La inauguración de la primera depuradora en un polígono industrial de Canarias –La Campana– y la solución a los vertidos incontrolados, tras la fisura en el pozo de Costanera, han quedado en un segundo lugar, pese a la consecución de este hito. Ocurre después de que ayer el Consejo de Gobierno del Cabildo emitiera un comunicado para salir en defensa de su consejero de Desarrollo Sostenible, Javier González Medina, quien acusó al alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, de sectarismo político por impedirle el acceso al acto. El representante de la Corporación insular incluso llegó a asegurar que le atravesaron un coche de la Policía para impedirle el acceso a los aparcamientos después de decirle que no figuraba entre los invitados, responsabilizando de esta decisión directamente al alcalde, llegando a cuestionar la «salud mental media» de quien da dichas órdenes.

Los grupos insulares de CC y PP también hicieran públicos sendos comunicados, en defensa del regidos, Escolástico Gil, mientras el Consejo de Gobierno insular aprobó «una declaración de condena por el trato dispensado» al consejero Javier Rodríguez Medina, señalando como responsable del desaire institucional al alcalde. En dicho escrito, el Gobierno insular recuerda que fue precisamente el Cabildo la administración que concedió una subvención al Ayuntamiento rosariero de 1,5 millones de euros, de los dos millones del coste global de la obra, si bien no precisa que fue a causa de una enmienda de CC a los presupuestos, que prosperó con los votos nacionalistas, del PP y la consejera de Sí se Puede, la abstención de Podemos y el rechazo del PSOE y Ciudadanos.

«El consejero insular Rodríguez Medina acudió ayer a la inauguración en representación del Cabildo y no pudo entrar al negarle la entrada la Policía Local, siguiendo órdenes del alcalde, Escolástico Gil». «Es evidente el interés por anular al Cabildo en el acto porque no solo se impidió la presencia del consejero, sino que el alcalde encargó una placa que se colocó en las instalaciones de la depuradora en la que no pone el emblema de la Corporación insular, pero sí aparece su nombre».

El consejero de Desarrollo Sostenible considera que se trata de una «falta de respeto y de lealtad institucional» al Cabildo, «máxime, incluso, cuando esta corporación pública ha sido la que más dinero ha destinado a la obra de la depuradora de La Campana».

La «declaración de condena» del Cabildo recuerda que la institución «está invirtiendo diez millones en arreglar un polígono competencia del Ayuntamiento de El Rosario» y que «ha tenido que intervenir ante el abandono».

CC y PP defienden al alcalde

La versión del consejero insular, al que arropa el gobierno del Cabildo, poco coincide con las dos notas oficiales de CC y PP Tenerife. El grupo que preside Carlos Alonso asegura que el gobierno insular «ha querido montar un circo con la depuradora y están intentando desviar la atención de lo importante, que es que gracias al alcalde, nuestro grupo, el PP y Si se Puede se culminó el proyecto para acabar con los vertidos de aguas residuales al mar».

«Había un plan de seguridad frente a aglomeración de personas por la Covid-19 y un protocolo del Ayuntamiento de El Rosario que hay que cumplir», hace constar el comunicado de los nacionalistas. «La actitud de Pedro Martín está dañando la imagen del Cabildo. Hay una evidente falta de lealtad institucional y lo que tiene que hacer es normalizar la relación con el Ayuntamiento de El Rosario», explica CC-PNC, que considera que la ausencia del presidente del Cabildo es un desprecio a los vecinos y a los empresarios del Polígono de La Campana, para acusarlo de sectarismo político. «Ellos estaban en contra de financiar la depuradora y gracias a nuestras iniciativas y al empuje de Escolástico Gil, hoy ya está en funcionamiento».

Los populares comparten los argumentos de CC, como hace constar el consejero Valentín González, quien también lamenta la falta de entendimiento del Cabildo con el Ayuntamiento de El Rosario y pide que se recupere el respeto institucional. El PP también considera desproporcionada la «declaración de condena» emitida ayer por el grupo de gobierno insular y sale en defensa de Escolástico Gil, quien, en opinión de Valentín González, se limitó a cumplir con las normas del protocolo covid, como se aplicó al resto de invitados.

El alcalde de El Rosario manifestó ayer en Radio Club Tenerife que es rotundamente falso que se le interpusiera un coche de la Policía al consejero insular y recordó que se aplicaron las medidas propias del nivel 4 de seguridad ante la pandemia. «Mandaron a Rodríguez Medina para reventar la inauguración de la depuradora», lamentó el regidor, después de recordar que la instalación se hizo con 3,3 millones que costeó el propio ayuntamiento y con una enmienda al presupuesto insular, que permitirá aportará 1,5 millones del Cabildo gracias a CC y PP y una consejera de Sí Se Puede, porque el PSOE votó en contra.

El Ayuntamiento desveló el mensaje de whatsapp que remitió el jefe de Protocolo del Cabildo a su homóloga en el Consistorio a las 8:30 horas del martes, antes del acto de inauguración. En el mismo disculpaba la ausencia del presidente insular y del consejero de Desarrollo Sostenible, que quince minutos antes del acto comunicó que sí acudiría, «una estrategia política para deslucir un día histórico para El Rosario». «Tuve que hipotecar el Ayuntamiento para salvar y hacer dos depuradoras –en Costanera y en el polígono– y dos estaciones de bombeo y una estación eléctrica. Lo verdaderamente importante es que esté en funcionamiento la primera depuradora de un polígono industrial de Canarias».