La Villa de La Orotava celebró ayer uno de los días más esperados de sus fiestas mayores, la jornada de la infraoctava del Corpus Christi, también conocida popularmente como el Día de las Alfombras. La pandemia del coronavirus ha impedido que las alfombras de flores llenaran las calles del casco histórico, pero el gran tapiz de la plaza del Ayuntamiento ha recuperado una imagen icónica de este municipio del Norte de Tenerife y ha mantenido vivo el ambiente más auténtico. Este jueves 10 de junio de 2021 se vivió un Corpus de transición, más esperanzador que el de 2020 y con la mirada ya puesta en el año 2022, en el que se espera recuperar todo el esplendor de unos festejos que se iniciaron a mediados del siglo XIX y que son una de las principales señas de identidad de la Villa.

Tras una noche de miércoles con gran ambiente en las calles del municipio, este jueves las visitas se han realizado de forma más escalonada. Durante la mañana se echaron en faltan las decenas de alfombras que transforman la imagen y el olor de la Villa una vez al año. El recorrido, limitado a cuatro lugares, supo a poco. En la plaza, el gran tapiz ejercía como un espejismo de normalidad y un gran polo de atracción. En la Casa Monteverde, la alfombra confeccionada por Agustín Monteverde y dos de sus primos era la única visible desde la calle, aunque se elaboró en el interior del zaguán del inmueble que vio nacer esta tradición en 1847. Las otras dos alfombras estaban en el interior de la Parroquia de La Concepción y del Centro de Interpretación de Arte Efímero Alfombras de La Orotava.

Agustín Monteverde

Agustín Monteverde se mostró «muy satisfecho» por la alfombra que realizaron en la jornada de ayer, un diseño prácticamente improvisado, «sin boceto previo ni nada parecido». Se planteó no hacerla porque este año tampoco salía el Corpus en procesión y cada alfombra se hace como una ofrenda al Santísimo. Finalmente accedió e improvisó un tapiz en el que las losetas de piedra de la casa se fundían con rectángulos de flores de diferentes colores y texturas.

El patio del Museo de las Alfombras, junto a la Casa de los Balcones, fue escenario de una orginal y celebrada propuesta de la Asociación de Alfombristas de La Orotava. Una zaragata, elaborada con los moldes tradicionales de madera y metal, dio la posibilidad a todo el que se acercó de sentirse alfombrista por un momento. Los voluntarios de este colectivo permitieron a vecinos y visitantes colaborar añadiendo sus pétalos a esta obra colaborativa.

Uno de los responsables de esta iniciativa, Santiago Rodríguez, detallaba la ilusión que mostraron algunos villeros por colaborar en la confección de la alfombra y, en especial, los turistas que se acercaron al centro: «Los extranjeros se privan por poner unos pétalos y hacerse una foto de recuerdo. Y también hay gente de La Orotava que nos ha agradecido la oportunidad de participar. Hay quien llevaba toda la vida acudiendo a ver las alfombras y que hasta hoy no había podido aportar su puñadito de flores».

En el interior de la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción también se organizó un circuito de visitas para poder observar la parte trasladada la noche anterior desde la plaza, complementada con una pequeña alfombra de flores. Unos pocos metros cuadrados sirvieron en la tarde de ayer para trasladar todo el fervor y la belleza de las calles villeras al suelo del templo y hacer realidad la segunda procesión claustral del Santísimo, tras la desarrollada en el año 2020.

El alcalde de La Orotava, Francisco Linares (CC), valora la importancia de celebrar este Corpus de una manera diferente, gracias al esfuerzo de muchos alfombristas, voluntarios y vecinos. «Tras la tristeza de 2020, tuvimos el empeño de que este tapiz se elaborara en la plaza y hemos visto hoy a la gente más feliz que hace un año», recalca.

Linares considera que el sistema de visitas controladas para contemplar el tapiz central, habilitado desde la tarde del martes 8, ha funcionado perfectamente y, además, ha permitido habilitar rampas para garantizar la accesibilidad para personas con movilidad reducida. «Al hacer este circuito, nos dimos cuenta del tema de la accesibilidad y lo hemos resuelto. Mucha gente lo ha agradecido», resalta.

El ritmo de visitas ha sido constante, en especial desde la tarde noche del miércoles. Sin embargo, las colas rara vez han obligado a esperar más de 15 minutos para contemplar el tapiz desde una perspectiva algo más baja de lo habitual. Los vigilantes de seguridad se encargaron de recordar de forma continua la necesidad de mantener la distancia, no siempre con éxito, y el personal de limpieza se afanó durante horas por desinfectar de forma continua la balaustrada de la plaza, por la que pasaron varios miles de personas en estos tres días.

Se volvieron a ver pequeños grupos de turistas y de escolares. Los turrones endulzaron la visita y el buen ambiente llegó a las terrazas de los bares y restaurantes del casco. Las fiestas villeras continuarán hoy y durante el fin de semana con diversos actos virtuales y presenciales como el karaoke parrandero (hoy a las 17:00 horas, a través de las redes sociales); las celebraciones religiosas, o el festival folclórico de Mansagua, El Chaboco y Bentahod (sábado a las 19:30 horas). Este domingo será la exposición de elementos tradicionales de la romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza (de 10:00 a 19:00 horas en la plaza del Ayuntamiento), y el concierto de Los Cantadores, en el Auditorio Teobaldo Power a las 19:00 horas.

Un traslado histórico

El director de la Escuela Municipal de Arte Perdigón y de la Alfombra en Honor al Corpus Christi, Domingo González Expósito, y otros alfombristas del colectivo Artearena, como Ezequiel de León, fueron los encargados de hacer realidad un momento histórico y crítico: sacar una parte de la alfombra de la plaza, sin dañar esta obra de arte efímero elaborada con arenas del Teide y flores. Otros cuatro colaboradores de Artearena completaron el traslado de esta parte de la gran alfombra de la plaza del Ayuntamiento al interior de la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción. La operación se realizó en torno a las 23:00 horas del miércoles y permitió que el interior del templo quedara preparado para la breve procesión claustral que se celebró en la tarde de ayer.