Tenerife avanza hacia un modelo de turismo sostenible y respetuoso con el medio natural a la vez que apuesta por diversificar la oferta turística que existe en la Isla para poder ofrecer una experiencia de primer nivel en estrecha conexión con la naturaleza, un reclamo cada vez en mayor ascenso entre los viajeros.

El proyecto Cuna del Alma, que se ubicará en el Puertito de Adeje y se incluye en el Plan General de Adeje y en el Plan Turístico del Cabildo de Tenerife, busca urbanizar los terrenos edificables de la zona. Una actuación que incluye la recuperación de la playa original del Puertito, la construcción de la red viaria pertinente y el desarrollo de las instalaciones turísticas, concretamente apartamentos y villas, según explica el director del proyecto, Andrés Muñoz.

La denominación de Cuna del alma se utiliza por sensibilidad con la zona. Se ha ideado desde una perspectiva de respeto medioambiental y de integración con el paisaje, ya que la zona en la que se plantea la actuación ha sufrido un importante deterioro en los últimos años debido a la acción humana. Este proyecto, por tanto, pretende recuperar el alma de este emblemático lugar del sur de Tenerife, potenciando sus características naturales.

Con este proyecto, se busca respetar el medio natural, dejando, además, zonas de disfrute y esparcimiento para el uso público de quienes lo deseen, afirma Muñoz, quien desmiente que se pretenda privatizar la playa, construir un puerto o un embarcadero deportivo. Insiste, además, en que no afecta en ningún modo al Sitio de Interés Científico de la Caleta.

Este complejo, compuesto de villas y apartamentos, no solo busca garantizar la máxima preservación e integración con el entorno de esta zona de la Isla, sino que se posiciona como una diversificación de la oferta turística hotelera que ofrece Tenerife hacia un turismo de calidad, potenciando uno de los principales motores socioeconómicos de la Isla y de Canarias.

Cada día se demandan más alojamientos que se preocupen de reducir la huella de carbono, y se tienen en cuenta otros factores a la hora de organizar unas vacaciones para que sean más sostenibles. Por ello, este proyecto está pensado para un tipo de viajero de primer nivel que se aleja del concepto de masas, que está concienciado y comprometido con el turismo sostenible y que busca, precisamente, un destino que combine autenticidad y excelencia. Un concepto respetuoso con el ecosistema, con mínimo impacto sobre el medio ambiente y la cultura local y que, en el aspecto económico, busca la generación de empleo e ingresos de la población autóctona, además de la mejora de los servicios de la zona.

Para ello, el desarrollo de este proyecto, así como su posterior mantenimiento y gestión, contempla crear en torno a 750 puestos de trabajo, de manera directa e indirecta. En este sentido, la iniciativa ya cuenta con la implicación de más de una decena de arqueólogos, ambientalistas, biólogos y paisajistas, entre otros profesionales, gran parte de ellos originales de la Isla y del propio Puertito, por lo que son buenos conocedores de la realidad que rodea a este espacio.

Acciones de recuperación de la flora del lugar. | | E.D.

Respeto al medio ambiente e integración con el entorno.

Enclavado en el paisaje volcánico del sur de Tenerife, Cuna del Alma busca convertirse en un modelo de turismo sostenible, respetuoso con el medio natural en el que se ubicará, preservando su conservación y mejorando, además, el acceso de la ciudadanía a la zona de la playa.

Esta playa se ha visto afectada a lo largo de los años por la edificación de una nave para la exportación de tomates y por la construcción de un muro que ha recortado la playa original. En esta línea, se plantea proponer a Costas la recuperación de este espacio, eliminando la totalidad de muros de hormigón levantados y que contravienen la ley vigente. Por otra parte, de acuerdo a la Memoria de Sostenibilidad Ambiental aprobada, está previsto demoler dos tercios de la nave y conservar el tercio restante para crear un museo etnográfico, que permitirá mostrar la actividad agrícola original de la zona. Un ejemplo de la implicación del proyecto en el cuidado y divulgación de cuestiones relativas a la cultura y sociedad tinerfeña. Todo ello, con el objetivo constante de preservar el medio original y facilitando el disfrute de esta playa, que será de pleno dominio público.

El proyecto contempla edificaciones de baja altura certificadas, de acuerdo al uso de las mejores prácticas internacionales, por los organismos independientes GREEN o LEED, por lo que busca una importante integración en el entorno en el que se ubicará, contando con edificaciones realizadas con materiales respetuosos, iluminación eficiente, producción fotovoltaica o sistema de riego que usará recursos provenientes de plantas de tratamiento de agua reciclada.

Además, el proyecto actual no va a consumir más del 50% de la edificabilidad permitida, por lo que solo contempla construir una edificación mucho más pequeña de 90 habitaciones, fuera de la servidumbre de protección, pese a tener autorización para realizar unas 300, lo que se traduce en disponer de 1.800 camas de las 3.600 que se planteaban inicialmente y que posibilita la normativa.

La iniciativa, que se desarrollará sobre unos 435.000 metros cuadrados, únicamente afectará a 136.000 y prevé dedicar el 45% del terreno a suelo público, posibilita trabajar en esa línea de cuidado y respeto medioambiental que es uno de los principales valores que define a este proyecto.

