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Pleno | El delicado equilibrio del gobierno insular

Sí Podemos rompe la mayoría en el tren del Sur y la nueva planta de residuos

Enrique Arriaga, de Ciudadanos, retira la moción para impulsar el ferrocarril «por falta de consenso» ante la amenaza de ruptura del pacto entre los morados y el PSOE

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Pleno del Cabildo de Tenerife (28-01-2022) Andrés Gutiérrez

El grupo de Sí Podemos Canarias en el Cabildo de Tenerife tumbó el mismo día la mayoría que sustenta el gobierno insular en dos proyectos relevantes: el tren del Sur y la nueva planta de tratamiento de residuos. Sí Podemos apoya desde fuera al PSOE, tras los acuerdos programáticos del inicio del mandato que ayer recordó en varias ocasiones la portavoz de los morados, María José Belda. Primero votaron en contra de la licitación de la Planta de reciclaje a instalar en una parcela del Complejo Ambiental de Arico (CAT). Lo hicieron en el Pleno Extraordinario convocado a instancias de CC y desequilibraron la balanza a favor de la oposición. En el pleno ordinario posterior, la presión de su amenaza previa de romper el pacto fue clave para llevar a Enrique Arriaga, vicepresidente insular (Ciudadanos, socio principal de gobierno del PSOE), a retira su moción sobre el tren del sur.

La jornada no pintaba bien para el equipo de gobierno desde el anuncio del día anterior de Sí Podemos, aunque pudo ser peor por el delicado equilibrio de fuerzas que lo sostiene. El reflejo de la importancia de la jornada estuvo en el intenso movimiento durante la mañana con reuniones entre los grupos y llamadas telefónicas.

Pleno extraordinario

La oposición celebró como una victoria que se impusieran en el Pleno Extraordinario del Cabildo los votos en contra de la nueva planta de residuos que proyecta el Gobierno insular en el Complejo Ambiental de Tenerife, en Arico. La oposición interpreta que ese acuerdo contrario al proyecto «anula la licitación» de una planta que asegura va a funcionar como «una incineradora». El Gobierno insular, sin embargo, sigue adelante al entender que tiene la potestad para ello, por contar con el aval de los expertos y al defender que en esa instalación se va a «reciclar, no a incinerar».

El pasado mes de octubre, el área de Desarrollo Sostenible del Cabildo sacaba a concurso la explotación privada de una parcela pública de 25.000 metros cuadrados del Complejo Ambiental para la instalación de una planta con procesamientos de última generación. No hay ninguna de este tipo en Canarias y solo 11 en la Península. La empresa adjudicataria –solo se ha presentado la Unión Temporal de Empresas (UTE) Arico Green Glass– podrá ocupar esos terrenos durante 15 años con una planta que, además del reciclaje convencional, podrá incorporar tres tratamientos térmicos novedosos que usan altas temperaturas: pirólisis, gasificación y plasma. El concurso excluye la incineración propiamente dicha, uno de estos tratamientos a altas temperaturas que conforman la valorización energética. El Gobierno insular replica que la única propuesta que han recibido excluye los tratamientos térmicos y se centra en el reciclaje.

El segundo punto de la moción abordó la clave del debate de ayer: las competencias. Para el equipo de gobierno «la potestad es del Consejo de Gobierno»; para la oposición, «del pleno». La intervención del secretario no cambió el sentido del voto de ningún grupo y se aprobó el punto que rechaza la nueva planta en Arico con los favorables de CC, PP y Sí Podemos Canarias (en contra, PSOE y Cs). Exactamente igual que en la Comisión Plenaria del pasado 19 de noviembre. Pese a ello, el consejero de Desarrollo Sostenible, Rodríguez Medina, que se enzarzó en un debate agrio con Blanca Pérez (CC), desgranó las bondades de la licitación «para acabar con 35 años de enterramiento de la basura». «Seguiremos adelante», zanjó.

