Mientras en la sede la Presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife el portavoz del Ejecutivo autonómico, Julio Pérez, anunciaba que «el peligro se aleja» y que «el incendio está estabilizado», en el monte de Arico se reactivaba uno de los puntos que más preocupan al operativo: Tamadaya. La inquietud consiguiente la aplacaban los hidroaviones. Su presencia «ha sido fundamental» en este operativo para sofocar el fuego que se inició a las 11:45 horas del jueves pasado. Y esa es la situación que se vive en la zona. «Esta gente trabaja y arriesga lo que ganan».

Palabras de Mónica, quien decidió pasar un rato del domingo en Arico «para ver en directo lo que está ocurriendo». Esta joven granadillera coincide en su valoración con dos amigos de Candelaria al sentirse «acongojada al ver el humo y el necesario espectáculo de los hidroaviones». Miguel y Juan Carlos reflexionaron acerca de «la necesidad de tomar medidas durante todo el año para mantener el monte en buenas condiciones».

El viento soplaba con fuerza en el sureste de la Isla. En el Punto de Mando Avanzado (PMA), ubicado en el estacionamiento del cementerio municipal de Villa de Arico, parecía hacerlo con especial virulencia. Igual que en el centro cultural de Teguedite, donde una treintena de voluntarios se afanaba en preparar el avituallamiento para quienes trabajaban por tierra y aire contra el fuego. Llevan más de 3.000 bolsas con un bocadillo, una pieza de fruta, un refresco sin gas, agua y dos ambrosías de chocolate.

Comida por el aire

Pedro Andrés González, concejal de Bienestar Social, es uno de los que participa en esta tarea que Cruz Roja coordina y entrega a Protección Civil, que proceder a la distribución entre los efectivos del operativo para el desayuno, almuerzo y cena. «Algunas entregas han tenido que hacerlas por vía aérea porque los destinatarios estaban en lugares inaccesibles por tierra».

La solidaridad de los ariqueros ha sido una constante referencia del alcalde, Sebastián Martín, durante las comparecencias ante los medios de comunicación. La preparación del avituallamiento es un ejemplo porque «se han ofrecido muchos vecinos, pero con el espacio que tenemos no es necesario contar con más ayuda, pero la agradecemos».

La contribución fundamental del Ayuntamiento de Arico en este operativo está siendo garantizar la comida y el alojamiento de cuantos desarrollan el trabajo de sofocar este incendio, que investiga la Guardia Civil. Para ello, habilitó también algunos centros públicos para alojamiento de los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), por ejemplo. Además, dispusieron de albergues para atender un eventual desalojo.

Lugar para la escalada

La cuarta jornada del incendio no era apacible en la medianía de Arico. Pocos fueron los vecinos que pasearon por sus calles, en las que sí era más fácil cruzarse con algún visitante. Es el caso de Lidia, que acudió ayer con su bicicleta. Cuenta que frecuenta el lugar para practicar escalada, un deporte para el que este municipio reúne condiciones sobresalientes. «El primer día recordé las imágenes del incendio que ocurrió en Gran Canaria. Me preocupé. Afortunadamente, no es lo mismo. Pero también estoy preocupada porque no sé cuánto tiempo tendrá que pasar para que se recupere la zona del fuego, que es la de la escalada».

Un argumento al que también aludió Francisco, un vecino de San Miguel de Abona que elige Arico para practicar sus deportes preferidos: ciclismo y escalada. «Espero que este fuego no sea la obra de algún desquiciado y que lo apaguen con rapidez». En la esquina de la barra del bar, el ariquero Víctor mostraba su admiración por «la destreza de los helicópteros, que pasan rozando la copa de los pinos para soltar el agua. ¡Una pasada!».

Mientras, el Teguedite los voluntarios y concejales del gobierno municipal volvían a formar la cadena de producción para confeccionar otras 200 bolsas con la comida para los operarios que hoy continúan luchando contra el fuego. Se espera que este lunes haya noticias positivas.