Adelantada, como la del 2020, Año I de la era de la pandemia, desigual entre el Norte y el Sur por efecto de los característicos microclimas y, por supuesto, con mascarilla y distancia de seguridad. Así se presenta la vendimia 2021 en Tenerife. Desde la consejería insular de Agricultura estiman que la sequía que azota la Isla en los últimos seis años con el registro de hasta un 52% menos de lluvias se comienza notar en el vigor de la planta, sobre todo en aquellas de secano. Esto produce un menor desarrollo de los sarmientos, importantes para las cosechas siguientes. La incidencia se nota sobre todo en el sur.

Tanto el otoño como el invierno del 2020 no fueron malos en lo que a precipitaciones se refiere, al igual que los meses de la pasada primavera. Pero estas condiciones meteorológicas, sobre todo la humedad, óptimas para que la viña pueda ofrecer buena producción, también han provocado la aparición del mildiu (enfermedad producida por un hongo). Desde abril hasta junio pasado en las comarcas de Tacoronte-Acentejo, Valle de La Orotava e Ycoden-Daute (la franja norte) las alertas de Agrocabildo (empresa pública especializada) han registrado un riesgo alto. En la vertiente sur el riesgo, por contra, ha sido medio-bajo.

Cambio de eje

Este factor es clave para entender el cambio de eje en la producción. Si el año anterior la mayor cantidad correspondió a las Denominaciones de Origen (DO) del norte esta vez la cosecha más numerosa se prevé en el sur. Como es ya es costumbre los últimos años, la vendimia ha comenzado en ciertas zonas de la Isla desde finales de julio. Se trata de fincas características que, por su altitud, orientación y sistema de producción, pueden afrontar ya la recogida para obtener unos vinos de gran calidad. Las primeras recogidas de la fruta han correspondido a las Denominaciones de Origen Islas Canarias e Ycoden-Daute-Isora. Entre las más tempranas del hemisferio norte. El lunes 26 de julio daba comienzo la campaña de este año en la Finca San Juan Degollado, de Garachico. El terreno está situado a 160 metros sobre el nivel del mar y conformado por bancales construidos con roca volcánica, que contribuyen a superar las adversas dificultades de la orografía. Las variedades Marmajuelo y Verdello producen los primeros mostos de la cosecha 2021.

El verano está siendo atípico en algunas zonas donde en momentos de maduración de la uva se dan precipitaciones y temperaturas bajas para la época. Estas condiciones afectan a la maduración adecuada y propician ataques fúngicos (de hongos) en momentos tan vitales. Eso, sumado a las anunciadas altas temperaturas que podrían afectar muy significativamente a la producción final.

El consejero

Javier Parrilla, consejero de Agricultura, valora: «Hay que esperar por los posibles efectos de un verano peculiar y atípico. En las medianías se ha dado un encapotamiento y niveles de humedad impropios de la época y eso supone problemas para la maduración». Añade: «Ahora lo óptimo es la sequedad y el sol pero un aumento brusco de temperatura como el que se anuncia puede quemar la uva». Explica el consejero que este año «la principal enfermedad que ha afectado es el mildiu por encima del oldio (la ceniza) o la botrytis, más usual». Su resumen es que «las previsiones en Güímar, Abona e incluso Daute son buenas y el riesgo es esa subida brusca de temperaturas. El mayor problema está en Tacoronte-Acentejo, La Orotava e Ycoden por el efecto mildiu». Parrilla explica: «Creo que la pérdida superará el 10% respecto al año pasado. Lo digo en base a los modelos predictivos de Agrocabildo ya desde abril o mayo» El consejero espera que «el ligero descenso no afecte a la producción de vino».