Blanca Pérez explicó que «es necesario paralizar este proyecto porque la realidad es que el pliego permite «quemar los residuos» por diferentes procesos (pirólisis, gasificación y plasma) en vez de favorecer la reutilización y el reciclaje». Insistió en que el proyecto presentado es el de una planta de biometanización en la que se mezclan diferentes residuos. Concluyó: «No es una planta de compostaje en la que tienen la misma procedencia». En idéntico sentido se expresó Valentín González, del PP, quien planteó que «ha faltado información y transparencia» además de «romperse el consenso que declaró en 2019 a Tenerife Isla libre de Incineración. Por su parte, María José Belda defendió la separación en origen y el reciclaje como «Isla claves para una mejor gestión de los residuos».

Y pleno ordinario

La segunda batalla del día no la ganó nadie, pero el combate nulo beneficia al equipo de gobierno. Esta vez la oposición no logró lo que pretendía. Enrique Arriaga, después de unos instantes de incertidumbre, retiró la moción sobre el proyecto del tren del Sur, de Santa Cruz a Adeje, que pedía incluirlo en la red viaria nacional de servicio público obligatorio. Alegó que lo hacía en aras de buscar «el necesario consenso» después de detallar la importancia del Plan Insular de Movilidad Sostenible, en proceso de consulta. Pero lo cierto es que planeaba la amenaza de Sí Podemos Canarias, formación completamente opuesta al sistema del transporte guiado. Como ya había asegurado Belda el día anterior, «una línea roja». Le dijo a Arriaga en el pleno que contarán con ellos «para la movilidad sostenible, la participación ciudadana o los carriles BUS-VAO» pero no para el tren. Negó que hayan amenazado pero reconoció que «ponemos en valor el programa electoral con el que nos presentamos y los acuerdos programáticos con el PSOE». Reiteró sus dudas sobre los objetivos de la encuesta de 30 preguntas realizada sobre la movilidad.

Rodríguez Medina afirmó que el PSOE «ha apostado y apuesta por el transporte guiado» frente a los vaivenes de CC. Habló de espectáculo circense frente a Félix Fariña (CC) y Manuel Fernández (PP) que criticaron el de tacticismo político imperante. Fariña llega afirmar que «el gobierno está secuestrado por un partido de extrema izquierda», en referencia a Sí Podemos Canarias.

La oposición acusó a Arriaga de «anteponer sus intereses a los de Tenerife» y de «falta de valentía para sacar adelante un proyecto importante para la Isla» ante «la amenaza» de ruptura del pacto de gobierno. Fariña incidió en que «ha perdido el pulso con Belda a cambio de mantener su puesto y su sueldo como vicepresidente». La oposición insistió en «la evidente falta de liderazgo de Pedro Martín»

Concluyeron CC y PP que «el transporte guiado es una de las soluciones para facilitar la movilidad y acabar con los atascos, pero Arriaga ha preferido claudicar».

Nuevas posibilidades.

La anunciada renuncia de la consejera Ruth Acosta fue el capítulo final del protagonismo de Sí Podemos Canarias en el pleno de ayer. Acosta recibió una emotiva despedida en el final de la sesión. Será sustituida por su compañero de partido, Moisés Lubary, lo que abre nuevas posibilidades. En este sentido ahora es posible una moción de censura al actual equipo de gobierno, toda vez que la normativa solo señala que los mismos consejeros no pueden firmar dos en e mandato, pero Lubary no participó en la moción presentada en julio de 2019 para desalojar a Carlos Alonso (CC). Es muy poco probable peor no imposible La moción de censura que prosperó entonces contó con 16 votos favorables: 11 del PSOE, 3 de Sí Podemos Canarias y 2 de Ciudadanos. Sin embargo, con la marcha de Acosta se abre la posibilidad de que se presente una nueva moción junto a Coalición Canaria (11 consejeros) y el Partido Popular (4 consejeros).

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