El mar azulado baña las arenas de Las Vistas, Los Cristianos, Playas de Las Américas, El Camisón, el Palm-Mar o Costa del Silencio en un municipio que mira a la costa sin olvidar sus montañas y macizos, que salpican el fondo sur de Tenerife.

Un lujo de enclave marinero donde la vida parece más fácil y sencilla, que no se entiende sin su mar y sus playas, y cuya accesibilidad y servicio de baño adaptado para personas con movilidad reducida, junto al paseo marítimo sin barreras más largo de Europa, han hecho de este enclave un lugar famoso a nivel mundial. Arona es un gran gimnasio al aire libre.

Sin embargo, no todo es turismo de playa en este rincón del sur de Tenerife. Arona es un pueblo muy arraigado a su patrimonio histórico con sus romerías, su Día de las Tradiciones, donde vuelve a los trajes de época, el canto, la música de parranda, los oficios tradicionales y el sentir canario como esencia de antaño.

Cuenta, además, con Arona casco, cuyo conjunto histórico fue declarado Bien de Interés Cultural en 2006. La plaza de la Iglesia de San Antonio Abad, un templo que data de 1627, destaca entre otros edificios de gran valor histórico. Cultura y arquitectura canaria 100% con oferta de alojamiento rural y unas impresionantes vistas sobre la costa que hacen de este pueblo un lugar ideal para descansar lejos de cualquier ruido y agitación ofreciendo interesantes actividades culturales. Desde aquí parte, además, una de las rutas de senderismo más bellas del sur de Tenerife: la SL-TF 218 Roque del Conde.

Continuando con los parajes naturales, Costa del Silencio, Las Galletas y el Palm-Mar ofrecen al visitante un espacio para el descanso, la paz y el sosiego rodeado de paisajes naturales protegidos e idílicos, como Montaña Amarilla o el Malpaís de Rasca, convirtiendo a estos enclaves costeros en lugares de turismo alternativos y diferentes.