De los 600.000 metros cuadrados (60 hectáreas) con que cuenta el Puerto de Granadilla en tierra, la empresa Petróleos de Canarias (Petrocan) ocupará 120.632 metros cuadrados (12 hectáreas) en concesión administrativa durante 35 años. La compañía utilizará este espacio para la instalación de una factoría de almacenamiento y abastecimiento de combustible de aviación, actividad de bunker y reservas estratégicas. Esta actividad hace posible el traslado de las instalaciones de Cepsa en la refinería de Santa Cruz de Tenerife. Cabe aclarar que, en todo caso, la refinería no existirá como tal. Sí incluye el traslado de la operativa de suministro de combustible a El Hierro, La Gomera y La Palma, que actualmente realiza desde el muelle de la Hondura, en Santa Cruz.

Según la memoria inicial del proyecto, la propuesta de almacenamiento de combustible alcanza los 154.000 metros cúbicos para fuel oil, gasoil marino, diésel marino, marpol y keroseno de aviación. Parte de este combustible se podrá recibr por carretera, a través de camiones cisterna, y desde buques atracados en el puerto, a través de un oleoducto externo.

Dichas prestaciones puramente industriales podrían potenciarse con el almacenamiento de combustibles renovables, como el hidrógeno verde y el metanol, e instalaciones para la generación de biocombustibles marinos, lo que conduciría a una ampliación de la ocupación de superficie en otras doce hectáreas. Con ello, se elevaría hasta 24 hectáreas (240.000 metros cuadrados) la ocupación total por parte de este proyecto.

El director de Cepsa en Canarias, José Manuel Fernández-Sabugo, anunció el 29 de abril pasado que la compañía trabaja en el proyecto del nuevo parque de almacenamiento de combustible. Cepsa prevé iniciar la obra a mediados del año próximo en el recinto portuario emplazado junto al Polígono Industrial del Sur.

El puerto de Granadilla ofrece, además de un espacio en tierra de 60 hectáreas, más de tres kilómetros de línea de atraque. Sus grandes calados permiten el atraque y la reparación de plataformas petrolíferas y de los mayores barcos operativos, como el Pioneering Spirit, que atracó a tal efecto en 2019, y la plataforma Oceanic 5000, actualmente en reparación en esta instalación.

Las 60 hectáreas de superficie en tierra del puerto ya estarían a fecha de hoy prácticamente ocupadas, si fructifican los distintos proyectos en desarrollo por parte de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife y de la iniciativa privada, proyectos centrados en el almacenamiento de combustible, la reparación naval y el negocio offshore.

Reparación naval y economía azul.

Al desarrollo de actividades de reparación naval y otras vinculadas a la llamada economía azul (consiste en el uso del mar y sus recursos para un desarrollo económico sostenible y rentable) se destinarán otras 28 hectáreas. La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife asegura que trabaja en esos aspectos valorando diferentes alternativas al respecto.

Una de ellas, tal y como ha anunciado Carlos González, presidente del organismo tinerfeño, se centra en la posible instalación de aerogeneradores en la zona de servicio marítimo del puerto, posicionándose asimismo a favor de la producción de piezas de estos aparatos para exportar desde el propio puerto hacia otros países, actividad que se desarrollaría en ocho hectáreas de superficie.

El Puerto de Granadilla jugará un papel importante en el desarrollo de proyectos y tecnologías vinculadas a la transición energética hacia una economía descarbonizada. Por su posición estratégica con respecto al recurso eólico, su facilidad de acceso e interconexión con otros modos de transporte, la Autoridad Portuaria está convencida de que será punto de apoyo obligado para el despliegue masivo de la energía renovable en Canarias, previsto para los próximos años.

Next Generation.

Este es, junto al desarrollo de la reparación naval, el fundamento del denominado Proyecto de crecimiento azul del puerto de Granadilla, presentado a los fondos europeos Next Generation (el paquete económico para la recuperación a aplicar entre 2021 y 2027 que contribuirá a la reconstrucción europea tras la pandemia del coronavirus y apoyará la inversión en transición ecológica y digital). La inversión total contemplada asciende a 293 millones de euros, de los que 150 se destinarían al negocio offshore y 75, a la industria de reparación de buques.

