«Este contrato no contempla la incineración y el Plan de Residuos Sólidos de Canarias (Pircan) no la acepta por ninguna vía». Es la posición de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias respecto al anuncio del Cabildo de Tenerife de licitar un espacio en el CAT de Arico para instalaciones de reciclaje. Recuerdan desde el ente regional que «es necesario pedir una autorización ambiental integrada para ponerla en marcha ». E insisten desde el área en la filosofía que marca la actuación del área que dirige José Antonio Valbuena, quien fuera consejero del Cabildo: «Con el Pircan se garantizará que las islas serán un territorio libre de incineradoras».
El plan cuenta con un presupuesto de 82 millones de euros para el periodo 2020-2026 y Valbuena ha asegurado que «tal vez sea la última oportunidad» para «implementar en Canarias una gestión sostenible de los residuos». El consejero ha vinculado el Pircan y la futura ley de economía circular. Ha advertido siempre de que uno de los compromisos del actual Gobierno ha sido hacer una revisión «profunda» del Pircan elaborado por el anterior ejecutivo. De la apuesta por las técnicas de incineración se ha pasado a un documento «más ambiciosos» en cuestiones como el aumento en las tasas de reciclaje y en la recogida selectiva,
El Pircan contempla también un programa de prevención de residuos, un estudio ambiental estratégico, otro económico y un documento de participación ciudadana. Los objetivos cuantitativos son pasar del actual 20% de residuos reciclados de manera efectiva a un 55% en 2025 para residuos domésticos y asimilables. Y para los envases, el objetivo en este corto plazo es llegar al 65% de reciclado en 2025 y al 70% en 2030.
