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Puerto de la Cruz | Insalubridad y molestias en pleno centro de la ciudad turística

La vergüenza del Puerto

Vecinos y empresarios del entorno del Iders organizan una concentración el día 28 para protestar por 31 años de abandono

Los vecinos del entorno del edificio Iders, en pleno centro turístico de Puerto de la Cruz, están hartos de la basura, las ratas y la falta de civismo de algunos okupas, que incluso usan los jardines de la avenida Familia Betancourt y Molina como urinarios. E. D.

La situación del Iders ha agotado la paciencia de vecinos y empresarios de la avenida Familia Betancourt y Molina, hartos de basura, okupas, escándalos, incendios, malos olores, ratas, drogas, incendios, insectos y una imagen lamentable que dura ya más de tres décadas y que «cada día va a peor».

Las personas que viven o trabajan en los alrededores del edificio Iders, en la céntrica avenida Familia Betancourt y Molina de Puerto de la Cruz, han llegado al límite. 31 años después del desalojo de este inmueble por una aluminosis que no fue; vecinos, empresarios y trabajadores están hartos de la decadencia sin fin del Iders y de tantas promesas incumplidas. Hartos de basura, okupas, escándalos, incendios, malos olores, ratas, drogas, insectos y de una imagen lamentable que «cada día va a peor». Saldrán a la calle a protestar el próximo día 28 de junio, de 11:00 a 13:00 horas, y acaban de estrenar una canción que deja claro que el Iders es «la vergüenza del Puerto».

Más de una decena de comunidades de propietarios, donde residen alrededor de un millar de portuenses, han designado Eduardo Luis como portavoz del colectivo de afectados por la situación del Iders, entre los que también están los empresarios y trabajadores que tratan de ganarse de vida junto a un monumento a la desidia. «En julio de 2021 se nos dijo que se había declarado la insalubridad de este inmueble y que era cuestión de días que se iniciara una limpieza y desinfección del interior y el exterior del edificio. Ha pasado casi un año y nada se ha hecho. No sigue todo igual, sigue peor», lamenta Luis.

«Los incendios y los escándalos son continuos; cada día hay más basura; las ratas parecen conejos; los okupas se pelean, discuten o hacen sus necesidades en los jardines de la avenida a plena luz del día. Ahora no hay tantos viviendo allí como durante la pandemia, pero se han quedado los peores. Incluso hay uno que se dedica a alquilar los espacios. La situación es insostenible y del Ayuntamiento sólo recibimos excusas y más excusas», afirma Eduardo Luis.

La vergüenza del Puerto

La limpieza que no llega

Lo que más molesta a los vecinos es que, once meses después de que se anunciara la limpieza y desinfección del Iders «no se haya hecho absolutamente nada». La basura se acumula en el exterior, «pero en el interior tiene que haber muchas toneladas». El Consistorio portuense alega dificultades para encontrar una empresa dispuesta a intervenir en un edificio ruinoso y ocupado por personas que, en muchos casos, sufren problemas de adicciones o trastornos mentales.

Sus demandas son claras y viejas. Quieren que se desaloje a las personas que viven allí en condiciones insalubres e indignas y que se proceda a la limpieza, desinfección y tapiado de este inmueble privado en ruinas, donde hay elementos de balcones y terrazas que también amenazan con venirse abajo. Eduardo Luis no se marca grandes objetivos: «Simplemente pedimos que hagan algo, cualquier cosa menos seguir como hasta ahora. Que empiecen por algo para cambiar esa imagen tan lamentable».

Después de casi un año esperando por la limpieza, han dejado de creer en las autoridades locales: «No hay manera de que actúen y ya no nos creemos nada. La gente está muy harta y ya no sabemos ni qué hacer para poder vivir tranquilos». Los vecinos quieren dejar claro que la del martes 28 de junio será «una concentración pacífica», con la que pretenden llamar la atención de cualquier administración que pueda ayudar a solucionar este grave problema para la salud, la imagen y la convivencia. Los residentes y las empresas se han volcado y ya tienen preparadas pancartas con las que esperan dar un mensaje inequívoco. Para ir preparando la movilización, acaban de divulgar un vídeo musical con una canción que, a ritmo de rap, denuncia que «en el Puerto de la Cruz nadie se imagina que exista allí un edificio que esté en la absoluta ruina. Sin embargo existe uno que ofrece ese desacierto, es el edificio Iders, y es la vergüenza del Puerto».

«Un albergue improvisado, y el peor de los finales: drogadicción basura, ocupantes ilegales, peleas, gritos, incendios; en vivo no es espejismo; explosiones, ratas, golpes, es lo que observa el turismo. Una imagen triste y fea, un reflejo del sistema. ¿Qué hacen las autoridades ante tamaño problema?», continúa la canción, que ambientará también la protesta.

«Mes tras mes y año a año, el Iders cayó en desgracia», recuerda este tema, cuyo estribillo insiste una y otra vez en que «el edificio Iders es la vergüenza del Puerto». Los que lo sufren a diario desde hace ya más de tres décadas tienen la esperanza de que, saliendo por fin a la calle «se acabe con este bufé libre para las ratas», y se preguntan: «¿Por qué tenemos que seguir viviendo rodeados de basura?».

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