Javier Rodríguez Medina, consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha Contra el Cambio Climático, compareció, a petición de CC, en un pleno extraordinario para defender su gestión en la rehabilitación de la planta de envases del Complejo Ambiental de Tenerife (CAT), en Arico.
Rodríguez Medina tuvo su ya casi habitual rifi rafe con la nacionalista Blanca Pérez. Ella y Valentín González, del PP, le echaron en cara la emergencia de la obra, «dos años antes de la pandemia» y cuando existía un convenio con la empresa Ecoembes que hubiera supuesto casi la gratuidad. Esto último lo desmintió el consejero.
El argumento del socialista es que «ahora se reciclan 76.000 toneladas de residuos pero parece que eso molesta a la oposición». Tanto Rodríguez Medina como el presidente, Pedro Martín, avalan la obra como «un eslabón más en la cadena de acabar con 35 años enterrando la basura en la Isla».
La única coincidencia entre todos los actores es que «el futuro pasa por la separación en origen». Ahí juega un papel importante el Cabildo para apoyar a los ayuntamientos en instalar el quinto contenedor, el orgánico. Solo lo ha hecho en toda Canarias (88 municipios) el de Santa Cruz de Tenerife. El consejero asegura que «se han dado «pasos» como la retirada de 8.000 toneladas de neumáticos del Complejo. Da un dato: el precio del tratamiento era de 222 euros por tonelada con el proceso manual . La automatización emprendida lo abarata hasta los 13.5.
Blanca Pérez cuantificó en 1.745.000 euros las pérdidas por la mala gestión en la planta. Volvió a sacar el fantasma de la incineración en la parcela para reciclaje. Lo negó una vez más Rodríguez Medina con base en los informes pedidos a la ULL y el área de Desarrollo Sostenible del Cabildo.
María José Belda, portavoz de Sí Podemos Canarias, insistió en su apuesta por el reciclaje y la separación en origen como futuro para la gestión d e los residuos en la Isla.