En esa línea de respeto medioambiental y preservación del lugar, la iniciativa no afecta de ningún modo al Sitio de Interés Científico de La Caleta, ya que este se encuentra fuera del ámbito de actuación en el que se desarrollará el proyecto, dando cumplimiento al Plan General de Ordenación Urbanística de Adeje.

Protección de las viviendas de El Puertito.

El proyecto garantiza la salvaguarda y protección del asentamiento histórico de las 20 viviendas de El Puertito. Según la presidenta de la Asociación de Vecinos, Mariluz Galindo, que se muestra a favor, «la mayoría de los vecinos están tranquilos» y, manifiesta, no se oponen a la realización del proyecto turístico, ya que son conscientes de que va a mejorar el entorno, se van a respetar las casas, se van a mejorar los servicios y se van a recuperar los espacios públicos invadidos en la actualidad por asentamientos ilegales.

También aclara que en una primera fase les preocupaba «quedarnos sin nuestras casas», pero los promotores les han confirmado que esto no va a suceder, ya que las viviendas están aseguradas y protegidas a nombre de sus propietarios actuales.

Rehabilitarán el barranco deteriorado por la ocupación y las acampadas. | | E.D.

Compromiso con la flora y fauna.

El nombre del proyecto Cuna del Alma alude a la sensibilidad de la instalación turística con la zona que la acogerá. Los promotores explican que, en el marco de la propuesta, se plantea un programa de recuperación y creación de un aula marina para ayudar a proteger a las tortugas, una especie que actualmente ya no se puede encontrar en la zona debido a la afección provocada por la presencia incontrolada de embarcaciones y la presión humana a lo largo de los años.

En este sentido, el principal reclamo turístico y social de la zona es el paisaje, pero actualmente es el más frágil y deteriorado, por lo que la iniciativa pretende servir como herramienta a la hora de velar por la reposición de los recursos naturales y la protección y conservación de la biodiversidad.

En esta línea de trabajo, dedicado a garantizar la estrecha vinculación entre quien pueda disfrutar de la propia instalación turística y de la ciudadanía en general con el medio natural, también se propone la conservación de dos especies de flora, tal y como indican los informes de los expertos, que son el tabaibal y el cardonal. El equipo del proyecto ya está protegiendo y recuperando hasta un millar de plantas de estas especies, que están siendo trasplantadas a un vivero para, posteriormente, poder realizar la repoblación en distintas parcelas del Puertito.

Con el objetivo de facilitar la adaptación de especies silvestres al nuevo medio, también se están instalando bebederos y nidos provisionales, actuaciones que se están realizando de acuerdo con los informes emitidos por el órgano ambiental del Gobierno de Canarias.

El proyecto, por lo tanto, no afecta a ninguna de las especies que habitan la zona, como es el caso de los alcaravanes, que, según los informes del Ejecutivo regional, se trata de una especie que anida en la Zona de Interés Científico de La Caleta y no en las parcelas donde se construirá el complejo.

Limpieza de los barrancos.

Una de los pilares fundamentales del proyecto pivota en torno a la recuperación y rehabilitación de los barrancos que han sufrido un importante deterioro a lo largo de los años por las ocupaciones y acampadas ilegales, convirtiendo esta zona, en concreto, en un espacio especialmente castigado.

Para ello, la iniciativa pretende acometer acciones de limpieza, saneamiento, recogida de toneladas de basura y retirada de escombros y residuos acumulados, que, además de otorgar seguridad al entorno, pondrá en valor el uso libre de este espacio público, tal y como establece el planeamiento. A la vez, satisfacerá una de las demandas de los lugareños, que verán mejorado el entorno y su habitabilidad con nuevos servicios públicos, vías de comunicación peatonal para paseos y esparcimiento.

Trasplante de especies para su conservación

Cumplimiento de la normativa ambiental.

En 2018, la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) aprobó la Evaluación Ambiental y su correspondiente ISA, Informe de Sostenibilidad Ambiental del Planeamiento presentado. Se abrieron todos los plazos de reclamación y los períodos de información pública y no se registró ni una sola alegación por parte de ningún organismo público, privado o plataformas ecologistas.

En este sentido, ha pasado por toda la tramitación. Todos los informes técnicos, urbanísticos y de impacto ambiental de Ayuntamiento, Cabildo, Gobierno de Canarias, Dirección General de la Costa y el Mar, el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf) y la Cotmac son favorables porque el proyecto se adapta al modelo turístico adoptado por Tenerife y Canarias, que hace ya tiempo huye de la masificación.

El modelo de turismo sostenible en el que está basado Cuna del Alma, al margen del cumplimiento de la normativa medioambiental, defiende el cambio positivo hacia prácticas responsables y socialmente comprometidas con la preservación del entorno en combinación con el desarrollo de la economía local. Esta iniciativa pretende ser, en definitiva, algo más que un complejo turístico y convertirse en un ejemplo a nivel mundial de cómo la iniciativa privada puede velar por el medio ambiente y trabajar en pos del bienestar general de la ciudadanía. Cuna del Alma es algo más que economía y puestos de trabajo, es una nueva forma de ver el turismo y una nueva manera de trabajar mano a mano con la naturaleza.