Superadas las 48 horas desde el inicio del incendio que afecta a más de dos tercios del monte de Arico, el Gobierno de Canarias cifra en más de 3.300 las hectáreas afectadas por el fuego en un perímetro de 27 kilómetros. Con un operativo de 300 efectivos humanos, 197 de ellos son los llamados «combatientes» que tratan de frenar las llamas en tierra, con el apoyo de ocho medios aéreos: cinco helicópteros y tres hidroaviones. Estos tuvieron que recargar ayer en el Aeropuerto Tenerife Sur debido al mal estado del mar, lo que hizo que las descargas de agua fueran «un poco más lentas». El fuego se extinguió en el Parque Nacional debido a la escasa vegetación de la ladera por la que entró en esta zona protegida.

Labores para extinguir el fuego declarado en Arico. Andrés Gutiérrez / Ramón de la Rocha (EFE)

Hoy se espera una mejora notable en el control del incendio y en su consolidación, teniendo en cuenta que la climatología experimentará cambios importantes al reducirse en cinco grados la temperatura, pasando de 25 a 20 grados, y al aumentar la humedad. Sin embargo, el viento continuará siendo el problema en las tareas de extinción ya que la previsión es que se mantenga con rachas superiores a 60 kilómetros por hora.

Labores para extinguir el fuego declarado en Arico. Andrés Gutiérrez / Ramón de la Rocha (EFE)

Uno de los éxitos del trabajo realizado hasta ahora ha sido mantener el fuego en el municipio de Arico. Para ello, las tareas se centraron en el barranco de Tamadaya, en la zona occidental que coincide con el barranco del Río, así como en el resto del flanco izquierdo (el lado más cercano a las zonas pobladas), «para garantizar la seguridad de las personas y la menor afección posible a los servicios esenciales». También en el lado de cumbre próxima al Parque Nacional del Teide, informó el jefe de servicio del operativo forestal del Cabildo, Pedro Martínez.

Labores para extinguir el fuego declarado en Arico. Andrés Gutiérrez / Ramón de la Rocha (EFE)

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Labores para extinguir el fuego declarado en Arico. Andrés Gutiérrez / Ramón de la Rocha (EFE)

Ayer.

Los equipos de extinción trabajaban ayer en la consolidación del perímetro del incendio forestal. Algo que se vio favorecido porque el viento bajó de intensidad durante la tarde, «siendo mucho menor que la prevista». El Gobierno canario anunciaba a última hora que durante la noche esperaba un aumento de la humedad relativa y un cambio en el régimen de vientos, girando hacia la zona del barranco de Tamadaya, por lo que esta franja se mantuvo bajo vigilancia ante posibles reactivaciones. Más de un centenar de operarios permanecieron activos, los mismos que en la madrugada de ayer evitaron que las llamas alcanzaran suelo de Granadilla de Abona, aunque «llegó casi al borde». El fuego se detuvo en el fondo del barranco del Río.

Hoy.

«Mañana (por hoy) debe notarse una mejoría», aseguró también el consejero autonómico de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez. Este vaticinio se basa en que el esfuerzo de la intervención será más productiva según lo permitan las condiciones meteorológicas y, precisamente, por el cambio favorable que experimentará la climatología. En su comparecencia, a mediodía de ayer, Julio Pérez resumió la situación del incendio: «Hoy estamos mejor que ayer, pero no tanto como para decir que el peligro ha desaparecido».

La evolución.

El incendio comenzó a las 11:45 horas del jueves en el barranco de Chajaña, en la zona alta del caserío El Bueno. La intensidad del viento dirigía las llamas al otro extremo del municipio, entre el barranco del Río y Topo la Grieta. «Esa intensidad de fuego en cabeza impedía el ataque de los combatientes y las condiciones orográficas planteaban que se pudiera hacer desde El Bueno, perimetrando el incendio». Lo explicó el jefe de servicio del operativo forestal del Cabildo de Tenerife, Pedro Martínez, quien señaló que se priorizó el flanco más próximo a las poblaciones ante el hecho de que el viento nocturno «empuja el incendio hacia la zona baja». Esa ha sido la línea de trabajo que se ha seguido, anclando el flanco derecho desde la cola hasta El Filo, donde se mantienen algunas pequeñas complicaciones.

El frente principal, que generó las espectaculares columnas de humo que coparon la cumbre del sur de la Isla el viernes, «murió al llegar al borde de Las Cañadas», donde el propio aire evitó que las pavesas entraran en el Parque.

