Los trabajos para asegurar el talud de Las Bajas, en Güímar, están paralizados de forma provisional por decreto del alcalde, Gustavo Pérez. La causa es el exceso del importe de las certificaciones de obra presentadas por la empresa ante el Ayuntamiento, que incrementan el coste de su ejecución en torno al millón de euros respecto al presupuesto por el que fueron contratados esos trabajos.

Hoy tendrá lugar una reunión entre las partes implicadas, así como con los técnicos urbanísticos y jurídicos municipales, departamentos que tendrán que emitir informes al respecto. Uno de los propósitos es determinar si la actuación que se lleva a cabo mantiene el carácter de emergencia en su totalidad o si procede excluir alguna parte para su licitación, algo deberán dirimir los referidos técnicos de la Administración.

Las obras se realizan en el talud del margen mar del túnel que se encuentra en la autopista del Sur al paso por Güímar. La inversión municipal prevista para reparar ese espacio ascendía a 342.865 euros. Los trabajos contratados consisten en colocar barreras dinámicas, mallas de triple torsión y gunitado o hormigón proyectado para reforzar el talud. Con ello se trata de solucionar los problemas que afectan a esta pared, que presenta riesgo inminente de alta peligrosidad ante los fenómenos atmosféricos, así como riesgo elevado de desprendimiento. Así lo determina el informe técnico encargado por el gobierno municipal y recibido el 15 de febrero pasado. Ambas circunstancias suponen una amenaza para la integridad de las viviendas y de las personas de Las Bajas.

Se trata de un pequeño poblado formado por una veintena de casas, cuevas y cuevas-casa (algo similar a Bajo la Cuesta, en Candelaria) de las que solo ocho estaban habitadas de forma permanente. Esas ocho familias, que suman en torno a 20 personas (incluidos menores), fueron realojadas por el Ayuntamiento güimarero, que asume el coste del alojamiento durante el tiempo que duren los trabajos contemplados para asegurar el estado del talud de los túneles. Ese periodo estaba previsto que fuera de cuatro meses, es decir, hasta este mes de septiembre.

Este núcleo fue creado junto al mar y, como en otros muchos puntos de la costa del sur de la Isla, surgió con la ocupación de las cuevas que hay en el lugar, luego convertidas en viviendas con nueva construcción anexa. El perfil de las ocho familias que viven en el poblado cada día es el de trabajadores por cuenta ajena, algunos de ellos son mayores y también hay varios menores.

Asimismo, es uno de los núcleos del litoral güimarero afectados por un expediente de recuperación posesoria del espacio de dominio público marítimo-terrestre, impulsado por la Dirección General de la Costa el Mar. Hecho ya comunicado a los vecinos.