El Ayuntamiento de Los Realejos y la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias inician la campaña anual de reparto de trampas de feromonas para luchar contra la plaga de la polilla de la papa, que cada año merma la cosecha en núcleos de las medianías como Las Llanadas o Icod el Alto.
El concejal de Desarrollo Rural de Los Realejos, Alexis Hernández (PP), informa del inicio, «desde la pasada semana», de una nueva campaña anual de reparto de feromonas para el control de la plaga de Tecia solanivora, conocida popularmente como la polilla guatemalteca, que afecta al cultivo de la papa. La iniciativa vuelve a estar impulsada desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, con el apoyo del Ayuntamiento de Los Realejos, «en contacto directo con el sector agrario local, al que se facilita la entrega de unas 500 dosis».
Las personas con terrenos dedicados a este cultivo en el municipio podrán solicitar y recoger las feromonas en los dos puntos habituales de reparto: la Cooperativa Icod de los Trigos, en su horario de atención al público, y la sede de la Asociación de Vecinos Montaña Limón, de Las Llanadas, de lunes a viernes de 16:00 a 20:00 horas.
Según resalta el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez (PP), «sigue preocupándonos mucho la seria amenaza de esta plaga año tras año para este tradicional cultivo de las islas, especialmente arraigado en este municipio en los entornos de medianías de Icod el Alto, Palo Blanco, Las Llanadas y La Ferruja. Toda colaboración y trabajo en común es importante para continuar en esta lucha por la supervivencia de un producto tan señero de nuestra huerta».
Desde la Concejalía de Desarrollo Rural de Los Realejos también se han iniciado gestiones con el Cabildo de Tenerife para coordinar la próxima habilitación de contenedores para el desecho anual de las papas afectadas por la polilla en las mismas zonas de Las Llanadas e Icod el Alto. "Esta es una medida más para la lucha contra su propagación, iniciativa en la que es vital la colaboración de los propios agricultores", valora Alexis Hernández.
Cómo funcionan las trampas
Alexis Hernández explica que la intervención requiere la colocación de «unas trampas donde se ubican las feromonas, aproximadamente a una distancia de 30 metros cada una, a las que acuden atraídos los machos de la polilla en busca de hembras, y allí quedan atrapados. Así se trata de reducir la incidencia de la plaga, con la garantía de que no atrae a otros insectos».
