La Organización No Gubernamental de Desarrollo (ONGD) Bosco Global acaba de abrir en el colegio salesiano San Isidro, en La Orotava, su nueva delegación en Canarias, desde donde coordinarán sus proyectos de cooperación internacional y educación para el desarrollo. Con el apoyo de instituciones públicas y colaboradores privados, desarrollan proyectos educativos en la isla y atienden necesidades que se dan en países de África y de América, pero con la filosofía del que enseña a pescar, en lugar de regalar lo pescado. Su intención es que cada proyecto deje en las personas participantes y sobre el terreno los conocimientos e infraestructuras necesarias para que puedan salir adelante sin la dependencia de la ayuda exterior. En varios colegios de Tenerife ya trabajan para «concienciar a los jóvenes de la necesidad de emprender acciones de cambio en la sociedad y de luchar, por ejemplo, contra los discursos de odio en las redes sociales o en favor de la igualdad entre mujeres y hombres».
Desde La Orotava se coordina un proyecto en Ecuador llamado Mujeres agricultoras y artesanas, construyendo senderos, con la colaboración del Gobierno de Canarias. Está dirigido a campesinas indígenas de las zonas de Salinas, Simiatug y Facundo Vela, donde la mayoría de la gente vive en situaciones de pobreza extrema. Se atiende a 120 mujeres de tres comunidades indígenas rurales de la zona, que se agrupan en tres asociaciones: la Asociación de Productoras Mama Margarita (Salinas), la Asociación de Mujeres de Simiatug y Asociación La Dolorosa (Facundo Vela).
La técnico de Bosco Global en La Orotava, la trabajadora social Virginia Martín, detalla que este proyecto, presupuestado en unos 60.000 euros, tiene como principal objetivo «mejorar los recursos económicos de las mujeres campesinas e indígenas, mediante el desarrollo de técnicas de producción de artesanías y de productos alimenticios de comercio justo, elaborados por las mujeres de estas comunidades, con el fin de diversificar los productos naturales y tradicionales, y de promover el turismo desde la preservación ambiental-ecológica. Se pretende empoderar a las mujeres indígenas, que se sientan orgullosas de su trabajo y que obtengan un beneficio económico que les ayude en su maltrecha economía familiar».
De momento, Bosco Global se ha encargado de organizar talleres de autodiagnóstico en cada una de las asociaciones; otro de bioseguridad, para estandarizar prácticas saludables e higiénicas en la manipulación de los alimentos y la seguridad de las personas; otro para la gestión y promoción de la artesanía, donde se potenció la búsqueda de nuevos productos que lleguen mejor al mercado, la utilización de nuevos materiales, incluyendo la educación financiera para calcular los costes y el precio final del producto, y otros talleres de técnicas artesanales adaptadas a las necesidades e intereses de cada asociación de mujeres. Han trabajado cuestiones como el tejido de cestas, corte y confección, elaboración de calzado artesanal, uso de máquina de coser y patronaje para elaboración de uniformes escolares; elaboración de mermeladas y de tejido con gancho. Además, han participado en la ferias artesanas en la población de Guaranda y han mantenido reuniones con otras asociaciones de productoras de artesanías y comercio justo para conocer canales de distribución y técnicas de comercialización.
En las siguientes fases del proyecto se van a acondicionar nuevos espacios para la comercialización de los productos en Facundo Vela, Guaranda y Salinas. En estas poblaciones ya existe una tienda abierta al público para la comercialización y se ofrece la posibilidad de incorporar una sección específica para incorporar las producciones de las participantes en el proyecto. También se van a elaborar materiales de difusión para atraer al turismo a la zona y formar a las propias mujeres participantes para que muestren al público esos lugares de interés en la región. En otra zona de Ecuador la delegación andaluza de Bosco Global ya ha logrado que las mujeres indígenas cuenten con una fábrica y una marca propia que comercializa flores aromáticas e infusiones.
Bosco Global anima a sus colaboradores a explicar el proyecto a sus familias y amistades, y a organizar meriendas solidarias para recaudar fondos para contar con más recursos para este proyecto. «Estamos trabajando con mujeres con escasa formación, con la que se ha empezado a abordar cuestiones básicas vinculadas con su día a día, que es básicamente la artesanía y la agricultura. Las vamos orientando para que su labor les reporte más beneficios, para que se organicen mejor, calculen los gastos y costes, valoren mejor su trabajo y puedan tener más oportunidades para el futuro», detalla Virginia Martín.
Esta ONGD ya trabaja en la búsqueda de financiación para nuevas iniciativas como un proyecto en Senegal para mejorar la producción de los huertos de mujeres y jóvenes en situación de vulnerabilidad, a través de formación y equipamiento. «Queremos que tengan acceso al agua y a la energía eléctrica a través de placas solares para que puedan trabajar todo el año en unas condiciones más dignas», explica Martín.
Esta entidad solidaria también se nutre de la colaboración del voluntariado, tanto a nivel local como internacional. Cuentan con colaboradores para nuestros proyectos locales y, además, preparan a personas para que acudan en verano a colaborar en sus iniciativas en el exterior. Siempre les viene bien contar con personas especializadas en diferentes cuestiones, como profesores, pedagogos, trabajadores sociales, psicólogos, economistas, técnicos... profesionales que ayuden de forma puntual a las personas que trabajan sobre el terreno. La mejor forma de contactar para colaborar es a través de la web de Bosco Global, donde también hay disponible diverso material didáctico y educativo sobre medio ambiente, interculturalidad, equidad de género, consumo responsable o solidaridad para todos los niveles educativos, desde infantil y primaria hasta secundaria y bachillerato.
Educación contra discursos de odio
Bosco Global trabaja en Tenerife el proyecto Interconectados, en colaboración con las ONGD Volds y Jóvenes y Desarrollo, así como sus delegaciones de Barcelona, Andalucía, Extremadura y Valencia. Martín explica que «a través de una plataforma on line abordamos asuntos tan importante como los discursos de odio a través de las redes sociales o la equidad de género. Tenemos un aula virtual que sirve contenidos para trabajar en clase. Se pretende que sean los estudiantes los que planteen acciones de cambio para atajar estos problemas. Participan los colegios salesianos de La Orotava y de La Cuesta, La Pureza de María (Los Realejos) y el Luther King (La Laguna).