La zona que más preocupa a los técnicos «desde el principio de la emergencia» es la más inaccesible, hasta el punto que «los combatientes tienen que caminar entre dos y tres kilómetros para llegar al fuego». En el barranco de Tamadaya, por ejemplo, no pueden entrar los efectivos humanos. El crecimiento del incendio se registró según lo previsto, aclaró Pedro Martínez. «Tenemos suficientes efectivos para actuar y reforzar los perímetros para asegurar que no se puedan reavivar», señaló el jefe de servicio del operativo forestal del Cabildo. «Somos parcialmente optimistas», admitió.

La inspección del alcalde.

A primera hora de la tarde, el alcalde de Arico, Sebastián Martín, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Andrés Martínez, realizaron un primer reconocimiento de las consecuencias del incendio forestal en el barranco de Tamadaya y El Cercado. Inspección que realizaron en presencia del jefe de la Policía Local, José Juan Expósito, y de coordinadores de los equipos de extinción. «Dentro de lo malo, la parte positiva es que no se ha quemado el pinar al completo». El regidor constató lo que ya había explicado el consejero regional Julio Pérez, cuando reiteró que el incendio «sigue siendo de superficie». Sebastián Martín informó de que «el fuego ha afectado a las extensiones de terreno, al suelo y al sotobosque, sin perjudicar a las copas de los pinos. El daño ambiental es importante, pero sabemos que el pino canario tiene unas condiciones óptimas para la recuperación».

Andrés Martínez, concejal de Seguridad Ciudadana, es el más optimista de cuantos se han pronunciado hasta el momento: «Nos han trasladado el avance en el control del fuego en alguna de las zonas. Lo próximo es esperar que el incendio esté controlado y extinguido definitivamente». Tras el recorrido realizado durante la tarde, las autoridades ariqueras indicaron que «los equipos han avanzado en la fijación de los distintos frentes, pero las condiciones climáticas no son las óptimas».

Luz y agua.

El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, mostró su satisfacción porque el humo no haya afectado a la línea eléctrica situada en el ámbito del incendio. «Parece que está bajo control y que no corre peligro, por el momento». Ahora surge otra preocupación, relativa a la posible afección a la red a través de la que se abastece la medianía del municipio de Arico.

Operativo.

Julio Pérez aclaró que «con los medios existentes, se puede hacer frente al fuego». Desde la perspectiva del consejero regional de Seguridad, «no parece que en este momento haya un problema de insuficiencia de medios. Si lo hubiera, se puede aumentar», apostilló. «Este dispositivo le ha parecido suficiente a los directores técnicos de extinción», incidió antes de recordar la complejidad orográfica de la zona afectada por el incendio como un factor fundamental.

El Cabildo de Tenerife es el que tiene la responsabilidad en la extinción de un incendio declarado de nivel dos, por lo que la coordinación le corresponde al Gobierno de Canarias. Además de sus efectivos, el grupo de seguridad y el grupo logístico del dispositivo cuentan con los aportados por las corporaciones insulares de Gran Canaria, La Palma, La Gomera y El Hierro; la Unidad Militar de Emergencia (UME), Gesplan, Tragsa, Parque Nacional, las brigadas propias del Ejecutivo regional, cinco helicópteros, tres hidroaviones, Policía Local, Guardia Civil, Policía Canaria, Cruz Roja y Protección Civil.

Dificultades.

«Gran parte del incendio no era atacable por medios terrestres» en el momento inicial. Lo dijo el jefe del operativo, quien aseguró que cuentan con un volumen «importante» de operarios organizados de forma que «no cambie mucho el potencial de extinción que tenemos a lo largo de la emergencia». En lo que se puede interpretar como una respuesta a las voces del municipio que se muestran críticas con la intervención, Martínez aclaró que la actuación se realiza «siempre analizando los sitios que podemos atacar, porque hay lugares en los que no podemos».

Recomendaciones.

Tal y como quedó expuesto desde el primer momento, las autoridades recuerdan la prohibición de acceder a los montes de Arico, Fasnia, Granadilla de Abona y Vilaflor de Chasna, así como a los senderos del Parque Nacional del Teide.

Optimismo moderado.

Tras una madrugada (la del sábado) en la que el fuego se dejó ver después de pasar unas 30 horas casi oculto para la población por la intensidad del humo, la evolución del incendio durante el día y, especialmente, por la tarde elevó el nivel de optimismo entre los ciudadanos y las autoridades. Con moderación, pero esperando que se cumplan las previsiones.