La Concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de El Rosario, que dirige la primera teniente de alcalde Sara Cabello, ha realizado el balance final de la campaña de control de tráfico puesta en marcha en las vías públicas entre el 25 de junio y el 6 de julio, del que se desprende el mayoritario respeto a las normas de tráfico por parte de los conductores rosarieros. Sara Cabello señala que ha sido «todo un éxito», que «habla muy bien de la concienciación de la ciudadanía en lo que respecta a la seguridad y al respeto a los límites de velocidad». El radar móvil controló un total de 1.600 vehículos, de los que solo un 2’7% de ellos (43) originó denuncias por sobrepasar en exceso el límite de velocidad de la vía.

La campaña de control de velocidad, puesta en marcha en colaboración con la Dirección General de Tráfico durante dos semanas, tuvo por objeto mejorar la seguridad, especialmente la de los peatones, dadas las continuas quejas vecinales por las elevadas velocidades de paso de vehículos en determinadas zonas del Municipio. Para ello, la Policía Local controló el límite de velocidad en determinadas calles de los distintos núcleos del Municipio a través de un sistema de radar móvil.

La concejala de Seguridad explica que «desde un primer momento esta campaña se planteó con un propósito totalmente disuasorio y preventivo, por lo que comunicamos a diario en qué calles iba a estar localizado el radar». Esta información previa ofrecida a la ciudadanía generó un alcance medio de más de 3.600 personas solo teniendo en cuenta las redes sociales municipales.

Asimismo, Sara Cabello recuerda que «especialmente en zonas residenciales, son habituales las quejas por la velocidad a la que pasan algunos vehículos y ello unido a la entrada en vigor de las nuevas limitaciones de velocidad para las vías urbanas, hizo que fuera un momento adecuado para llevarla a cabo». «En todo caso, es gratificante comprobar que la inmensa mayoría de la ciudadanía se toma en serio la seguridad vial y es responsable cuando lleva un volante en las manos», concluye.