La sentencia por el abandono del gato Gofio sacudió al Ayuntamiento de Garachico en julio de 2020 y apenas dos meses después, la localidad puso en marcha un proyecto de gestión de las colonias de gatos callejeros mediante el método de Captura, Esterilización y Retorno (CER) para hacer posible un control a largo plazo de la población de estos animales sin dueño. Entre septiembre de 2020 y diciembre de 2021, el Consistorio garachiquense ha financiado la desparasitación, vacunación, esterilización y alimentación de 138 gatos callejeros que deben a Gofio su nueva vida.
El alcalde de la Villa y Puerto, José Heriberto González (CC), ha hecho balance del programa CER en el año 2021, que se desarrolla con el respaldo de un grupo de vecinos voluntarios. El año pasado se vacunaron, esterilizaron y desparasitaron 84 gatos, a los que se suman los 54 atendidos entre septiembre y diciembre de 2020, con una inversión pública que en ese primer año fue de 5.000 euros.
Al margen de los 84 animales tratados por profesionales veterinarios con los que el Ayuntamiento mantiene un convenio, «otros ocho gatos fueron tratados de diferentes enfermedades» y fue necesario financiar tres eutanasias, «con el informe veterinario oportuno y necesario», según informa González. Además, se atendieron las necesidades de siete perros abandonados y se ha invertido en la alimentación periódica de las colonias de gatos, gracias a la labor de los voluntarios. El alcalde destaca que en estos casi dos años de atención a los gatos callejeros, el municipio ha invertido 13.000 euros de dinero público. «No es una tarea fácil y no siempre se puede acertar, pero seguiremos intentando cuidar a los animales», añade González.
El Ayuntamiento de la Villa y Puerto ha invertido unos 13.000 euros en este plan de atención
Desde septiembre
El balance de la iniciativa es «bastante bueno», a juicio del alcalde, «ya que también se ha aprovechado para hacer algunas curas a animales heridos. Para nosotros es muy positivo saber que los animales que están en nuestras calles se encuentran en un buen estado de salud y que las colonias no van a seguir creciendo de forma descontrolada». Esta iniciativa se desarrolla desde septiembre de 2020 en la decena de colonias de gatos callejeros que se han localizado en diferentes zonas del casco histórico y de los barrios de Garachico, con la ayuda de un equipo de voluntarias y el apoyo de otros colaboradores de entidades como Protección Civil o el Grupo de Rescate y Emergencia de Garachico.
La Orotava
Aparte de Garachico, el municipio de La Orotava ha desarrollado en los últimos años un importante programa CER de atención a las colonias callejeras. En la Villa comenzó en 2018, ha permitido atender a más de 300 gatos y «mantener un control sobre las colonias de felinos callejeros o asilvestrados sin causar daño alguno». Los casi tres centenares de gatos capturados de forma segura, como en Garachico, han sido desparasitados, vacunados e identificados con una muesca en la oreja. Según el gobierno orotavense (CC), se trata del «único sistema reconocido internacionalmente como ético y eficaz para garantizar el control de estos animales».
Estas inversiones no son a fondo perdido, puesto que la intención final es que «estas colonias de gatos sin dueño desaparezcan de forma natural al impedirse la reproducción de sus integrantes», pero sin causarles daño y sin dejarlos desatendidos. Sin embargo, el método CER también tiene sus detractores, como la Asociación para la Conservación del Patrimonio Natural y Cultural del Macizo de Teno (Abeque), que ha denunciado que «la presencia de colonias de gatos en las calles de los municipios son una muy mala noticia para la conservación de la fauna silvestre», especialmente aves, pequeños mamíferos y reptiles, «además de un tremendo riesgo para la salud pública».
Abeque considera que «los gatos mantienen su actividad depredadora. De hecho, en muchos sitios constituyen la primera causa de mortalidad para la fauna silvestre, muy por encima de envenenamientos o atropellos». Defienden que la mayoría de estas acciones no frenan la proliferación de gatos.
El caso ‘Gofio’
El 25 de noviembre de 2018, Rosa Nieves González y Aritz Méndez van con unos amigos a almorzar a Garachico. Cerca del antiguo empaquetado se topan con un cachorro de gato moribundo. Recostado, inmóvil, con los ojos pegados por las infecciones, escuálido y lleno de pulgas y garrapatas. Llaman a la Policía Local, que no se hace cargo, y al 112, que les remite al Ayuntamiento. Deciden asumir el coste del tratamiento y, posteriormente, se lo reclaman al Consistorio. La sentencia judicial sobre este gato abandonado, de nombre Gofio, , se pronunció en julio de 2020, supuso una condena de 770 euros a Garachico y recordó al resto de municipios la obligación que tenían de atender a los animales abandonados. Su caso fue clave para el inicio, en septiembre de 2020, del proyecto de atención a las colonias de gatos. | D.M.
