Tras el galardón Wildlife Photographer of the Year en 2020, en la categoría de fotografía de vida silvestre, el Museo de Historia Natural de Londres vuelve a premiar a este prestigioso fotógrafo submarino tinerfeño con el gesto de compartir algunas de sus mejores imágenes a través de las redes sociales.
El Museo de Historia Natural (MHN) de Londres, en Reino Unido, premió en 2020 al fotógrafo portuense Francis Pérez con el prestigioso galardón Wildlife Photographer of the Year, en la categoría de fotografía de vida silvestre por la imagen de un calderón herido. Esta semana, el MHN utiliza sus redes sociales, con cientos de miles de seguidores en todo el mundo, para promocionar y dar aún más visibilidad a algunas de las mejores imágenes captadas por este fotógrafo y economista de Puerto de la Cruz.
«Es un honor que compartan mi trabajo a través de redes como Instagram (nhm_wpy) y, en el fondo, es como recibir un premio más. Un reconocimiento a un montón de años de esfuerzo», declaró ayer a EL DÍA Francis Pérez, quien explica que desde el museo le llamaron para anunciarle que durante siete días pensaban mostrar algunas de las mejores fotografías que ha captado en inmersiones en Tenerife y en medio mundo, desde el Mar Rojo, en Egipto, hasta Mozambique, Sudáfrica, Indonesia, Filipinas, Micronesia, Ecuador, Chile o México. El Covid-19 ha impedido que en los próximos días viajara hasta Noruega para hacer fotografías en el Círculo Polar Ártico. «Tenía que estar allí en agosto, pero no ha podido ser por las restricciones que han impuesto por la pandemia», lamenta.
Francis Pérez nació el 25 de marzo de 1970 en Puerto de la Cruz y desde los años 90 del siglo XX convirtió el buceo en una de sus grandes pasiones. «Calculo que llevo haciendo fotos desde 1999, primero como afición; más tarde como una afición que me permitía cubrir costes, y desde hace unos años como una forma de vida y una de mis principales fuentes de ingresos», recuerda. Pérez es licenciado en Ciencias Económicas y, hasta 2011, compaginó la fotografía submarina con el trabajo en una consultora.
Algunos de los momentos más intensos de su vida profesional los ha vivido en Tenerife, rodeado de ballenas piloto o viendo comer a imponentes rorcuales. Señala que «estar enfrente de un rorcual cuando engulle una bola de peces es algo indescriptible, como asistir en Chile a un banquete con 30 ballenas de 25 metros comiendo krill». Por eso se ha convertido en un firme opositor al puerto de Fonsalía, que se pretende construir en un litoral que él conoce a fondo. «Allí hay una biodiversidad inmensa y si construyen ese puerto, se van a cargar uno de los santuarios de vida submarina más importantes de Europa», advierte el autor de la imagen de un calderón con la cola a medio seccionar que se ha convertido en un icono de la lucha contra esta obra.