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Icod de los Vinos

Las visitas a la Cueva del Viento aumentaron un 49% este verano

Las rutas en español han contado con 2.783 participantes, a los que se suman 718 en inglés, 596 en alemán y 484 en francés

Una persona en el interior de la Cueva del Viento, en Icod de los Vinos. Sergio Socorro

La Cueva del Viento, el mayor tubo volcánico de Europa, ubicado en el subsuelo de Icod de los Vinos, ha recibido este verano la visita de 4.581 personas, lo que supone un incremento del 49,2% en relación con el mismo trimestre del año anterior. Gestionado por el Cabildo de Tenerife a través de la empresa pública Ideco, esta espacio ha recibido desde principios de año a casi 9.000 visitantes.

La consejera insular de Deportes, Concepción Rivero, explica que en ese periodo «se ha incrementado el número de rutas guiadas por la cueva, que se hacen en cuatro idiomas, hasta llegar a las 457. Son 130 más que en el trimestre anterior, lo que demuestra el interés que despierta esta visita entre residentes y turistas que pasan sus vacaciones en Tenerife».

De estas rutas, 279 se han realizado en español, con un total de 2.783 participantes; 72 en inglés, con 718 personas; 58 en alemán, en las que han participado 596 personas, y 48 en francés, que han contado con la participación de 484 visitantes más.

La Cueva del Viento, que es el sexto tubo volcánico más largo del mundo, fue originada por las coladas del Pico Viejo, un volcán situado junto al Teide, hace unos 27.000 años. Su nombre se debe a las importantes corrientes de aire que se producen en su interior.

Cueva del Viento El Día

Se trata de un lugar único porque sus galerías se extienden en tres niveles superpuestos, cuenta con numerosas ramificaciones aún sin explorar y presenta una gran variedad de estructuras de origen primario como estalactitas de lava, cascadas lávicas, terrazas laterales o lagos de lava. A su belleza física se une un alto valor ecológico, científico y arqueológico, por tratarse del hogar de especies únicas, como la cucaracha sin ojos (Loboptera subterranea), y por albergar restos de enterramientos guanches y fósiles de vertebrados ya extinguidos en la isla como la hubara o la rata y el lagarto gigantes.

La visita a la cueva, que se realiza previa reserva en la web, tiene un precio de 20 euros para adultos y de 8,50 para niños mayores de cinco años, aunque para los residentes canarios el precio se reduce a diez y cinco euros, respectivamente.

Una ruta guiada por el interior de la Cueva del Viento antes de la pandemia del Covid-19 El Día

La Cueva del Viento mide unos 17 kilómetros de largo, a los que recientemente hubo que añadir 1,5 más que en 2011 descubrieron un grupo de espeleólogos canarios e ingleses. La parte que está habilitada para la visita son unos 250 metros lineales, con un desnivel del 30 metros. El suelo algo irregular se combina con zonas en las que se transita sobre rejas metálicas. Al no tener luz natural, el trayecto se realiza siempre con la iluminación que aportan unos cascos con linterna frontal.

El Gobierno de Canarias aprobó en 1998, para garantizar su conservación, un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la Cueva del Viento, paso previo a su declaración como Reserva Natural Especial. Este plan nació para frenar las actuaciones que dañaban a la cueva, como nuevas construcciones, la alteración del suelo y los vertidos de aguas residuales.

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