Después de casi 8 meses de dudas, informes jurídicos y presiones políticas y ciudadanas, el Gobierno local de Los Silos, formado por CC y PP, ha decidido aceptar el trasvase de aguas residuales desde Garachico hacia el emisario submarino comarcal, ubicado en el Charco de la Araña. La Junta de Gobierno ya ha dado su visto bueno al convenio con el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf) que desbloquea la primera fase del sistema de saneamiento comarcal de las aguas residuales de la Isla Baja.
La alcaldesa de Los Silos, Macarena Fuentes (CC), tiene previsto informar este viernes 17 de diciembre de los pormenores de esta decisión, que ya ha sido calificada como «una traición al pueblo» por la Plataforma Los Silos-Isla Baja, el colectivo que había amenazado previamente a la alcaldesa con denunciarla si firmaba este acuerdo. El convenio de Los Silos con el Ciatf era un requisito indispensable para la puesta en uso de una obra ya ejecutada, que costó más de un millón de euros y permitirá dar un tratamiento primario y trasvasar las aguas residuales del municipio vecino de Garachico al emisario comarcal, situado en la costa de Los Silos. Además, servirá para dejar de verter sin tratar las aguas negras del propio municipio silense y reparar el deteriorado emisario.
La negativa a firmar el acuerdo ponía contra las cuerdas el desarrollo del sistema comarcal, pero también ponía en un grave aprieto al Ayuntamiento de Los Silos, ya que se veía obligado a realizar cuantiosas inversiones para acabar con unos vertidos que también podrían derivar en una denuncia contra la alcaldesa, en este caso por parte de las autoridades competentes. La decisión de no firmar el acuerdo dejaba la solución al grave problema del vertido de las aguas residuales al mar únicamente en manos de un ayuntamiento que gestiona un presupuesto de apenas 5 millones de euros y sufre, desde hace años, una complicada situación económica. Sin convenio, la localidad se veía obligada a afrontar en solitario la creación de una depuradora y la reparación del emisario.
El consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, Javier Rodríguez (PSOE), había calificado de «despropósito y sinrazón» que el Ayuntamiento silense se negara a firmar el convenio necesario para poner en funcionamiento la obra de canalización de las aguas negras de Garachico hacia el emisario comarcal. El Cabildo de Tenerife advirtió de que necesitaría «al menos 55 camiones diarios» para poder sacar las aguas negras de Garachico y llevarlas hasta Valle Guerra (La Laguna), lo que supondría un coste de «más de 13.000 euros cada 24 horas».
A finales de septiembre, Rodríguez advertía de que «hay una obra de un millón de euros, que ya está terminada, testada y lista para ponerse en funcionamiento, pero no la podemos utilizar porque el Gobierno municipal de Los Silos no firma el convenio. Se trata de un acuerdo a tres bandas que tiene el visto bueno del Ciatf y del Ayuntamiento de Garachico, pero Los Silos no firma, así que los vertidos y la contaminación se mantienen». Con el visto bueno silense, la solución del Cabildo podrá empezarse a aplicar a corto plazo.
Rechazo de la plataforma
Mientras en el Cabildo se celebra la decisión municipal, la Plataforma Los Silos-Isla Baja se muestra radicalmente en contra y ya ha iniciado una fuerte campaña a través de las redes sociales para mostrar su oposición frontal a un acuerdo del que dicen que «intenta imponer la recepción de las aguas fecales del municipio de Garachico a cambio de migajas: un estudio de viabilidad de una depuradora natural en Tierra del Trigo y en Erjos, y la financiación de la redacción del proyecto de la depuradora natural de El Polvillo». Este colectivo insiste en que «no costean ninguna depuradora, solo financian la redacción de un proyecto». A su juicio, «esto es realmente ridículo y humillante. Y a cambio venden nuestra costa y mar para convertirnos en el váter de la Isla Baja».
El colectivo, que ha liderado las desde 2017 las movilizaciones contra el sistema intensivo de depuración comarcal de la Isla Baja, ha solicitado a los miembros del grupo de Gobierno silense que «abandonen el grupo de comunicación» de la plataforma, «ya que su línea de trabajo y prioridades ya no coinciden con las de nuestra asociación y, consecuentemente, sería primordial que no conocieran las estrategias que llevaremos a cabo para salvar nuestro litoral».
«Si nuestra alcaldesa se sintió presionada por fuerzas superiores como el Cabildo, el Ciatf o su propio partido, la solución era convocar a su pueblo a una reunión urgente, en presencia de los medios de comunicación, para contar lo que estaba sucediendo. A partir de ese momento se podría haber luchado mano a mano. Lo fácil fue vender y condenar a este municipio a un convenio desigual, sin fechas precisas ni presupuestos definidos para conseguir las depuradoras naturales, que nos salvarían del desastre que se avecina. Se ha cedido sin luchar hasta el final. Este pueblo ha sido traicionado. Lo inteligente hubiera sido dimitir y estar al lado de la ciudadanía», sentencia la plataforma.