Transcurridos cinco días desde que el fuego prendió en el barranco de Chajaña, el incendio de Arico aumenta la superficie afectada hasta las 3.088 hectáreas de pinar, según los cálculos dados a conocer. Afección que se mantiene en un perímetro de 42 kilómetros. De momento, el origen sigue siendo desconocido y la Guardia Civil continúa con su investigación, con el refuerzo de equipos especializados. Las brigadas forestales del Cabildo de Tenerife desarrollan los trabajos de remate y vigilancia hasta alcanzar la extinción. Prestan especial atención a los pinos padre, ejemplares antiguos que por sus características son los que más conservan el calor y, por tanto, los que podrían demorar la declaración de extinguido.

El presidente del Cabildo y el alcalde de Arico, Pedro Martín y Sebastián Martín, respectivamente, realizaron un vuelo de inspección de la zona afectada, acompañados por la consejera insular de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García, y el director insular de Seguridad, Rubén David Fernández. El mismo permitió confirmar que también se produjeron más daños en el pinar de los conocidos hasta ayer, ya que el fuego alcanzó las copas en la parte alta del monte ariquero. Asimismo, casi «ha desparecido» el matorral de cumbre en el área situada por encima del pinar que discurre hasta el filo de la cumbre.

Pedro Martín transmite una lectura positiva y se muestra convencido de que el incendio permanecerá controlado, a pesar del aumento registrado ayer en la velocidad del viento. Al tiempo, resaltó la «calidad profesional» de los integrantes de la Brifor como «una garantía de éxito» ante situaciones como la registrada desde el jueves pasado en Arico. «Afortunadamente, lo poquito que quedan son algunas fumarolas y siguen actuando en el lugar las brigadas forestales del Cabildo», señaló. «Que este incendio sea el primero y el último de este 2021» es el deseo que expresó el presidente del Cabildo de Tenerife después de realizar la inspección aérea.

El peligro de la erosión

El alcalde de Arico se mostró preocupado tanto por los daños causados por las llamas a la masa forestal como, «y sobre todo», al suelo del monte. En esa línea, Sebastián Martín explica que la situación requiere «la necesidad de elaborar planes para afrontar la restauración ambiental y, de forma especial, para reducir la posible erosión derivada de la pérdida de cubierta vegetal y el arrastre de materiales que puede producir la lluvia después del verano». Un aspecto que empieza a preocupar.

Con el incendio en vías de extinción, aunque la tarea puede prolongarse durante varias semanas, en el Ayuntamiento de Arico tienen clara «la necesidad de restaurar las pistas y los senderos que están afectados por este fuego». El regidor entiende que, una vez se haya declarado la extinción, procede intervenir con rapidez para «asegurar las zonas que hoy son susceptibles de registrar desprendimientos». Sebastián Martín incide en que «la pérdida de vegetación genera inestabilidad en las laderas».

A las 11:45 horas del jueves, 20, fue declarado el incendio que quedaría bajo control a las 12:45 horas del lunes, 24. Unos 300 efectivos y hasta nueve efectivos aéreos intervinieron durante los primeros cuatro días.