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«La instalación está amortizada»

A Mercedes Abdola le ha bajado la factura de la luz al año

de apostar por la energía solar en su vivienda de Tacoronte

Mercedes Abdola. Carsten W. Lauritsen

La tinerfeña Mercedes Abdola es usuaria de Som Energía desde el año 2016. Tras la primera convocatoria de Erupción Solar no se pensó ni un segundo en ser de las primeras familias de la Isla en instalar placas fotovoltaicas gracias a esta cooperativa nacional.

«Con la subida de la luz creo que tenemos la instalación más que amortizada». Mercedes Abdola, usuaria y socia de la cooperativa Som Energía en Tenerife desde hace 8 años, cuenta su experiencia con la instalación de las placas fotovoltaicas. Gracias al proyecto de Erupción Solar, que se impulsó a principios de 2020, esta mujer ha conseguido reducir su factura de la luz de forma considerable.

Tras hacerse socia en el año 2016 de esta empresa sin ánimo de lucro que ayuda a instalar energía renovable a precios reducidos, a Mercedes le llegó un correo donde le avisaban de la compra colectiva que se iba a realizar en Tenerife. Una vez recibido, se pone en contacto con Som Energía para iniciar su inscripción en esta convocatoria. Para formar parte del proyecto Erupción Solar hay que ser socio abonando 100 euros. En caso de que quiera marcharse, este importe se le devolvería. Luego, hay que rellenar un formulario con algunos datos personales. «Teníamos que abonar 150 euros para confirmar la inscripción y realizar la primera fase del proyecto. Este dinero se descuenta del precio final», detalla Abdola. La primera parte de la planificación se basa en una visita de los técnicos a la vivienda para llevar a cabo un estudio sobre la ubicación más adecuada y la mejor potencia para la casa.

Mercedes tiene una vivienda con un terreno en el municipio de Tacoronte. Toda la instalación estaba basada en el sistema eléctrico convencional. Por eso, el precio de los trabajos previos para colocar las placas fotovoltaicas se encareció. Además, al no poner las placas en el techo de su casa, tuvo que comprar más materiales. «Mi instalación es de 4,4 kilovatios y nos salió 7.500 euros aproximadamente», asegura, para matizar. «Ahora, afortunadamente, hay subvención del Gobierno de Canarias para autoconsumo y recibimos 2.400 euros».

Bonificación del 30%

La bonificación está establecida según la potencia que se instale, aunque ronda el 30%. Una vez instalada, se realiza un cambio de comercializadora. «El contrato para la instalación es como la llave en mano: ellos se encargan absolutamente de todo. Es una comodidad», subraya.

El proceso desde la inscripción en la convocatoria no superó el año. A los siete meses (noviembre de 2020) terminaron la instalación en la vivienda de Mercedes. Al realizar una compra conjunta es normal que tarde un poco la llegada de los materiales, por ello no esperaba que se realizara tan pronto. «Teniendo en cuenta que estuvo la pandemia de por medio, fue un periodo de tiempo bastante corto. Por toda la situación actual, sé que ahora si están tardando más tiempo en llegar».

El funcionamiento de los paneles solares se basa en la transformación de la energía solar en energía eléctrica. Por ello las placas no producen la misma cantidad de energía a lo largo de todo el año. En otoño e invierno, la producción de las placas es menor. Sin embargo, tal y como cuenta Mercedes, «ahora en la primavera se está notando la diferencia de la producción en las distintas estaciones, que es muy superior». Los usuarios de Erupción Solar pueden revisar el rendimiento de sus placas fotovoltaicas a través de una aplicación que facilita toda la información de su producción.

Antes de la instalación fotovoltaica en su vivienda, Mercedes pagaba una media de 100 euros al mes por la factura de la luz. Una vez instalada las placas solares, a los pocos meses notó un cambio significativo. «Me llevé una sorpresa cuando me llegó un recibo de 30 euros», recuerda.

Bajón en la factura de la luz

El constante incremento durante el último año del precio de la luz no ha afectado a esta usuaria. «Yo no tengo referencia de lo que ha subido la luz estos últimos meses, ya que dispongo de las placas desde finales del 2020». Esta reducción se debe, en cierta medida, a cada kilovatio que se traspasa a la red eléctrica global de la Isla desde las placas solares. Hay un precio estipulado por el kilovatio que se vierte a la red, en función de la dimensión y la instalación que se tenga. De ahí que se vea reducido en gran cantidad el recibo de la luz. «Enseguida he rentabilizado la instalación», subraya.

Los motivos que impulsaron a Mercedes a usar las placas fotovoltaicas fueron, principalmente, medioambientales: «Tengo dos hijas y pienso en qué futuro les voy a dejar». La consciencia medioambiental cada vez mayor en el planeta está dando sus frutos. «El cambio empieza en lo que puede hacer cada uno en su día a día. Además, producir tu propia energía te da mucha autonomía. Y, de esta manera, no se les da tanto poder a las multinacionales». Tras el aumento desorbitado del precio de la luz de los últimos meses, Mercedes agradece haberse anticipado y poseer en su vivienda energía solar.

De las dos convocatorias que ha lanzado la cooperativa Som Energía se guarda una pequeña parte económica. Cuando se completa la convocatoria, se destina esta reserva para regalar una instalación fotovoltaica a una asociación de forma gratuita. «Entre los asociados elegimos la entidad que se lo llevará», comenta Mercedes. «Buscamos asociaciones que realicen una actividad de apoyo a la ciudadanía o a personas con vulnerabilidad», concluye Abdola.

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