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Las lluvias dan paso a una mejoría del tiempo con episodios de calima y viento

El último temporal apenas deja nieve en el Teide y es poco probable que lo haga en los próximos días porque pasa a mandar el ‘tiempo sur’ debido a una masa de aire cálido

La imagen del atardecer con calima en el Teide resume el rebumbio meteorológico de los últimos días en Tenerife. DANIEL LÓPEZ (EL CIELO DE CANARIAS)

Las lluvias, desiguales en cuanto a distribución geográfica e intensidad, dan paso en Tenerife al tiempo estable con algunos episodios residuales de calima. El viento es ahora el fenómeno meteorológico dominante. Apenas ha nevado en el Teide y es poco probable que lo haga los próximos días, al menos durante un fin de semana en el que la climatología estará marcada por una masa de aire cálido continental procedente del este. Las tormentas han durado muy poco para dejar hueco a ese tiempo sur característico aunque no sea tan usual en invierno.

David Suárez, delegado provincial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), lo explica: «El episodio de precipitaciones, con especial relevancia en Izaña y la zona del Parador Nacional del Teide, ha pasado». Queda algo de nubosidad en el entorno que irá desapareciendo de forma paulatina mañana (por hoy)».

Viento.

Suárez detalla que «la nota dominante la pondrá el viento de dirección sureste-nordeste con algunas rachas fuertes en zonas de cumbre, aunque sin llegar a la categoría de aviso por ser muy dispersas y poco constantes». El delegado de la Aemet añade que «habrá nubes bajas típicas del tiempo de componente sur en niveles medios y por debajo una masa de aire continental seca del este que sigue desplazando polvo en suspensión desde África y contrarresta posibilidades de lluvias».

Pronóstico.

El pronóstico para el fin de semana es «tiempo estable y seco de componente este, con poca nubosidad». Los nieveleros deberán esperar a una próxima ocasión porque «la temperatura es demasiado alta para que cuaje la nieve. No ha nevado con intensidad estos días y lo más probable es que no lo haga». La llamada al entorno del Parque Nacional lo confirma de manera taxativa: «No ha nevado ni anoche ni en lo que va de día (por ayer) ni va a nevar porque está presente el tiempo sur». La previsión para hoy es de nubes medias y altas con poca probabilidad de precipitación débil. Probable calima y temperaturas mínimas sin cambios o en ligero descenso. Viento del este o sudeste.

Contrastes.

Las rachas muy fuertes en las vertientes norte y oeste, así como en las cumbres ocasionaron algunos desperfectos en el norte de la Isla. En zonas altas de Tenerife se superaron localmente los 100 kilómetros por hora. Se registraron una decena de incidencias en los municipios de La Orotava, Puerto de la Cruz, Los Realejos, El Sauzal y La Laguna. No hubo daños graves, aunque sí caída de ramas de árboles y vallas o desplazamientos de contenedores, según registró el 112. Lo más destacable fueron los contrastes y las tormentas –aquí sí– en las medianías del sur, como en San Miguel de Abona, al granizo durante unos minutos en La Esperanza (El Rosario). Allí el aguacero de la madrugada dio paso a un día espléndido, «despejado, soleado y muy bonito», detallan las fuentes. Algo similar a lo ocurrido en Santa Cruz. En la capital se pasó del chaparrón de la madrugada al calor casi sofocante durante el día con la mezcla, en un cielo bastante nítido, de los restos de la sempiterna calima con algunas nubes».

Del frío al trópico en 600 metros

Juana es trabajadora de la limpieza y ejemplifica la perplejidad de los tinerfeños ante los radicales cambios de tiempo en los últimos días. Vive en La Laguna y trabaja en Santa Cruz. Salió ayer de casa con 13 grados y con un tiempo seco. Ya en la capital le costó llegar a su puesto -temprano, aún de madrugada- por el impresionante aguacero que contempló ensimismada durante diez minutos bajo la protección del portal de un edificio. Cuando salió a la calle a media mañana el sol rajaba las piedras con un cielo casi despejado, de un azul intenso, alguna nubosidad y los evidentes restos una calima que parece no querer dejar las islas. Juana pasó del frío al calor tropical en un par de horas y apenas 600 metros, los que van de Aguere a Santa Cruz. De vuelta a casa, el viento se había enseñoreado de la zona donde reside, en las medianías de la Vega lagunera. Frío, calor, calima, viento... Todos valen, juntos y por separado, para dibujar el tiempo de estos días en Tenerife. Juana ha vivido en primera persona esta inusual mezcla de fenómenos meteorológicos. | J.D.M.

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