Las orquestas desempolvan los instrumentos y los equipos de sonido para que los tinerfeños vuelvan a bailar. La espera se ha hecho eterna, como consecuencia de la pandemia de la covid, pero con el fin de las restricciones sanitarias llega el aluvión de llamadas para tocar por toda la Isla. En la provincia tinerfeña hay pasión por las orquestas. Incluso algunas tienen fans que las siguen a todos lados. El alivio que sienten sus responsables es mayúsculo. Y es que tanto estos grupos musicales como toda la industria que se mueve alrededor de las fiestas populares –empresas de sonido e iluminación, puestos de bebida y comida, ferias de atracciones, puestos de complementos...– vuelven por fin a recuperar la normalidad.
«En los días posteriores a la eliminación de las restricciones, el teléfono no ha parado de sonar». Lo cuenta Moisés Leandro, fundador de la orquesta Tropin, confirmada para la primera verbena popular que se va a celebrar en la Isla después del parón del coronavirus, la de El Tablero, en Santa Cruz, el próximo sábado. La orquesta originaria del municipio de Fasnia ha realizado actuaciones en este tiempo pero muy pocas, insuficientes para sobrevivir: varias online y un solo un concierto en un hotel. «Por lo menos nos ha ayudado para mantener al grupo». «Ha sido un parón muy duro», admite Moisés.
Los estragos de la crisis
Javier Alarcón, músico de Grupo Pa ti, cuenta que «hay compañeros que no se han podido permitir regresar a la orquesta por la inestabilidad de la pandemia», como es el caso de la Orquesta Deliciosa, fundada en 2008. «Incluso, hemos tenido alguna que otra despedida fatídica», subraya. No solo ha sido la crisis económica, también una carga emocional muy importante. «Todo se vino abajo de una manera tan brusca, radical y duradera que va a dejar secuelas», cuenta Alarcón. Las alternativas que proponían los diferentes ayuntamientos eran los conciertos por internet vía streaming. «No es rentable», detalla Alarcón. «Durante este tiempo hemos tenido que reinventarnos y prepararnos para la vuelta a los escenarios», zanja.
Para Guillermo Melián, director del Grupo Musical Los Concejales, el parón por la covid ha sido «totalmente espantoso: muchos gastos y ningún ingreso». «A nivel emocional ha sido horrible. Yo mismo he tenido que ir al psicólogo porque no sabía cómo sobrellevar esta situación», reconoce Melián, que recuerda: «Como yo ha habido muchísimos compañeros así». La agenda de julio y agosto de Los Concejales, sin embargo, ya está llena.
Las grandes olvidadas en esta crisis del sector han sido las empresas de sonido e iluminación, las que se encargan de que las orquestas de las Islas suenen bien y se vean de la mejor manera posible. Juanjo Álvarez, técnico de la orquesta Acapulco y responsable de la empresa Sonido SP, cuenta cómo de la noche a la mañana se quedaron sin trabajo. «Tuve que cerrar la empresa y liquidar porque no tenía ningún ingreso y no podía pagar a mis trabajadores», explica. Al no poder realizarse ningún tipo de evento, no han podido trabajar durante estos más de dos años que han durado las limitaciones sanitarias impuestas por la pandemia. «A las orquestas no las metieron dentro de las ayudas a la cultura y hemos sido los últimos en poder volver a trabajar», comenta el técnico.
Luz verde a los bailes
Desde que se ha dado luz verde a la celebración de las fiestas populares, la situación ha dado un vuelco. Todos coinciden en que los teléfonos no han parado de sonar en estas tres semanas y están cerrando muchísimas fechas a lo largo de lo que queda de año. «También es verdad que seguimos con el miedo de que vuelvan las restricciones de la noche a la mañana», explica Juanjo Álvarez. «Ha sido realmente duro. Encima veías las discotecas desde octubre llenas en sitios cerrados», expresa el dueño de Sonido SP. «Ya volví a dar de alta a la empresa tras lo sucedido en estas semanas», aclara el empresario.
«Ilusión» es la palabra que repiten los entrevistados, Juanjo incluido, aunque sigue existiendo la incertidumbre por el futuro. Eso sí, todos tienen muchas ganas de volver a los escenarios. «La expectación sobre la verbena en El Tablero es tan grande que nos contrataron los de la orquesta Acapulco y van a reforzar la seguridad», expresa con entusiasmo Álvarez.
Tropin y Acapulco
La orquestas Tropin y Acapulco serán las encargadas de amenizar la primera verbena en el regreso de las fiestas populares a la Isla en El Tablero. Moisés Leandro expresa la «increíble emoción» que siente ante este acontecimiento. «Es a lo que nos hemos dedicado siempre. Somos artistas y nosotros vivimos del calor de la gente», señala el fundador de la orquesta Tropin. La satisfacción de poder volver a los escenarios y la acogida que están teniendo las orquestas en Tenerife hacen que las ganas crezcan aún más. «Estos días han sido una locura total», manifiesta Moisés Leandro. Asimismo, explica que ya tienen todo el verano cubierto de actuaciones: «Ya tenemos todo cogido en los meses de julio, agosto y septiembre».
Además de las fechas que se irán confirmando a lo largo de estas semanas, Tropin ya tiene bailes apalabrados para, por ejemplo, los carnavales de Santa Cruz de Tenerife, que este año, también por la pandemia, se celebrarán el próximo mes de junio. Por otro lado, la orquesta Acapulco también tiene la agenda completa desde mitad de mayo hasta septiembre. Incluso ya están contratados para un baile de Fin de Año.
Grupo Pa ti se forma en el año 2022 y se compone de músicos procedentes de otras formaciones. Anteriormente era un grupo de tres personas que cantaban pero este año lo transformaron en orquesta. ¿Qué sienten al poder volver a los festejos populares? Javier Alarcón, uno de sus músicos, responde que «una gran satisfacción, placer, alivio, alegría y agradecimiento inmenso». «Para nosotros es vital hacer música. Nos mueven las emociones y los reencuentros con los compañeros. Ahora que se lo estoy diciendo me emociono al pensarlo».
Los ayuntamientos de Tenerife y las comisiones de fiestas de los pueblos y barrios trabajan a toda prisa para recuperar la agenda. Hay muchas orquestas apalabradas pero aún sin confirmar. Uno de los problemas es que las comisiones de fiestas, las principales responsables en muchos pueblos y barrios de la organización, no han podido recaudar todavía el dinero suficiente para las contrataciones. «Es un inconveniente que estamos viviendo casi todas las orquestas», confiesa Alarcón. «Las comisiones están pidiendo ayuda a los ayuntamientos, pero todavía hay dudas sobre si pueden conseguir el dinero para las contrataciones», matiza.
Un regreso «definitivo»
Moisés Leandro, de la orquesta Tropin Latin Music, tiene la esperanza de que el regreso de las celebraciones populares sea «definitivo y no haya más imprevistos». «Estamos muy contentos, la verdad. Está saliendo muchísimo trabajo. Estamos realmente emocionados pero siempre pendientes porque no nos fiamos del todo. Lo que deseamos todos es que las restricciones se hayan terminado para siempre».