El incendio que comenzó a las 11:45 horas del jueves pasado fue declarado formalmente bajo control a las 12:45 horas de ayer, cuando pasó a la situación de emergencia nivel 1. En esos cuatro días el fuego afectó a 3.029 hectáreas en un perímetro de 42 kilómetros de monte de Arico. Las llamas quemaron sotobosque y matorral así como pinos antiguos o pinos padre. Desde ayer, los efectivos del Cabildo de Tenerife se encargan del trabajo para rematar y enfriar el incendio, tarea que se prolongará en torno a tres semanas, momento en el que se considerará extinguido. Será cuando comience la valoración de los efectos en la masa forestal afectada.
La Corporación insular desarrolla, desde mediodía de ayer, la dirección de la emergencia. Hasta entonces, efectivos del Gobierno de Canarias, del Cabildo y del Estado intervenieron desde primera hora. Por aire, empleadno dos helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias (GES), otro del Cabildo tinerfeño y dos hidroaviones del Ejército del Aire, que realizaron descargas para refrescar las zonas inaccesibles para los combatientes. Las eronaves anfibias se replegaron durante la jornada, igual que por la mañana lo hicieron los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), activos desde las primeras horas del incendio.
No hay que lamentar daños personales, aunque sí se registran desperfectos en infraestructuras, como parte de la red de tuberías empleada para el transporte del agua de riego.
Julio Pérez, consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, destaca la extraordinaria colaboración y coordinación de todas las administraciones y efectivos intervinientes en la extinción de este incendio y expresa su agradecimiento a los equipos de los nueve medios aéreos que han intervenido desde el inicio de la emergencia, cuatro helicópteros multifuncionales del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno canario, tres hidroaviones del Ejército del Aire, un helicóptero del Cabildo de Tenerife y el helicóptero de la Guardia Civil en tareas de control aéreo.
Prohibiciones.
Hasta que el operativo alcance la extinción del incendio, como mínimo, continúa vigente la prohibición de transitar por los senderos y pistas de los municipios de Arico, Fasnia, Granadilla y Vilaflor, así como por los senderos del Parque Nacional del Teide de la zona afectada.
La rapidez.
Pedro Martín, presidente del Cabildo de Tenerife, volvió a destacar «la coordinación y la agilidad» como factores esenciales «para que en pocas horas se activaran hasta nueve medios aéreos trabajando intensamente en la extinción». Desde la perspectiva de la consejera insular de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García, «la coordinación entre instituciones ha sido impecable y gracias a ello, podemos transmitir hoy (por ayer) estas buenas noticias».
Agradecimientos.
Unas 300 personas integraron el dispositivo de la lucha contra el fuego. Su esfuerzo es reconocido por las autoridades regionales, insulares y locales. Todos ellos precisaron de un equipo de logística y avituallamiento, desarrollada por el Ayuntamiento de Arico en colaboración y coordinación con Cruz Roja y el apoyo de asociaciones y agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de Arafo, Candelaria, La Matanza, Tacoronte, Santiago del Teide. Santa Cruz aportó la unidad del medio natural.
De visita.
Pedro Martín visitará hoy la zona afectada por el fuego. Las autoridades establecen que se pueden registrar algunas llamas ocasionales mientras se desarrollan los trabajos para la extinción total del incendio. Al tiempo, hacen un llamamiento a la población para que mantengan limpias las zonas cercanas a las viviendas como medida de autoprotección.
Candelaria.
A primera hora de la tarde de ayer, en el Camino de La Punta, de la localidad de Araya, se registró un conato de incendio como consecuencia del descontrol de una quema de rastrojos en un solar, que también afectó a un cuarto de aperos. La rápida intervención de los efectivos de bomberos y de la Policía Local de Candelaria permitieron que fuera sofocado sin causar otros daños.
