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Garachico

Garachico despide a sor Ángeles

La abadesa del monasterio de clausura de las

Concepcionistas Franciscanas fallece a los 80 años

Sor Ángeles tras la reja del convento donde vivió casi 59 años. ISIDRO FELIPE ACOSTA

La orden se queda con apenas seis religiosas en el convento de la Inmaculada Concepción, fundado en el siglo XVI, que llegó a contar con 36 monjas a mediados del siglo XX. Sor María de los Ángeles Salvador Palenzuela vivió en su interior durante casi 59 años.



Sor María de los Ángeles Salvador Palenzuela, abadesa del monasterio de la Inmaculada Concepción, en Garachico, falleció ayer, a los 80 años de edad, después de casi 59 años de vida religiosa. La responsable del único convento de clausura de la Orden Concepcionista Franciscana en Canarias nació en La Laguna, pero se supo ganar el aprecio y el respeto de sus vecinos de la Villa y Puerto. El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, presidirá la misa exequial hoy a las 12:30 horas, con aforo limitado. La iglesia del monasterio estará abierta de 11:00 a 12:00 horas para la despedida de sor Ángeles.

En una entrevista concedida en febrero de 2011 a la periodista Naima Pérez, sor Ángeles narraba así el inicio de su vocación: «Yo de pequeña recuerdo ponerme delante de un espejo con una toalla en la cabeza porque quería ser monja y me miraba para ver si me pegaba y si era una monja guapa (risas). ¡Cosas de chiquilla! Luego, a los 13 años fui a hablar con la abadesa de un convento de La Laguna porque quería entrar, aún sin saber bien lo que significaba estar en un convento. Quería ser como esas monjas, rezando por los demás. Me dijo que era muy joven, que siguiera visitándolas, pero yo no fui más por allí. Pasado el tiempo, tras terminar Magisterio y piano, con 18 años cumplidos, salía con un chico y claro, ya no quería ser monja, pero seguía sintiendo esa inclinación. Yo lo llamo lucecita o fuerza interior. Sentía que el Señor quería que fuera de él, que me desposara con él, que me entregara a esa vida. Entonces yo me ponía rabiosa con el Señor y le decía: ¿Por qué te empeñas en que me meta en un convento y no me case como mis amigas? Pero seguía sintiendo esa llamada. Cuando le conté al chico con el que salía lo que sentía por Dios me dijo: Si fuera para irte con otro, te arañaba la cara, pero como es con el Señor, con ése no me puedo meter. Le dije que pediría por él».

"Yo de pequeña recuerdo ponerme delante de un espejo con una toalla en la cabeza porque quería ser monja"

Sor María de los Ángeles Salvador Palenzuela - Abadesa del monasterio de la Inmaculada Concepción

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«A los 20 años estaba ya más afianzada en que el Señor seguía llamándome, que él se iba a salir con la suya. Me sentía feliz porque tenía mucha paz, incluso en medio de esa lucha interna que tenía. Así que entré en este convento de Garachico», explicaba. Un monasterio que eligió «porque estaba dedicado a honrar a la Inmaculada Concepción de María. Yo era de La Laguna, me habían bautizado y confirmado en la Iglesia de La Concepción y por la Inmaculada yo sentía una gran devoción. Así que al saber esto y que el convento estaba enfrente, casi en la orilla del mar, me encantó, porque yo por el mar soy una chiflada. Entonces dije: este es mi convento, sin conocer a las monjas siquiera».

Defendía la vida de las monjas de clausura y aclaraba que su condición «no quiere decir que estemos aisladas o hayamos huido del mundo, como creen algunas personas, sino que se trata de una respuesta de amor a Dios y, a través de él, a nuestros hermanos». Tampoco vivió siempre encerrada entre los muros del monasterio, viajó a Venezuela y a la península, y salía para hacer la compra, renovar el DNI, votar, visitar a familiares enfermos, ir al banco o al médico. «Para lo que es necesario, no tenemos ningún obstáculo», contaba.

Pese al descenso en las vocaciones, se mostraba optimista y creía que el mundo cambiará a mejor: «Gracias a Dios, yo creo que las cosas cambiarán y no será muy tarde. Conocemos a muchos jóvenes cristianos, que son muy buenos, y otros que no son cristianos pero que tienen unos valores, que es lo principal».

Reacciones

El alcalde de Garachico, José Heriberto González (CC), compartía su pesar por el fallecimiento de la abadesa a través de Facebook: «La noticia que hemos recibido en esta mañana es muy triste para muchos. Creo que para todos los que la conocíamos bien. El fallecimiento de la hermana superiora del convento de monjas Concepcionistas Franciscanas de Garachico nos impacta. Para mí, Sor Ángeles ha sido una gran religiosa; una gran difusora de las historias y riquezas patrimoniales del convento; una gran luchadora para lograr su restauración y conservación, y conmigo, personalmente, una extraordinaria persona, cariñosa y siempre atenta. ¡Descanse en paz!».

Juan Alejandro Lorenzo Lima, de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, recuerda que «sor Ángeles fue una religiosa cercana, con gran sensibilidad para el patrimonio de Garachico en general y de su convento en particular. Nos dejó publicar varias piezas de él, facilitando siempre nuestra investigación con documentos y bienes que guardaban en clausura. Es una pena que no inaugure ni disfrute de las futuras salas de exposición del convento, que tanto impulsó y alentó en su proyecto bajo el patrocinio de Patrimonio Cultural de Canarias».

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