El Cabildo, a través del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), sustituirá 29 aerogeneradores de Granadilla, situados en tres parques eólicos, por cinco de nueva tecnología con la misma potencia nominal total.

El presidente insular, el socialista Pedro Martín, recuerda que ya han transcurrido los 20 años de vida útil de los aerogeneradores, «30 en algunos casos», por lo que «el objetivo de esta actuación es incrementar la eficiencia en la ubicación de los futuros aerogeneradores, optimizar la potencia y la superficie disponibles ,y reducir el impacto ambiental, al quedar liberadas mayores franjas de terreno».

Martín indica que ya se ha solicitado la autorización administrativa y la declaración de impacto ambiental a la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, y señala que el proyecto cuenta con un plazo máximo de ejecución de dos años.

Por su parte, el consejero insular de Innovación, Enrique Arriaga, de Ciudadanos, señala que «desde la Corporación insular se sigue apostando decididamente por las energías limpias». «El ITER fue precursor de las mismas en Tenerife con la instalación de los generadores que se van a cambiar; ahora da un paso adelante y mejora los mismos para hacerlos más eficientes y sostenibles», agrega.

Este proyecto de adecuación solucionará, además, problemas asociados a tecnologías obsoletas como la dificultad de conseguir repuestos, problemas estructurales y de durabilidad de materiales, reducción de la disponibilidad y la eficiencia, indica Arriaga.

Los 29 aerogeneradores que componen estos tres parques eólicos en Granadilla de Abona están dispuestos en dos filas y ocupan un total de 633 y 900 metros, respectivamente. La adecuación proyectada propone, sin embargo, una única fila de cinco molinos de 850 metros de longitud, con una potencia total de 12 MW.

Parte de la adecuación de los parques se realiza de la mano de la Agrupación de Interés Económico Eólicas de Tenerife, participada al 50% por ITER y ENEL Green Power, propietaria de uno de los parques eólicos sobre los que se propone la citada adecuación, informan fuentes de la Corporación insular tinerfeña.

El Cabildo de Tenerife puso en marcha el ITER en el año 1990. Su objetivo principal era promover el uso de las energías renovables en Tenerife y la investigación en ese mismo campo, financiada a través de la venta de energía de las plantas de generación renovables propias. Por ello, y durante una década, el Instituto instaló en sus terrenos en Granadilla de Abona los tres parques eólicos, propios o participados, con cerca de 13 MW de potencia nominal.

La primera plataforma eólica se trataba de una instalación de 1,05 MW destinada a estudiar el funcionamiento y rendimiento de distintos aerogeneradores. Desde entonces, el instituto ha instalado un total de 13 MW de energía eólica y de 41 MW de energía fotovoltaica, siendo responsables de la instalación del 35 % del total de potencia instalada de origen renovable en la isla de Tenerife.

Infraestructuras

A estas instalaciones hay que sumarles otras infraestructuras que han ido desarrollándose con el paso de los años para dar soporte e impulsar las actividades de I+D, como el Centro de Proceso de Datos de Alta Disponibilidad D-ALiX, el Túnel Aerodinámico para Ensayos Civiles, el Centro de Control de Generación CCG-ITER o los laboratorios de Fotovoltaica (SiCellLab), de Química e isótopos de gases y aguas subterráneas, o de electrónica, señala el Cabildo.