En la actualidad, esta actividad cuenta en el sistema portuario tinerfeño con dos autorizaciones en trámite para la instalación de un dique flotante, uno de ellos en la Dársena del Este del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, y, otro, en el Puerto de Granadilla. La Autoridad Portuario dice que no es descartable, asimismo, la operatividad de un dique seco, lo que posibilitaría la reparación integral de grandes naves –de hasta 273 metros de eslora– en Tenerife, iniciativa ésta también incluida en el proyecto que recaba fondos europeos, con una ocupación de más de 20 hectáreas (200.000 metros cuadrados).

Asimismo, se contempla la generación de plásticos biodegradables a partir del tratamiento de agua y fangos procedentes del Polígono Industrial de Granadilla y del propio puerto y, como subproductos, agua para riego y abonos, en lo que aparece como economía circular sobre el circuito del agua. Esto está contemplado con una ocupación de una hectárea (10.000 metros cuadrados).

Fotovoltaica flotante.

La Autoridad Portuaria tinerfeña también presentó a la convocatoria de fondos Next Generation el proyecto estratégico de Comunidad energética verde, a implantar en los puertos de Santa Cruz de Tenerife y Granadilla. Iniciativa que posibilitará la existencia de un sistema de generación de fotovoltaica flotante y la producción, almacenamiento y distribución de gas renovable como el hidrógeno verde. Es una apuesta que aparece avalada por el correspondiente convenio ya firmado por el organismo portuario con la Universidad de La Laguna (ULL) y con las eléctricas Endesa y Enagás.

Usos variados.

Las restantes siete hectáreas (70.000 metros cuadrados) de la superficie del Puerto de Granadilla estarían dedicadas a la descarga, manipulación y depósito de graneles, chatarra, desechos de neumáticos y goma triturada, instalaciones para el almacenamiento de cable submarino y otras dependencias para la recepción de vehículos de nuevo uso, explican.

Producción de cemento.

La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife pretende, asimismo, el traslado de la actividad vinculada a la producción de cemento a Granadilla, lo que se traduciría en beneficios para la población cercana a la zona de desarrollo de dicha actividad en el puerto santacrucero, señala este organismos dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

La central eléctrica.

Uno de los aspectos a tener en cuenta se refiere al papel que puede jugar el Puerto de Granadilla en la descarbonización de la central eléctrica de Granadilla, valorada como una de las más contaminantes de Europa y emplazada en el Polígono Industrial, en un espacio limítrofe con el propio puerto de Granadilla. Por ser Tenerife un puerto de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), está obligado a ser punto de repostaje de gas natural licuado (GNL) desde el 31 de diciembre de 2025, con carácter obligatorio. El gas natural licuado es el único combustible de futuro considerado, por el momento, para reducir la contaminación que produce el transporte marítimo.

El problema actual es que hay pocos barcos que usen como combustible GNL, hasta el punto que supone apenas un 3,5 % de la flota mundial. Esta poca demanda hace imposible, de momento, instalar almacenamiento de gas natural licuado en el puerto para el repostaje en alta mar (bunkering). De ahí que el proyecto de descarbonización de la central eléctrica de Granadilla, al margen de la mejora ambiental que supone, sea valorado positivamente desde el ámbito portuario por la posibilidad de tener almacenado en el puerto GNL y cubrir así la posible carencia.

La Autoridad Portuaria está convencida de que, con el tiempo, se compensaría la demanda de gas natural licuado para buques (creciente) con la de generación eléctrica con gas natural en Granadilla (decreciente), lo que permitiría al puerto jugar con cierta ventaja, al estar plenamente operativo para el mercado internacional a finales de 2023, lo que haría de Tenerife un enclave competitivo en este tipo de bunkering de GNL.