teide, además de impulsar la investigación y la cooperación entre las diferentes administraciones implicadas».