Desde las DO

La previsión de los representantes de las diferentes Denominaciones de Origen de Tenerife coincide con la del consejero. Así, Manuel Marrero, de la Bodega Cumbres de Abona, apunta: «Esperamos una cosecha de entre un 15% y un 20% más que en 2020. Gracias a Filomena que nos salvó la cosecha con sus lluvias del invierno. Esperamos pasar de los 400.000 kilos del año pasado a unos 420.000. Ya empezamos y tenemos unos 25.000 recogidos. Pero, insisto mucho en esta idea, lo que nos falta es agua». Por su parte, Manuel Rodríguez, gerente de la DO Abona, valora: «Empezamos ya la semana pasada y cada vez resulta más habitual hacerlo a mitad de agosto y no en septiembre como marca la tradición. Esperamos una cosecha un poquito mejor que la del año pasado, entre los peores de la serie histórica. La uva no llegó a cuajar por falta de agua y nos fiamos del peso de los racimos con la fruta en ese estado. Este año ha llovido más en otoño y primavera. Creo que irá mejor pero sin locuras. No hemos tenido tantos problemas como en el norte con las lluvias fuera de temporada y las enfermedades. Solo la presencia de ejemplares de langosta africana, el cigarrón, en zonas altas de Vilaflor y Granadilla pero fue rápidamente controlado». Por su parte, Juan Jesús Méndez, director técnico de Bodegas Viñátigo, de Ycoden-Daute-Isora, y secretario de la DO Islas Canarias, explica: «Ya hemos comenzado y la cosecha es mejor que la del año pasado. La excepción es Tacoronte-Acentejo por la presencia sobre todo del hongo mildiu, la chamusca como lo llamamos, y en menor medida la botrytis, la pudrición». Añade: «La presencia constante de los alisios y la excesiva humedad ha favorecido a los hongos». Espera «un 20% o un 25% más de kilos que el año pasado». En cuanto a la Do Islas Canarias, valora: «La perspectiva para el subsector de Tenerife es de un 10% o un 15% más que en 2020». Detalla: »La pluviometría ha sido superior a años anteriores, no hubo sequía y eso ha permitido acercarnos a fechas más normalizadas de vendimia»., Un apunte: «Los parámetros de acidez y azúcar de la uva son bastante buenos». Desde el Valle de La Orotava, Agustín García Farrais, enólogo y gerente de Bodegas Tajinaste, resume: «El mildiu nos ha afectado y esperamos entre un 10% y un 15% menos que el año pasado en cantidad aunque manteniendo la calidad». Subraya: «Empezamos el viernes (por ayer) con la primera vendimia de La Orotava. En la Finca Poggio, a 230 metros de altura y con la variedad Marmajuelo». Por último, Mary Paz Gil, gerente de Tacoronte-Acentejo asegura estar «mirando el cielo». Valora que en junio, julio y lo que va de agosto el alisio potente «se ha instalado en la comarca y el calor ha brillado por su ausencia». Resalta que «a la uva le hace falta el frío en invierno, la lluvia de febrero y el calor en verano. Una temperatura no excesiva porque entonces se quema». Lo dice por la anunciada ola de calor. Apunta: «La cosecha venía muy bien y prometía entre un 10% y un 15% más pero puede ser ahora justo al revés es porcentaje de descenso sobre el año pasado». Resume: «2019 fue un año malo, la peor cosecha en cantidad, y 2020, bueno en calidad. Ahora esperamos empezar a principios de septiembre y recoger la uva en buenas condiciones sanitarias».

La enfermedad del ‘mildiu’

Agrocabildo ha elaborado un detallado informe sobre la acción del mildiu de la viña (Plasmopara viticola) en Tenerife y su influencia en la vendimia 2021. El Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural posee unas 25 estaciones meteorológicas en las principales zonas de cultivo de la viña y divulga los riesgos semanales de enfermedades. Bajo, medio y alto para cada una de las siete comarcas vitícolas. Las condiciones climáticas en la campaña han sido favorables a la aparición de mildiu en viña en la zona norte. Desde finales de abril, mayo y principios de junio se han establecido avisos fitosanitarios con riesgo alto en Tacoronte-Acentejo, Valle de La Orotava e Ycoden-Daute. El hongo se caracteriza por manchas en las hojas y también puede afectar a los tallos. Aún es pronto para sacar conclusiones sobre producciones finales, pero el consejero Parrilla espera que «la situación meteorológica nos permita alcanzar buenos niveles de cantidad y calidad».

A Cumbres de Abona (Arico, DO Abona), con Manuel Marrero al frente, entraron ayer miles de kilos de uva. En las fotos, el proceso con la recogida de la uva en la finca, el transporte y el tratamiento en la bodega.

Marcados por la pandemia

La vendimia de 2020 tuvo un adelanto en maduración de unos quince días a un mes según las zonas. Fue un año de recogida de la uva adelantada con una producción de gran calidad y buena cantidad. El estado sanitario de la cosecha resultó positivo porque las condiciones meteorológicas permitieron que no proliferaran enfermedades como el oidio (la ceniza), dada la buena proporción en primavera y verano de días soleados y escasa humedad. El consejero insular, Javier Parrilla, pone en valor el trabajo científico de los agrónomos del Cabildo: «Domingo Ríos, Jefe del Servicio de Agricultura y Desarrollo Rural, es una de las mayores autoridades en el conocimiento de la papa y los frutales de pepita, además de en horticultura». Por su parte, «Santi Perera es el agente especialista en plagas; se pasa el día investigando nuevas líneas agroecológicas con productos poco agresivos, con trampas, feromonas y bichos como dicen. Unos máquinas».