El presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), Óscar Izquierdo, considera urgente la puesta en marcha de «una eficaz campaña insular de concienciación ciudadana para valorizar los puntos limpios». Este planteamiento tiene por objetivo, asegura, «la defensa de nuestro medio ambiente, salud pública y lucha contra la economía sumergida».

En ese sentido, Izquierdo plantea que el Cabildo, en colaboración con todos los ayuntamientos de la Isla, «ponga en marcha la campaña insular», que persigue, asimismo, «acabar drásticamente con el continuo incivismo que observamos diariamente, de forma cada vez más alarmante, en todos los pueblos de Tenerife».

Una actitud que el presidente de la patronal tinerfeña de la construcción ve reflejada en «el abandono, junto a los contenedores, de enseres, basuras, restos de construcción surgidos de la economía sumergida, escombros, electrodomésticos, colchones, muebles, sillas, aceites, loza sanitaria, ropa y toda clase de desperdicios». Restos que «provienen, principalmente, de desechos de los hogares y del cada vez más abundante trabajo ilegal de los que hacen los cáncamos. Allí donde se encuentran estos escombros, se está desarrollando alguna actividad prohibida».

Óscar Izquierdo mantiene que ensuciar el entorno y crear problemas a otros vecinos «es una evidente falta de cultura medioambiental, desinterés social y egoísmo con nuestro entorno y residentes». Una actitud «que muestran algunos, perjudicando a todos los demás».

En su análisis, el presidente de Fepeco asegura que «también está normalizado encontrarse bolsas de basura tiradas fuera de los contenedores, lo que provoca muchas veces la rotura de estas y que los desperdicios queden esparcidos por las calles». En este punto, llama la atención sobre la necesidad de intervenir de forma de que «la prevención tiene que ser efectiva y asumida por la totalidad de la ciudadanía como un deber y, a su vez, un derecho».

Pero Izquierdo va un paso más allá y reclama, como algo «conveniente», que se proceda a «aumentar, de forma significativa y disuasoria, la imposición de sanciones económicas y las inspecciones a quienes infrinjan la ordenanza municipal». Desde su perspectiva, es preciso actuar así «con estos actos vandálicos y gamberros, que ponen en peligro, en muchos casos, la propia salud pública de la ciudadanía».

En lo que define como «una actitud antisocial, insolidaria y despreciable», la patronal de la construcción asegura que «unos pocos sin escrúpulos tienen la costumbre de acercarse al contenedor de basura más cercano para depositar no dentro, sino en la calle, lo que debería llevar al punto limpio más cercano. Sería muy conveniente la colaboración ciudadana para ayudar a las autoridades municipales y a la policía local a descubrir a los infractores, que se merecen todo el castigo de la ley».

A Óscar Izquierdo le «extraña sobremanera el silencio de los llamados ecologistas de salón, que sobre este problema actual, peligroso y perecedero en el tiempo, engordando cada vez más, no dicen nada. Parece que solo les preocupan la supervivencia de los escarabajos y nada la calidad de vida, bienestar social o salubridad de las personas».