El Ayuntamiento de Los Realejos y la Fundación General Universidad de La Laguna (ULL) unen sus fuerzas para colaborar en la conservación y restauración de valiosos documentos del archivo histórico municipal. Ambas entidades anuncian la suscripción de un primer contrato para evitar la desaparición del documento que, según informes técnicos previos, corre mayor riesgo de desaparición: el detallado padrón de habitantes de Realejo Alto en el año 1915.
El equipo de trabajo encargado de la recuperación del documento, formado por 179 hojas cosidas, estará dirigido por la doctora de la Facultad de Bellas Artes de la ULL y responsable del Servicio de Análisis y Documentación de Obras de Arte-SEGAI, Elisa María Díaz González, y contará con el apoyo de la investigadora en formación predoctoral, conservadora y restauradora de bienes culturales de la ULL, Ania Rodríguez Maciel.
El delicado y laborioso proceso de recuperación durará unos 4 meses y consta de tres fases. La primera se centra en el estudio pormenorizado del volumen, la caracterización física del ejemplar y su descripción detallada. La segunda será el estudio no destructivo por imagen con aplicación de distintos tipos de iluminación de radicación invisible que permitan recuperar la legibilidad de textos y la caracterización de tintas presentes. La tercera fase incluirá pruebas complementarias que determinen el tratamiento de restauración en relación a la composición, el estado de acidez del papel y las alteraciones físicas presentes. Además, se llevarán a cabo labores de desinfección del volumen y la consolidación del soporte a nivel interno y externo.
"Las labores de conservación se inician con el volumen con un mayor riesgo de pérdida"
La edil de Servicios Generales, Noelia González (PP), anuncia que este primer contrato no será el único, ya que su previsión es que el Ayuntamiento y la Fundación General Universidad de La Laguna ejecuten distintos proyectos de estudio y restauración de otros documentos del archivo histórico municipal. Esta colaboración arranca con el padrón general de Realejo Alto de 1915 porque, según un informe técnico previo, «presenta un estado de conservación muy grave, afectado por microorganismos y descomposición de parte del soporte y, en consecuencia, pérdida de información».
González recuerda que «se trata de un importante documento que incluye, a modo de registro, a todos los vecinos y vecinas del municipio en ese año, descritos por nombres de residentes de cada vivienda, relaciones de parentesco o datos complementarios como si sabían leer o escribir. Una información municipal de especial relevancia histórica».
