El nacimiento de La Orotava está vinculado a la existencia de 13 molinos y sus acueductos. En ellos se molía harina para elaborar pan hasta que comenzaron a producir gofio. Hoy hay constancia de una decena de ellos, de los que permanecen activos dos, el Molino de Chano, cuyo origen se remonta a los primeros años del siglo XVI, y el Molino La Máquina, de 1634. Configuran uno de los atractivos turísticos de máximo interés para el municipio, hasta el punto que lo convierte en el único de Canarias presente en la Guía de Turismo Industrial de España, que edita la Asociación de Operadores de Turismo Industrial (AOTI). Fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Sitio Etnológico el 4 de julio de 2006 y son el eje de una ruta singular.

| maría pisaca

La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna concluyó, en septiembre de 2019, La Molinería en La Orotava: propuesta para la salvaguardia y el desarrollo del oficio del molinero, un estudio que llama la atención sobre la necesidad de «tomar medidas que permitan que nuevas generaciones estén dispuestas a tomar el relevo y continuar con la tradición de este oficio», el de molinero. Otro problema que afronta esta actividad es «la falta de interés por parte de algunos colectivos sociales hacia el producto elaborado por el molinero; es por ello que el resto de clientela que sigue acudiendo al molino debe cuidarse». El estudio concluye que «si se perdiera la molinería en el municipio, se estaría perdiendo una parte muy importante de este lugar, una parte de la memoria colectiva que desaparecería para siempre». Aboga por preservarla «para mostrarla a las nuevas generaciones y que estas tengan la oportunidad de vivirla y participar de ella».

Se trata de uno de los molinos conservados en mejor estado y permanece en activo. Cuenta con gran número de arcos de medio punto de mampostería, al igual que el cubo. Está en el límite entre Villa de Arriba y Villa de Abajo. | maría pisaca

La ruta de los antiguos molinos de agua de La Orotava lleva a recorrer un espacio que reúne a una decena de estas infraestructuras.

  • Molino de Chano. Se mantiene en activo, está situado en el límite entre la Villa de Arriba y la Villa de Abajo. Fue construido en el siglo XVI por Bartolomé Benítez de Lugo, sobrino del conquistador Alonso Fernández de Lugo y Señor de la Alegranza. Toma su denominación de su anterior propietario, Sebastián González Hernández, conocido como Chano el del Molino, de quien pasó a sus herederos. Su arquería queda interrumpida por una vivienda, conserva un gran número de arcos de medio punto de mampostería y el cubo. El salón de la molienda responde a los rasgos de la arquitectura tradicional, conserva su carácter tradicional en todo su esplendor. La arcada principal está deteriorada, con grietas en la clave de los arcos.
  • Molino La Máquina o de Monteverde. Construido por Juan de Ponte y Calderón en 1634, en pleno siglo XX pasó a ser propiedad de sus últimos arrendatarios, la familia Domínguez. Está en funcionamiento, conservando su forma original. Carece de acueducto, tiene el cubo de menores dimensiones de los que se conservan que se sitúa en la parte superior de la edificación, con el chaboco junto a las turbinas en la parte inferior, zona reformada (años 80 y 90 del siglo XX) para adaptarla a las normas sanitarias . El salón de la molienda mantiene los rasgos definidores del estilo original.
  • Molino La Piedad. Situado entre la calle Cubo Alto y la Plaza de La Piedad, fue construido por Andrés Xuárez Gallinato en el siglo XVI. Ha sido cuidadosamente restaurado a su fisonomía original por su actual propietaria, Ana María Hernández Martín. Sin embargo, las obras en la casa y en el cubo han desvirtuado levemente la esencia tradicional.
  • Molino de las Cuatro Esquinas o de la Garrota. Construido en el siglo XVI por Pedro de Medina, sus rasgos constructivos lo diferencian por sus especiales características. Su acueducto tiene un solo arco, trazado en rampa, transporta el canal hasta el único cubo de planta circular de los que perviven en La Orotava. El salón de la molienda y vivienda del molinero se ajusta a las pautas de la arquitectura tradicional. Situado en una confluencia de vías, sus fachadas están bien conservadas, pero el interior está en desuso.
  • Molino de Josefina. Del siglo XVI, se ubica entre la calle Doctor Domingo González García y la calle Nueva y conserva su estructura original. Carece de acueducto ya que el agua llegaba a través de canales de madera. Su cubo fue elaborado en mampostería y parece deslizarse por la parte trasera para terminar apoyándose en la calle. El salón de la molienda responde a la tipología típica. El interior de la casa fue reformada para mantenerla habitable. El exterior de la casa responde a la tipología terrera con ventanas de carpintería sencilla y compuesta por dos cuerpos. Uno, el que se desliza por la pendiente de la calle Doctor Domingo González, la otra hacia la calle Nueva, mejor conservada y con una cubierta de teja árabe a cuatro aguas.
  • Molino de la Cruz Verde. Erigido por Lope Gallego en 1503, está situado en las inmediaciones de la Ermita de Santa Catalina. Conserva un acueducto con tres arcos de medio punto, otro cuadrangular y un espacio arquitectónico de planta rectangular y cubierta a cuatro aguas y teja árabe.
  • Molino de La Magnolia. Ubicado entre las calles Rosa de Ara y San Juan, data del siglo XVI y fue erigido por el conquistador Diego de Mesa. Tiene un cubo de monumentales dimensiones, una arquitectura de mayor tamaño que el resto, presenta una tipología de arco curiosa en su acueducto y conserva la apariencia original.
  • Molino de la Huerta del Castaño. Del siglo XVI, carece de acueducto, con cubo elaborado en mampostería y un antiguo chorro en forma de hornacina adosado a la fachada de dos alturas.
  • Molino de San Francisco. Edificado por el regidor Francisco Benítez de Lugo (1528-1559), no tiene cubo y está bastante deteriorado. Destacan las intactas piedras de la molienda y el pavimento de múltiples formas y colores. Situado en un entorno transformado por el paso del tiempo, conserva su estructura original. Este molino carece de acueducto, ya que el agua procedía del anterior mediante canales de madera.