De la orfebrería y el rico artesonado que distingue a parroquias del centro de Santa Cruz como La Concepción o San Francisco, a los monumentos donde la fe no está reñida con la sencillez, donde la feligresía pone lo mejor de sí para realzar al Santísimo Sacramento. Al encuentro de la iglesia de la periferia, Nuestra Señora de la Merced, en El Draguillo, en el Suroeste, es un ejemplo de entrega de los vecinos para vestir de gala el templo en la antesala de la Pascua, antes de la sobriedad del Viernes Santo que marcan los Oficios. A la izquierda, los arreglos de Javier Caraballero. A la derecha, el monumento de San Antonio de Padua, en Las Retamas (Ofra), un remanso de paz habilitado por Dailo Gómez. | H.G.
